EL ORIGEN DE LA
MISERIA Y EL ATRASO EN BOLIVIA
Por
Vladimir Ramírez T.
Marzo 2003.- El desarrollo
es la mejora del bienestar humano. La mayoría de la población
de todo el mundo aspira hoy en día a un nivel de vida más
alto, a un periodo de existencia más largo y a tener mejor salud;
aspira además a una mejor educación para sí mismos
y para sus hijos, con lo cual se incrementará los ingresos, permitiendo
ejercer un mayor control sobre sus propias vidas; quiere también
cierta estabilidad y mayor tranquilidad, y la oportunidad de ocuparse
de cosas que le produzcan placer y satisfacción.
La brecha existente en bienestar entre los países de bajos ingresos
y los industrializados es enorme y muy evidente pero, ¿Qué
es lo que explica esta disparidad? ¿Qué han hecho los países
industrializados que no han hecho los países de ingresos bajos?
¿Qué es lo que produce el desarrollo?
Algunos dirán que los países pobres no han explotado a otros
países para ser ricos, que los países pobres están
así porque los otros son ricos, tal como lo afirma la teoría
marxista, que goza de gran aceptación en los países pobres
del tercer mundo.
En efecto, los poderes coloniales obtuvieron con frecuencia grandes ventajas
económicas de sus colonias y por ejemplo, las compañías
norteamericanas han ganado mucho dinero en América Latina y en
el Tercer Mundo, particularmente, durante la primera mitad de este siglo.
Pero el enfoque casi exclusivo sobre "el imperialismo" y la
"dependencia" para explicar el subdesarrollo ha alentado al
desarrollo de una mitología paralizante y derrotista.
En realidad, progresan más rápidamente las sociedades que
obtienen más éxito en ayudar a su pueblo, en poner en práctica
su potencial creativo. Lo que produce el desarrollo es nuestra capacidad
creativa para imaginar, teorizar, conceptuar, experimentar, inventar,
articular, organizar, administrar, resolver problemas y hacer cientos
de otras cosas con nuestras mentes y manos y que contribuyen al desarrollo
de la humanidad en general.
Es cierto también que los recursos naturales, el clima, la geografía,
la historia, el tamaño del mercado, la política de gobierno
y muchos otros factores influyen en la dirección y ritmo del progreso.
Sin embargo, el motor principal es la capacidad creativa humana.
Sin embargo, es innegable que la sociedad que tenga más éxito
en ayudar a su propio pueblo, a todo su pueblo, a poner en práctica
su potencial creativo es la sociedad que progresará más
rápidamente.
No es simplemente el empresario quien crea el progreso, aun si hablamos
estrictamente de progreso material, del económico. El inventor
de la máquina utilizada por el empresario; el científico
que concibió la teoría que el inventor llevó a la
práctica; el ingeniero que diseñó el sistema para
la producción en masa de la máquina; el agricultor que pone
especial cuidado en producir una materia prima uniforme que será
procesada por la máquina; el operador de la máquina que
sugiere algunas modificaciones útiles para el dispositivo, basándose
en su amplia experiencia para operarla, todos están contribuyendo
al crecimiento. Así, el vendedor que amplía la demanda del
producto concibiendo para ella un nuevo uso. Así también
los maestros que interesaron a los científicos, al inventor y al
ingeniero en sus profesiones y que le enseñaron agronomía
al granjero.
La producción tiene lugar dentro de una sociedad más amplia
y la forma en que ésta funciona afecta al proceso productivo.
Un buen gobierno puede garantizar estabilidad y continuidad sin la cual
la inversión y la producción sería difícil.
Un buen gobierno puede proporcionar una serie de servicios que faciliten
la producción. Y la política que aplica el gobierno con
respecto a la tributación, los tipos de interés, los precios
de soporte para la producción agrícola, afectará
en gran medida las decisiones del productor. Así pues, la creatividad
y la capacidad de los funcionarios de gobierno desempeñan un papel
clave en el desarrollo económico. De hecho se puede afirmar que
un ministro de hacienda o un eficaz político de gobierno vale por
muchos Henry Fords..
Pero la definición del desarrollo es mucho más amplia que
una simple dimensión productiva de la existencia humana. También
abarca la dimensión social, en particular, la salud, la educación
y el bienestar. Es el gobierno quien tiene la principal responsabilidad
en el progreso de estos sectores y, al igual que con el progreso económico,
la innovación y la creatividad constituyen las bases del progreso
social. Aquellos que conciben una política que mejora y amplía
los servicios sociales son comparables en su impacto evolutivo con los
empresarios industriales, como son los planificadores del sector público,
los administradores, los técnicos y los trabajadores u obreros,
respecto de sus contrapartidas del sector privado. No es difícil
ver cómo esta opinión de lo que causa el desarrollo se puede
extender a prácticamente todas las formas de trabajo, físicas
e intelectuales, realizadas en una sociedad. Es obvio que la contribución
de unos será mayor que la de otros y aunque el papel de la gente
de talento puede ser enormemente importante, todos pueden contribuir.
De este modo, es probablemente más exacto, al menos en el mundo
contemporáneo, concebir el desarrollo más como un proceso
donde intervienen millones de pequeños adelantos que solamente
con el trabajo de genios. Una sociedad que allane el camino para estos
adelantos, progresará.
Básicamente, creo que una sociedad fomenta la capacidad creativa
humana en siete formas diferentes:
1. Mediante la creación
de un ámbito en la que la gente espere y reciba un trato justo
(En Bolivia no se da esto)
2. Mediante un sistema educativo eficaz y accesible: aquel que proporcione
las herramientas intelectuales y vocacionales básicas, que alimente
la curiosidad, las facultades críticas, el disentimiento y la creatividad
y que facilite a la gente la solución a los problemas. (Tampoco
existe en Bolivia tal sistema).
3. Mediante un sistema de salubridad que proteja al pueblo de enfermedades
que debilitan y matan (Bolivia esta lejos de tener algo parecido)
4. Mediante la creación de un medio que fomente la experimentación
y la crítica (inexistente en Bolivia)
5. Mediante la creación de un medio que ayude a la gente tanto
a descubrir su talento e intereses y que los provea con trabajos adecuados
(Ocurre exactamente lo contrario aquí, en Bolivia)
6. Mediante un sistema de incentivos que recompense el mérito y
los éxitos (y por el contrario que desaliente el nepotismo y la
"compadrerismo" ). Sin comentarios.
7. Mediante la creación de la estabilidad y continuidad que hacen
posible planificar el futuro con confianza. El progreso se hace mucho
más difícil con la inestabilidad y la discontinuidad, que
es lo que exactamente hay en Bolivia.
