VIOLENCIA DOMESTICA DE MIGRANTES BOLIVIANOS EN ESPAÑA

foto & designer by Walter Trujillo

 

Madrid, Edwin Perez Uberhuaga.- ERASE UNA VEZ…/ MERCEDES NN / 35 AÑOS/ LA PAZ/ TRABAJADORA

¿Qué haces en este centro médico?

Vine a sacar un certificado médico de un intento de estrangulamiento que me ha hecho mi esposo. Aunque no tengo "papeles", un abogado me ha dicho que puedo denunciarle sin peligro de que me expulsen, porque las discusiones son muy grandes y la violencia aumenta cada día.

¿Siempre fue así?

Sí. Antes de venir a Epaña yo pensaba divorciarme, pero él no quiso, pero me chatajeó emocionalmente con mis hijos e hizo que yo lo traiga a España. Al principio trabajamos bien, pero él ha perdido su empleo, no tiene propia iniciativa para hacer otras cosas y está resentido porque yo gano más dinero como "interna". También es muy celoso y está bebiendo mucho.

¿Tú sabes que los acusados de violencia de género pueden ser expulsados de inmediato?.

Sí, pero ha llegado el momento en que piense en mi seguridad física y emocional y de mis hijos que ya no nos respetan como padres. No es justo que se repitan el maltrato y humillaciones que he sufrido en mi país, solo porque él era profesional y supuéstamente de "mejor familia". Aquí he aprendido que todos somos iguales.

Hace poco una boliviana en Madrid apuñaló a su esposo en una pelea. ¿Tú que piensas?

Yo no justifico la violencia, pero me imagino el calvario de esa mujer para responder así frente a las agresiones. Yo también tengo mi caracter y precísamente por eso quiero que la Policía y la justicia me protejan. Yo tomé ésta decisión hace tiempo, pero por mis hijos no lo hice. También me preocupa leer cada vez más noticias de muertes de bolivianas a manos de sus esposos o parejas.

¿Qué puedes decir a las parejas que tienen tus mismos problemas?

El hombre debe entender que no puede ser tan machista como en Bolivia y que no espere que su esposa trabaje todo el día, llegue a cocinar, cuide a los niños y que todavía aguante la infidelidad y borracheras del esposo.

También he visto a mujeres que confunden la libertad europea con el libertinaje y que dan mal ejemplo a sus hijos. Creo que todos tenemos derecho a ser felices. Ya suficientes problemas hay dentro de nuestro país, dentro de nuestro trabajo y es un martirio tenerlos también dentro de nuestro hogar.