LA RELIGIÓN
Y SU FUNCION DE FRENO AL DESARROLLO
La visión que la sociedad tiene del mundo es la fuente de su sistema
de valores y actitudes. Su visión del mundo está formada
por un conjunto de influencias que incluyen la geografía, la organización
económica y los caprichos de la historia. Ésta visión
y éstos valores cambian constantemente, pero habitualmente a un
ritmo muy lento, en décadas e incluso generaciones. Una parte importante
de la visión del mundo en Bolivia y Latinoamérica se expresa
mediante la religión.
Si el principal enfoque de una sociedad se encuentra en el pasado - en
la gloria de tiempos pasados o en la reverencia a sus antecesores - o
si esta está absorbida por problemas de supervivencia actuales
como planificación, la organización y la inversión,
que constituyen la urdimbre fundamental del desarrollo, no es probable
que se sientan estimuladas, como es el caso de Bolivia
La orientación hacia el futuro implica la posibilidad de cambio
y progreso. Esa posibilidad, según el pensador y filósofo
alemán Max Weber en su obra "La ética protestante y
el espíritu del Capitalismo", debe ser realizable en esta
vida.
Los conceptos calvinistas de "vocación" y "predestinación"
(elección) obligan a los ojos de los fieles a mirar hacia el futuro.
Asimismo lo hacen los fundamentos básicos del judaísmo que
se adhiere a la idea de progreso, afirmando que la edad de oro de la humanidad
no está en el pasado, sino en el futuro.
Si la visión que la sociedad tiene del mundo fomenta la creencia
de que los humanos tienen la capacidad de conocer y comprender el mundo
a su alrededor, de que el universo funciona de acuerdo con un conjunto
de leyes en gran medida descifrables y que el método científico
puede abrir muchos secretos de lo desconocido, está impartiendo
claramente un conjunto de actitudes estrechamente relacionadas con las
ideas de progreso y cambio.
Si la visión del mundo explica los fenómenos mundanales
por medio de las fuerzas sobrenaturales, con frecuencias en forma de caprichos
de numerosos dioses o diosas que exigen obediencia al ser humano, queda
poco espacio para la razón, la educación, la planificación
y el progreso. Por ello precisamente, el subdesarrollo se ha apoderado
de las sociedades latinoamericanas que mayoritariamente son católicas
y mucho más de Bolivia, cuya visión fatalista es frecuentemente
alimentada por la iglesia.
Muchas visiones del mundo propagan la idea de la igualdad entre los humanos.
Sobre esto se hace más hincapié en unos sistemas éticos
que en otros y obviamente está presente en el catolicismo y en
el protestantismo. Según Max Weber el enfoque católico tradicional
en la otra vida, en contraste con el enfoque protestante (y judío)
en la vida terrena, vicia la fuerza del sistema ético, particularmente
cuando ese enfoque está acompañado del ciclo transgresión
-confesión - absolución.
Una consecuencia posible puede ser la orientación protestante algo
más marcada hacia la igualdad y la comunidad y una orientación
católica relativamente más marcada hacia la jerarquía
y el individuo.
En el origen del éxito se encuentra un conjunto de valores y actitudes
que asociamos con la ética protestante, a saber: trabajo, duro,
honestidad, racionalidad, austeridad, en suma, "ascetismo".
Particularmente las sectas protestantes influidas por el calvinismo se
refuerzan mutuamente. El concepto calvinista de "llamada", el
cumplimiento de las obligaciones impuestas al individuo por su posición
en el mundo, la creencia de que Dios ha bendecido a unos pocos escogidos
cuyo estado de gracia es evidente a través de su prosperidad debe
haber sido la palanca concebible más poderosa para la expansión
de esa actitud para con la vida
De todos modos, en Bolivia la iglesia suele actuar como una tremenda fuerza
para obtener inercia social que fomenta la irracionalidad.
EDUCACION
En la actualidad existen pocos países, como Bolivia, que no puedan
erradicar de cuajo el analfabetismo en una generación, de existir
realmente la voluntad de hacerlo. Hay muchos ejemplos: Cuba, Costa Rica,
Barbados, Trinidad y Tobago, todos los países de Europa y algunos
de Asia que se propusieron instruir a su población y lo lograron
exitosamente.
Con los actuales medios de comunicación y material humano no hay
país que no pueda enseñar a su población a por lo
menos leer y escribir. El vergonzoso alto índice de analfabetismo
de Bolivia en pleno siglo XXI es una de los obstáculos principales
para su desarrollo.
También es necesario tener en cuenta la crianza de los niños
para explicar el desarrollo de los países. Los psicólogos
han identificado tradicionalmente los primeros años de vida como
el periodo en el que se forma en gran medida la personalidad. Se cree
que, cuando se trata de la motivación para el éxito, los
años entre cinco y doce son decisivos. Los valores que son pertinentes
al éxito incluyen el anti-autoritarismo, un respeto por la vida
y el rechazo de privilegios.
LA SOCIEDAD BOLIVIANA
Las cuestiones fundamentales
del desarrollo y la orientación pasada u futura que tienen las
sociedades en su visión del mundo están enmarcadas en tres
factores culturales: su amplitud de la identificación con sus prójimos,
el vigor de su sistema ético y su actitud sobre el trabajo. Estos
tres factores prácticamente son fundamentales para el desarrollo
de una sociedad, incluida la boliviana
Existen evidencias de que la familia es una institución efectiva
para la supervivencia, pero un obstáculo para el desarrollo porque
según Weber "El gran éxito de las religiones éticas,
sobre todo de las sectas éticas y ascéticas del protestantismo,
fue la de romper las cadenas de los lazos de sangre. Sin embargo, las
consecuencias sociales de una extendida desconfianza pueden ser graves".
La ausencia de confianza en la cultura de la sociedad proporciona obstáculos
formidables para la creación de instituciones públicas.
Aquellas sociedades faltas de un gobierno estable y eficaz también
carecen de la confianza mutua entre sus ciudadanos, en las lealtades nacionales
y públicas y en la destreza y capacidad organizativa. Se dice con
frecuencia que sus culturas políticas están marcadas por
la sospecha, los celos y la hostilidad latente o manifiesta hacia cualquiera
que no sea miembro de la familia, del pueblo o, quizás de la tribu
o etnia. Estas características se encuentran en muchas culturas,
cuyas mayores manifestaciones pueden estar en el mundo árabe y
en América Latina, donde han prevalecido tradiciones de individualismo
autocentrado y de desconfianza y odio contra otros grupos de la sociedad.
En Bolivia esto ocurre hasta el día de hoy entre varias comunidades
campesinas, entre collas y cambas, entre la población criolla y
los indígenas etc.
Por el contrario, se abre todo un conjunto de posibilidades para el desarrollo
y la cooperación de la sociedad si la confianza se extiende más
allá de la familia. Un medio ampliado de confianza fortalece el
desarrollo y las modernas técnicas de producción para la
solución de problemas de toda la comunidad y para la estabilidad
política. Y se fortalece ante todo la idea del compromiso, fundamental
para el funcionamiento de un sistema pluralista y democrático.
La confrontación constante entre grupos de una misma sociedad socava
la estabilidad y la continuidad, esenciales para el desarrollo.
En la sociedad boliviana existe una laguna, un vacío, entre el
sistema ético establecido y su cumplimiento. El tratamiento de
estas cuestiones por parte de la iglesia tiene que ver obviamente con
el tamaño de la laguna. Una amplia identificación entre
los miembros de una sociedad fortalecerá el impacto del sistema
ético, pero cuando el radio de identificación y la confianza
es reducido, puede que no haya ningún sistema ético que
funcione.
El rigor del sistema ético efectivo conformará las actitudes
acerca de la justicia, que son fundamentales para diversas cuestiones
esenciales del desarrollo.
Si los miembros de una sociedad esperan injusticias, las ideas de cooperación,
compromiso, estabilidad y continuidad se verán socavadas. La corrupción
y el nepotismo se verán estimulados y se debilitará la autodisciplina
necesaria para mantener a una sociedad en buen funcionamiento (pago de
impuesto, resistencia a la tentación de robar, etc.).
El sistema jurídico criminal y civil se verá politizado
y corrompido y la ciudadanía no lo tomará en serio. La idea
de la justicia es también esencial para los asuntos sociales fundamentales:
equidad en la distribución de los ingresos, disponibilidad de oportunidades
educativas, los servicios de salubridad y la promoción por méritos
propios.
Las actitudes sobre el trabajo están relacionadas estrechamente
con estas ideas pero, particularmente, con la futura orientación.
Si la idea de progreso se encuentra bien adentrada en la cultura de la
sociedad, se presume que la planificación y el trabajo duro serán
compensados con un aumento de ingresos y un mejoramiento de las condiciones
de vida
En Bolivia el enfoque de desarrollo está centrada en el presente,
en la supervivencia cotidiana y por eso el techo, la única finalidad
del trabajo es la necesaria para sobrevivir.
Fundamentalmente son siete las condiciones que estimulan la expresión
de la capacidad creativa humana, que tomadas en conjunto describen a una
sociedad que funciona, de las cuales desgraciadamente, ninguna está
presente en Bolivia a saber:
1. La esperanza de
un trato justo
2. La disponibilidad de oportunidades educativas
3. La disponibilidad de servicios de salud
4. Estímulo a la experimentación y la crítica constructiva
5. Equiparamiento de las habilidades y trabajos
6. Recompensa por méritos y éxitos
7. Estabilidad y continuidad
Las siete condiciones existen sustancialmente en los quince países,
cuyo producto nacional bruto per cápita es el más alto del
mundo y que abarcan el 83% de los premios Novel.
Muchos economistas, politólogos y sociólogos han estudiado
el fenómeno de las causas de la pobreza en el mundo y muchos de
ellos han llegado a la conclusión de que las culturas son mejores
o peores según el grado en que apoyen las habilidades humanas innatas
a medida que éstas surjan.
El economista sueco Gunnar Myrdal, llegó a la conclusión
de que los factores culturales son los principales obstáculos para
la modernización de la sociedad. Como ejemplo, trae a colación
el fenómeno de la pobreza en Asia, que por el grado de miseria
que sufre es muy parecido a Bolivia.
Myrdal afirma que se cree que la gente de Asia es más espiritual
y menos materialista que los occidentales, son desprendidos y dispuestos
a despreciar la riqueza y el confort material. Soportan la pobreza con
ecuanimidad e incluso ven ellas virtudes positivas. Tienen un respeto
especial por el aprendizaje y capacidad para la contemplación y
la meditación. Su fuerza intelectual radica más en la intuición
que en la razón y el frío cálculo. En los asuntos
cotidianos su principal criterio es el valor moral de una persona o de
una política y se sienten aptos para censurar la conveniencia y
el oportunismo en política.
Sin embargo, continúa Myrday, con la preocupación espiritual
y la salvación personal por encima de todo, el mundo exterior adquiere
un aspecto ilusorio y transitorio. La actitud hacia el medio tiende a
ser intemporal y, por lo tanto, despreocupada e incluso fatalista.
Asimismo ya Nerhu decía que la grandeza espiritual o de cualquier
otra clase no se puede basar en la falta de libertad y oportunidades,
en el hambre y la miseria. Al referirse a los campesinos de su país
(muy parecidos a los bolivianos por su miseria) afirmaba que viven aplastados
y explotados durante innumerables generaciones y solo se diferencian ligeramente
de los animales que le hacen compañía.
Para poder encontrar la naturaleza de la pobreza de la población
boliviana hay que detenerse en su mentalidad de supervivencia, en su desinterés
hacia las oportunidades que surgen para mejorar, su desprecio hacia el
trabajo manual y teórico, especialmente para un patrono. Eso hace
que directamente o indirectamente Bolivia vive y vivirá largos
periodos de pobreza irremediable.
El crecimiento económico depende de las actitudes respecto al trabajo,
la riqueza, el tener hijos, la invención, los extranjeros, la aventura
y así sucesivamente, y todas estas actitudes afloran desde fuentes
profundamente ubicadas en la mente humana.
Desgraciadamente, los valores y actitudes de la sociedad en Bolivia se
centran en varios puntos que hacen que su sociedad no pueda desarrollarse
y quede estancada durante años, en la miseria. A saber:
1. Nadie apoya el
interés del grupo salvo en el caso de que sus propios intereses
sean apoyados
2. Sólo los funcionarios se ocupan de los asuntos públicos
3. Hay pocas cortapisas a las actividades de los funcionarios públicos
4. Es difícil lograr y mantener las organizaciones
5. Los titulares de puestos oficiales sólo trabajan en la medida
que sea necesario para conservar su puesto.
6. La ley no es acatada cuando no hay razón alguna para temer el
castigo.
7. Los funcionarios aceptan sobornos cuando pueden salirse con la suya.
8. Los débiles favorecen un régimen de mano dura.
9. Cualquiera que invoque el civismo público como motivación
es considerado como un farsante.
10. No existe relación alguna entre los principios políticos
abstractos y el comportamiento concreto en la vida cotidiana.
11. El pueblo vota sólo con miras puestas a corto plazo.
12. Los individuos apoyan las actividades comunales sólo si hay
algún beneficio directo para sí.
13. Se tiene poca confianza en las promesas de los partidos políticos.
14. Se supone que las personas en el poder son corruptas y trabajan en
beneficio propio.
15. Los miembros del partido venden sus servicios al oferente más
alto.
Esta línea
de valores y actitudes que se practica en la sociedad boliviana lleva
a la alienación política relativamente irremediable y produce
un aislamiento y desconfianza sociales.
EL ORIGEN DE TODA
ESTA CALAMIDAD
Existen algunas teorías
que tratan de explicar el origen de la miseria en Bolivia y de la pobreza
en otros países latinoamericanos que se centran generalmente en
deslindar su responsabilidad como nación y culpan a otros países
de su desgracia.
Así, según Carlos Rengel, un periodista venezolano, los
políticos "revolucionarios " quieren limpiar a la sociedad
latinoamericana de la corrompida influencia explotadora de la Europa burguesa,
y, particularmente, de los Estados Unidos.
El mayor mito, y el más pernicioso para la América Latina,
en opinión de este periodista venezolano, es la creencia de que
la situación de los países latinoamericanos es el resultado
del "imperialismo" yanqui.
En realidad el fracaso de Bolivia y de América Latina en general
es fundamentalmente atribuible a la cultura hispánica.
Entre los caracteres españoles transmitidos al Nuevo Mundo se encontraba
un individualismo antisocial, una aversión al trabajo y cierta
afinidad por la violencia y el autoritarismo.
Para el español de antaño, el trabajo agrícola o
minero lo tenían que realizar los esclavos organizados en encomiendas
y más tardes en haciendas con todos los defectos y ninguna de las
virtudes de la estructura socioeconómica de la Europa medieval.
"Como extrañarnos de que nuestras sociedades, hasta ayer esclavizadas,
sigan lastradas por la resistencia pasiva al trabajo, propia del esclavo;
por el prestigio disparatado del ocio del amo; y por un ritmo de vida
según el cual el funcionario público que nos dio cita a
las tres de la tarde puede llegar a las cinco y media, o no regresar a
su oficina hasta mañana.", dice Rengel con respecto a la forma
de ser del latino.
El sistema mercantilista español fue también un importante
obstáculo para el desarrollo de las colonias. La insistencia de
los españoles para comerciar solo con la madre patria y el desaliento
para promover industrias en sus colonias determinó un estancamiento
económico que dura hasta nuestros tiempos.
El monopolio, el privilegio, la restricción de la libre actividad
económica o de cualquier tipo son tradiciones profundamente ancladas
en las sociedades de origen hispánico.
La elite hispanoamericana, según muchos pensadores latinoamericanos,
es el principal portador de la cultura que ha fomentado desigualdades,
las debilidades institucionales y el caudillismo tan corrientes en los
países latinoamericanos.
Después de la independencia las clases dirigentes eran oligarquías
que no tendrán otra preocupación ni otra meta que mantener
intactas las estructuras sociales basadas en el latifundio y el peonaje.
Los frecuentes cambios de gobierno, las llamadas revoluciones no serán
sino perturbaciones superficiales en un agua estancada.
Por su parte, la iglesia católica tiene más responsabilidad
que ningún otro factor en lo que es y en lo que no es Bolivia y
América Latina.
Latinoamérica significa nada menos que el fracaso del catolicismo
frente al protestantismo en la época moderna (cuando la extensión
de la cultura europea en América es el hecho fundamental) o en
todo caso de la ética católica frente a la ética
protestante, realizada ésta última históricamente
sobre todo en los EE.UU.
Para nuestro escritor mencionado, por contraste, la sociedad norteamericana
(protestante en su mayoría) aparece en la práctica muchísimo
más exigente de cumplimiento, en la práctica, de lo que
cada cual pretende ser y es en esa exigencia, que es razonablemente efectiva,
donde reside en gran parte la confiabilidad y la productividad de una
parte de la población norteamericana determinante, sobre todo entre
los grupos que colonizaron las regiones protagonistas de lo esencial del
liderazgo y el dinamismo norteamericanos.
La diferencia entre las motivaciones que tenían los colonos ingleses
de la América del Norte que vinieron al Nuevo Mundo a construir
una vida nueva y la de los conquistadores españoles son muy marcadas.
En 1492, año del descubrimiento de América, España
había sufrido dos experiencias físicas y moralmente destructoras:
la expulsión de cientos de miles de judíos (industriales,
fabricantes y comerciantes que sostenían la admirable prosperidad
de Granada y emigraron de España) y diez años de sangrienta
guerra contra los moros que, efectivamente, dejaron en manos españolas,
el control de su propio país, pero también los hizo belicosos,
codiciosos e insensibles al sufrimiento humano.
América, que
estaba dormida soñando el sueño de los ociosos e inocentes,
iba a ser víctima de lo que había pasado en España.
Sus tierras, bosques, pájaros, todos sus tesoros nunca fueron suficientes
para apaciguar la desatada codicia de las hordas merodeadoras que por
espacio de 300 años convirtieron a este continente en un perpetuo
botín de guerra.
Los conquistadores eran realmente la escoria de la sociedad española,
interesados solo en enriquecerse rápidamente y volver a España.
La mayoría de ellos era una soldadesca brutal y supersticiosa recogida
en las casas de juego, tabernas, cárceles, etc.
En la carrera por obtener oro y plata, la agricultura fue abandonada.
El control de los indios, su explotación fue aumentada por el sistema
de encomiendas que por su crueldad fue peor que la esclavitud.
No solo fueron explotados, sino también exportados a otros lugares
como esclavos. Así, aproximadamente 200.000 indios nicaragüenses
fueron trasladados a Panamá y Perú, entre 1528 y finales
de los años cuarenta del siglo XVI.
Muchos miles de estos indios nicaragüenses fueron a parar a lo que
hoy es Bolivia, especialmente al oriente boliviano, a los departamentos
del Beni y Santa Cruz. De ahí la similitud entre los actuales nicaragüenses
y los cruceños y benianos, tanto en sus rasgos faciales, como en
sus costumbres, música, y su forma de hablar.
Entre las tantas taras que dejaron los españoles en Latinoamérica
están la corrupción de la administración pública,
la desviación de fondos, etc. La honestidad es rara en la administración
y provoca la hostilidad de todos aquellos que están acostumbrados
a la corrupción, considerándola apropiada a un cierto status
y a un cierto nivel de prestigio. La administración pública,
incluidas las empresas estatales y las fuerzas armadas, tienen una estructura
institucional que la hace estar más cercana a un sistema de titulaciones
financieras que a un estado capitalista o socialista.
LA "CULTURA"
DEJADA POR LOS ESPAÑOLES
He aquí
unas preguntas a los lectores sobre la historia de Hispanoamérica:
1. ¿En que
país, durante el periodo de 1814 a 1876, hubo siete Constituciones,
dos guerras civiles y treinta cinco intentos militares de derrotar al
gobierno (once de ellos con éxito)?
2. ¿Cuál fue el primer país que, ante el caos político
y el derramamiento de sangre estableció un sistema bajo el cual
los liberales y los conservadores se alternaban el poder?
3. ¿En qué país el 1% de los propietarios de tierras
poseía el 42% de la tierra a principios de este siglo?
4. ¿Qué país experimentó seis revueltas campesinas
y cuatro levantamientos urbanos entre 1827 y 1917?
5. ¿En que país, durante este siglo, las luchas civiles
con intervención extranjera, condujeron al establecimiento de una
dictadura militar que duró cuatro décadas?
El acertijo es por
supuesto engañoso. La respuesta podría estar en cualquiera
de los países latinoamericanos, pero en este caso es España.
En cada caso la pregunta recuerda a un determinado país. La primera
pregunta se refiere a Bolivia, la dos a Colombia, la tres a casi todos,
la cuatro a México y la Argentina y la cinco a Nicaragua y la República
Dominicana.
En el fundamento de
la visión del mundo hispánico se encuentran cuatro premisas:
1. Fatalismo (la vida
está formada por fuerzas que están más allá
del control humano).
2. Jerarquía (la sociedad es por naturaleza jerárquica;
la posición de uno depende del propio nacimiento)
3. Dignidad (la persona tiene valor e integridad intrínseca, pero
eso no tiene nada que ver con los derechos, la iniciativa, la empresa
o la igualdad de oportunidades).
4. Superioridad masculina (de la cual proviene el autoritarismo, el paternalismo
y el machismo).
El individualismo
español se aproxima a la misantropía ya que para el español
no es suficiente tener el cielo garantizado para sí, debe también
tener garantizado el infierno para su vecino
El conjunto de valores y actitudes que proceden del individualismo español
es el fracaso de la elite española y latinoamericana para desarrollar
un cierto sentido del principio de "nobleza obliga". Ese principio
relacionado con el concepto de juego limpio hacen que las sociedades realmente
progresen.
En su obra "Ingleses, franceses y españoles", el escritor
Salvador de Madariaga toma nota de la tendencia hacia el desorden social,
político y moral que con frecuencia se observa en nuestras sociedades.
Son instintivamente hostiles a asociarse, rebeldes a la disciplina y a
la técnica y acostumbrados a invertir la escala de servicios sociales
a favor de los grupos que están estrechamente relacionados con
el individuo.
Añade que la familia en los españoles y latinos es la más
fuerte de las unidades, es autosustentada y más amplia que la inglesa
o la francesa. Esta generalmente ampliada por el compadrazgo, los padrinos
se escogen en el nivel social más alto de forma similar como un
cliente busca a un patrón rico y poderoso.
Los latinos y el boliviano
en particular tienen un desdén por el trabajo físico, por
hacer dinero, por los conocimientos tecnológicos y por el aprendizaje
no humanístico. Y aunque tienen que luchar para sobrevivir, por
la fuerza viven vidas de esfuerzo monótono y de trabajo penoso.
Para la aplastante mayoría de los bolivianos, son penosas todas
las ocupaciones impuestas por la necesidad. Gravitan sobre nuestra existencia
magullándola, triturándola y lo que más nos atormenta
del trabajo es que al llenar el tiempo de nuestra vida, nos parece que
nos la quita, es decir, el tiempo empleado en el trabajo parece no ser
nuestro y que nuestra vida esta siendo aniquilada por él hasta
el extremo de que "quien trabaja lo hace con la esperanza más
o menos tenue de ganar con ella un día la liberación de
su vida, de poder en su hora dejar de trabajar y comenzar de verdad a
vivir", como dijo Ortega y Gasset.
Otra característica
propia del boliviano está en su actitud hacia el mañana,
típica del estereotipo latinoamericano. Existe la tendencia a posponerlo
todo a un remoto mañana. Ante cualquier requerimiento el boliviano
responde con un gangoso mañana.
LA INFLUENCIA DECISIVA
Y NEGATIVA DE ESPAÑA EN AMERICA LATINA Y BOLIVIA
Existe clara evidencia
de la profunda y negativa influencia española a la cultura americana
en general y a la boliviana en particular.
En su libro "Cultura y Conquista", George Foster examina los
patrones en los que la cultura española ha suplantado esencialmente
a la cultura indígena a lo ancho del espectro de la actividad humana,
desde la labranza y la pesca a la organización de ciudades y las
técnicas de partería. Por supuesto que las culturas indígenas
han sobrevivido y continúan influyendo sobre la cultura nacional
sobre todo en Bolivia, México, Guatemala, Perú y Ecuador.
Sin embargo, las características de origen español que tienen
origen en la época de la conquista confieren a toda Hispanoamérica
una unidad cultural común, aunque cada país independizado
tenga sus características peculiares.
Los patrones de comportamiento de la mayoría de los bolivianos
son los mismos que existían en España de los siglos XVI
y XVII, entre estos patrones que definen su modo de ser están:
INDIVIDUALISMO:
A diferencia del concepto norteamericano de individuo que radica en
una forma política, económica y social de mirar al individuo
que lleva a la igualdad de oportunidades y a la conciencia social, el
concepto hispanoamericano se centra en la dignidad, el honor y el alma,
desalentando la democracia y permitiendo al individuo o a un grupo de
ellos tomar ventaja de otros y explotar, antes que cambiar la sociedad.
"Ese no sentirse cada cual parte de un todo y comprometido con un
destino colectivo. Al proyectar este individualismo a toda la sociedad
se crea algo como los Estados Desunidos de América Hispana, como
fruto de la dictadura y la separación, opuesto a los Estados Unidos
de la América anglosajona" dice Rengel.
CAUDILLISMO Y MACHISMO:
Aunque la autoridad se puede burlar, el poder como el que ejerce el caudillo
político, el hombre fuerte, el implacable aunque exitoso general
u hombre de negocios es respetado y deseado.
No se necesita investigar mucho para encontrar expresiones políticas
autoritarias y de otra clase. La atmósfera general de dictadura,
su preocupación por el poder personal y por la agresividad, su
desprecio por los derechos de los individuos, existió desde el
principio.
Tampoco es difícil no percibir la similitud entre la figura del
macho y la del conquistador español.
LEY CONTRA PERSONALISMO:
La escasa relación de la ley respecto a la realidad en Bolivia
y América Latina en general se comenta a menudo. Debido a una larga
tradición autoritaria de la Iglesia y el Estado, las leyes y los
reglamentos con frecuencia se consideran asuntos que han de ser evitados
y se siente satisfacción por un individualismo y una libertad de
espíritu y acción que se aproxima a la anarquía.
El personalismo es generalmente la base sobre la cual operan el gobierno
y también los negocios. La ley tiene una vida propia, es un sujeto
académico, separado de la realidad por la suposición continua
de que su significado y aplicación están en duda. Los negocios
de rutina se llevan a cabo al borde de la ley, en honorarios y sobornos,
en lealtades personales, en códigos de honor, en evasiones de impuestos
y en desfalcos.
Todas estas actividades continúan siendo consideradas naturales
y previsibles, como en el periodo colonial. Las constituciones liberales
y democráticas sirvieron simplemente como adornos para la supervivencia
del sistema colonial. Y esta ideología liberal y democrática,
lejos de expresar nuestra situación histórica concreta,
la enmascaró y la mentira política se estableció
casi constitucionalmente. El daño moral ha sido incalculable.
RIGIDEZ SOCIAL: Ni
las revoluciones, ni los alzamientos subvirtió el orden social
existente bajo la colonia. Las clases inferiores permanecieron subordinadas
y solo se produjeron cambios importantes entre los criollos y los peninsulares
en el nivel superior de la escala social. Esa estructura social establecida
en el siglo XVI sigue lastrando la sociedad boliviana y latinoamericana
en general hasta hoy, siglo XXI.
Como en la sociedad española, hoy se intenta cuidar que los cambios
no rompan el orden social, las condiciones de inmovilidad y la distribución
del poder económico, político y social que caracteriza el
orden tradicional.
ACTITUDES ACERCA
DEL TRABAJO: A diferencia de la actitud tradicional de las sociedades
predominantemente protestantes, los bolivianos y latinos en general no
piensan que el trabajo sea un valor positivo; se le considera como un
mal necesario, algo que la gente tiene que hacer para vivir, pero algo
que ha de evitarse si es posible.
ESTADOS UNIDOS
Y LATINOAMERICA
Los intelectuales
de Latinoamérica y de los Estados Unidos han desarrollado la "teoría
de la dependencia", buscando justificar de algún modo el fracaso
de los países de origen hispano ante los países del Norteamérica.
Esta teoría culpa a los Estados Unidos sobre todo de todos los
males de América Latina y se resume en que América Latina
es pobre porque los Estados Unidos son ricos; gran parte de los latinoamericanos
no come porque los americanos comen demasiado o E.U cobra mucho por sus
productos y obtiene materia prima barata.
También se escucha a menudo que las transnacionales norteamericanas
desangran a América Latina e imponen gobiernos a su antojo para
perpetuar su posición privilegiada.
Si bien hay poco de verdad en estas premisas, en lo fundamental son teorías
totalmente equivocadas y constituye un gran impedimento al progreso de
América Latina, porque la economía americana es esencialmente
autosuficiente y las cifras de su economía demuestran que la mayor
parte del crecimiento de los Estados Unidos se le puede atribuir a su
producción propia y a su mercado interno.
Solo la ciudad de Springfiel en Massachusetts es un mercado mayor al de
toda Centroamérica y la mayor parte del comercio se lleva con los
países desarrollados y una ínfima parte de ella se lleva
a cabo con América Latina.
Un análisis racional de la influencia de las transnacionales norteamericanas
y de otros países es en la economía latinoamericana nos
demuestra que ayudó más a su crecimiento que a su dependencia
y que la teoría de la independencia es más un mito que una
realidad. Tanto América Latina como Norteamérica están
dotados de grandes riquezas e iniciaron el siglo XIX, a grandes rasgos,
en las mismas condiciones económicas que América Latina.
Pero, mientras a finales de siglo Norteamérica se había
convertido en potencia económica, gracias a la inversión
europea, los países de América Latina eran las mismas sociedades
estancadas, explotadoras e injustas que habían sido desde el siglo
XVI, cuando eran colonias ibéricas.
¿Explica la teoría e la dependencia las corrientes militaristas,
el autoritarismo y la inestabilidad política, comunes a la mayoría
de los países latinoamericanos en los siglos XIX y XX?¿
Explica esta teoría el terrible analfabetismo que abunda aun hoy
en el siglo XXI y los graves problemas de salud pública?
Volviendo al escritor y periodista venezolano Carlos Rengel: "la
historia latinoamericana ha estado determinada principalmente por la cultura
hispana y que dicha historia fue hasta hoy un fracaso".
Las razones de tal fracaso son:
1 El éxito
desmesurado de los Estados Unidos en el mismo continente y en el mismo
tiempo histórico
2- La incapacidad de la América Latina para la integración
de su población en nacionalidades razonablemente coherentes y cohesivas,
en donde esté mitigada, sino ausente, la marginalidad social y
económica
3- La impotencia de América Latina para la acción externa
económica, política y cultural, etc. y su consiguiente vulnerabilidad
a acciones e influencias externas e cada una de esas áreas.
4- La notoria falta de estabilidad de las formas de gobierno latinoamericanas,
salvo las fundadas en el caudillismo y la represión
5-La ausencia de contribuciones notables latinoamericanas a las ciencias,
las artes o las letras (lo que existe son excepciones).
6- El crecimiento demográfico desenfrenado, mayor que de cualquier
otra área del planeta
7- El no sentirse Latinoamérica indispensable, o ni siquiera demasiado
necesaria.
Analizando la historia
del Nuevo Mundo vemos que en 1700 el Imperio Español de América
era incomparablemente más rico, más poderoso y prometedor
que las colonias inglesas del norte, donde se enfrentaban graves obstáculos
en la formación de un estado federal.
Sin embargo, pocos años después, Norteamérica ya
experimentaba un crecimiento acelerado. Francisco de Miranda, también
venezolano, viajó en ese entonces por los Estados Unidos y relata
la convivencia de los norteamericanos en una parrillada de esta forma:
" Comieron y bebieron los primeros magistrados y gente del pueblo,
dándose las manos y bebiendo de un mismo vaso. Es imposible concebir
una asamblea más puramente democrática..."
Al asistir a la Cortes de Justicia en Carolina del Sur, que son públicas,
según costumbre británica, se admira de la democracia que
reina en los Estados, con sus poderes ejecutivo, legislativo y judicial
distintos y realmente soberanos, en contraste con el sistema español.
En Filadelfia se maravilla de desembarcar "sin ceremonia alguna ni
registro" y al viajar a Nueva York se admira de la prosperidad de
Nueva Jersey, de la robustez de sus habitantes, y de la agricultura, "donde
no hay un solo rincón donde no haya una casa". "Jamás
encontré un individuo desnudo, hambriento, enfermo u ocioso. El
territorio está dividido en pequeñas parcelas llamadas farms
y está muy bien cultivada y el número de casas es mucho
mayor, aunque no suntuosas, como en otros países". "...Sobre
las costas el terreno es arenoso y pobre, pero el pueblo industrioso,
bajo el influjo de un gobierno libre, la hacen prosperar a pesar de todos
los inconvenientes", relata.
Mas adelante se maravilla de Boston: "donde está permitido
todo lo que no se prohibe expresamente y se presume la buena fe de cada
cual, mientras no haya motivo de sospechar lo contrario". "Solo
había que decir que los baúles no contenían nada
prohibido y lo dejaron pasar al instante", expresa con admiración.
Finalmente en Massachusetts, hace observaciones parecidas.
Estas sencillas verdades sobre origen de la prosperidad y el poder de
los Estados Unidos antes de toda relación con América Latina,
han sido hoy sustituidas por entorchadas explicaciones sobre cómo
el auge norteamericano estaría en relación directa con el
atraso del resto del Hemisferio, cuya explotación por los yanquis
sería la causa principal, y hasta única, tanto de la riqueza
norteamericana como de la pobreza latinoamericana, del éxito de
ellos y de nuestro fracaso. Y si alguien lee esta parte del diario de
Miranda debe ser en secreto, porque nadie lo cita, nadie lo comenta. Es
incómodo, se vive de mitos, afrentar la verdad, dicha en forma
tan simple, tan clara, irrefutable. Y para colmo por uno de los auténticos
héroes y uno de los más grandes hombres de Hispanoamérica.
Pero, también el Libertador Simón Bolívar dio su
juicio final sobre América Latina, en un discurso que pronunció
en 1830, antes de morir dijo: "He mandado veinte años, y de
ellos no he sacado más que pocos resultados ciertos. La América
Latina es ingobernable para nosotros, el que sirva una revolución
ara en el mar. La única cosa que se puede hacer en América
Latina es emigrar. Este país (se refiere a la gran Colombia, luego
fragmentada entre Colombia, Venezuela y Ecuador) caerá infaliblemente
en manos de la multitud desenfrenada para después pasar a tiranuelos
casi imperceptibles de todos los colores y razas, devorados por todos
los crímenes y extinguidos por la ferocidad, los europeos no se
dignarán conquistarnos. Si fuera posible que una parte del mundo
volviera al caos primitivo, éste sería el último
periodo de la América Latina".
En 1879 Estados Unidos era un país productor sobre todo de materias
primas, minerales y agropecuarias y no participaba prácticamente
en el comercio internacional salvo como exportador de esos productos,
es decir, eran las mismas condiciones de las cuales se asegura que hoy
son la causa principal del atraso de América Latina.
En la primera guerra mundial, Estados Unidos ya era una potencia mundial,
había construido el canal de Panamá y derrotado a la más
poderosa marina de ese tiempo, la española.
LA DIFERENCIA ESTÁ
EN EL MODO DE SER DE CADA CUAL
Costa Rica es diferente
a Nicaragua, como también lo es con respecto a todos los países
hispanos porque los costarricenses son diferentes a los nicaragüenses.
Nicaragua y la República Dominicana no se han aislado tanto de
la corriente central de la cultura hispana como Costa Rica, sus respectivas
historias se parecen mucho entre sí y a la de España, sin
embargo sus niveles de desarrollo son totalmente diferentes. Ambas están
bastante detrás de Costa Rica.
Al mismo tiempo, la República Dominicana está mucho más
adelantada que Haití, con la cual comparte una isla. Sin embargo,
como colonia francesa estaba más adelantada que el Santo Domingo
español. Hoy en día Haití, junto a Bolivia son los
países más pobres de América Latina. Su standard
de vida está mucho más cercano de Africa subsahariana, donde
están las raíces del pueblo haitiano.
Asimismo, las raíces de Barbados están en el mismo suelo
africano y los barbadenses fueron esclavos en el Nuevo Mundo, pero sus
amos no eran españoles, eran ingleses y los esclavos resultaron
a la larga ser beneficiarios del concepto inglés de "nobleza
obliga" desde principios del siglo XVIII. Este dominio inglés
continuó hasta 1966, aunque el gobierno colonial se hizo cada vez
más ilustrado en consonancia con la propia marcha de Gran Bretaña
hacia una democracia moderna.
Hoy Barbados es uno de los países más adelantados del Continente,
porque es mucho más inglesa que africana, a pesar del color de
su piel.
Si nos trasladamos al sur, vemos que Argentina, por ejemplo, mucho más
grande y rica que Nicaragua, la República Dominicana y Costa Rica
juntos se encuentra en la misma corriente cultural hispanoamericana. Si
la dotación de recursos puede dar origen al progreso económico
y a la democracia en cualquier país, ese país debería
haber sido Argentina, pero no es así.
Australia, al igual que Argentina, tiene muchos recursos naturales. Su
nivel de desarrollo económico fue comparable al de Argentina hasta
1930. Sin embargo, actualmente Australia a dejado muy atrás a Argentina
y ha mantenido un ritmo de desarrollo, similar al de los países
occidentales industrializados. Hoy en día Australia es el país
que ha conseguido más éxitos en el mundo, con una democracia
sólida, una justicia social envidiable y un incremento continuo
de la prosperidad. Algo similar ocurrió en Canadá y Estados
Unidos. Por todo ello, es difícil no llegar a la conclusión
de que la cultura británica ha desempeñado un papel decisivo
para lograr el desarrollo al que llegaron estos tres países.
La visión que cada sociedad tiene del mundo afecta indiscutiblemente
la cohesión de cada sociedad, su inclinación hacia la justicia
y el progreso, que logra despertar la potencial creatividad humana.
En el caso de América Latina y de Bolivia en particular, vemos
un modelo de cultura tradicional hispana, que es antidemocrático,
antisocial, antiprogresista, antiempresarial y, al menos entre la elite
antilaboral.
Todo lo visto hasta aquí nos conduce invariablemente a confirmar
que el desarrollo humano se ve frustrado en Bolivia y en la mayoría
de los países hispanoamericanos (y del Tercer Mundo) por una forma
de ver el mundo, heredada de los españoles, que impide conseguir
el pluralismo político, la equidad social y el progreso económico
dinámico. Esta forma de ver el mundo ha sido conducida, sin desviaciones
de importancia, por el ímpetu de los siglos.
¿QUE HACER
PARA CAMBIAR?
Que la cultura cambia
es evidente, pues algo sucedió en Costa Rica que hizo a los descendientes
costarricenses de colonizadores españoles diferentes de los que
se asentaron en otras regiones.
Los esclavos de Haití y los de Barbados procedían esencialmente
de la misma cultura africana. Hoy son dos cultura profundamente diferentes.
Pero, ¿qué pueden hacer las sociedades para garantizar que
sus valores y actitudes hacia el mundo que les rodea cambien y aceleren
el progreso?
Al plantear esta pregunta cruzamos la frontera del conocimiento científico.
Si partimos de la premisa de que es la cultura, la mentalidad y la forma
de ver el mundo lo que hace que unas sociedades progresen y otras no,
habremos avanzado ya medio camino en la solución del problema.
Para realizar un profundo cambio cultural y poder identificar aquellos
valores y actitudes que impiden el desarrollo y otros que necesitan ser
introducidos o fortalecidos, es necesario una verdadera revolución
cultural, lo que significa una sincera introspección nacional que
produzca un conjunto de objetivos para conseguir ese cambio. Entre esos
objetivos se pueden distinguir los siguientes:
La Dirección
A través de
la historia surgieron ciertos lideres que cambiaron los valores y actitudes
de sus sociedades, entre ellos están Lenin, Lincoln, Roosevelt,
Ghandi, Mao y en América Latina Fidel Castro y Rómulo Betancourt
y si bien los cambios pueden no haber sido positivos para todos, lo importante
es que estos lideres cambiaron la historia de sus países, influyendo
en los valores y actitudes de su sociedad.
Si los lideres están convencidos de que los factores culturales
son importantes obstáculos para el progreso, harán del cambio
cultural una parte esencial y prioritaria de su programa de gobierno,
acudiendo a discursos, campañas anticorrupción y a los programas
legislativos que impongan un cambio social. También se puede, por
medio del ejemplo, contribuir a cambiar las expectativas populares simplemente
viviendo, tratando civilizadamente con la oposición y siguiendo
una política que estimule la participación de todos en torno
a un sentido de patria o pertenencia a algo.
La Reforma Religiosa
Como se explicó
anteriormente, la religión es un poderoso determinante de la cultura.
Si bien no todos pueden estar de acuerdo, me parece muy evidente que el
protestantismo en general y el calvinismo en particular, han desempeñado
un gran papel en el éxito de muchas naciones industrializadas y
en otras de ingresos medios superiores como Trinidad y Tobago y Barbados.
Las religiones tradicionales, como el catolicismo, aunque pueden ayudar
a la gente a soportar la vida cerca de los límites de la supervivencia,
con frecuencia obstruyen el camino del progreso, aunque los feligreses
deseen este progreso. El vudú en Haití es una de ellas.
La
reforma religiosa puede constituir un poderoso agente de cambio cultural
positivo si:
1- Reafirma el futuro y el concepto de progreso
2- Estimula un código ético que ayude a ampliar el radio
de confianza de una sociedad
3- Desaliente el autoritarismo en su misma iglesia
4- Estimule la creencia de que los seres humanos pueden controlar sus
destinos.
Obviamente esta es
la parte más difícil del cambio porque de por medio está
la interpretación fundamental de la relación entre deidades
y seres humanos. Las viejas tradiciones de una Iglesia suelen estar determinadas
por gente mayor. Por otra parte, la cultura puede cambiar sin que la religión
quede comprometida y la incapacidad de la religión para mantenerse
al frente o encabezando tales cambios puede comprometer su influencia.
La Educación
y la Instrucción
La educación
es un poderoso elemento del cambio cultural. Ella puede hacer que la cultura
sea rígida, aunque también progresista. La educación
en los países de América hispana hace ambas cosas. Proporciona
a las masas abandonadas los instrumentos indispensables para la movilidad
económica y social pero también refuerza la visión
tradicional que tienen del mundo tanto la elite como las masas a todos
los niveles del sistema educativo, mediante el uso de técnicas
pedagógicas autoritarias, incluido el dictado con memoria repetitiva
y la represión de la disensión.
Para el cambio cultural es indispensable una pedagogía participativa
con técnicas que estimulen la iniciativa y cooperación en
los niveles inferiores del sistema educativo y ponga énfasis en
los seminarios y ejemplos en los niveles superiores.
Hace muchos años, Venezuela se preocupó hasta tal punto
de la forma cómo aprendían sus niños que creó
en Ministerio para el Desarrollo de la Inteligencia Humana. La responsabilidad
del entonces Ministro de Educación consistía en enseñar
a los niños venezolanos a pensar.
Hay que tomar en consideración que las matemáticas que enseñan
en Harvard, en Moscú o en Tokio son las mismas que se enseñan
en Caracas, La Paz o París y el potencial de los estudiantes es
el mismo. ¿Porqué entonces los resultados son tan diferentes?
¿Porqué los grandes científicos, ganadores de premios
Novel y eminencias en sus disciplinas salen de universidades de países
industrializados y no de las universidades de Hispanoamérica? Creo
que la respuesta está en la forma de concebir la educación.
En aquellas a los estudiantes se les ha enseñado a pensar.
El objetivo de un nuevo programa de aprendizaje debería desarrollar
una disposición para aceptar nuevas ideas, probar nuevos métodos;
una presteza para expresar opiniones; un sentido del tiempo que hiciera
a los hombres más interesados en el presente y en el futuro que
en el pasado; un mejor sentido de puntualidad; una mayor preocupación
por la planificación, la organización y la eficacia; una
tendencia a ver el mundo como algo calculable; una fe en la ciencia y
la tecnología y, finalmente, una creencia en la justicia distributiva.
Los Medios de Comunicación
Social
En los últimos
años, la visión que la gente tiene del mundo se ha visto
cada vez más influida por la radio, la televisión, el cine
y en algunos sectores por los periódicos y las revistas. Estos
medios son importantes modeladores de los valores y actitudes populares.
Pueden contribuir a la formación de un consenso nacional sobre
el cambio cultural y también desempeñar un papel clave en
el mismo proceso de cambio.
El cambio cultural necesita de todos los medios posibles de comunicación
para que sea efectiva y por ello los últimos avances en materia
de computación, Internet y todo lo que pueda inventarse tiene que
tomarse muy en cuenta para lograr el cambio de mentalidad de grandes sectores
de la población.
Proyectos de Desarrollo
Los especialistas
que conciben proyectos de desarrollo pueden estar en situación
tanto de incrementar la efectividad de tales proyectos, como de fomentar
el proceso de cambio cultural, considerando las implicaciones culturales
de lo que están haciendo.
Los proyectos de desarrollo fallan o fracasan con frecuencia, poco antes
de alcanzar sus objetivos, porque se ignoran los valores y actitudes de
los beneficiarios a los que va dirigido.
Entre otras, es necesario:
- Programas para ampliar el numero de sociólogos bien entrenados
- Programas para la investigación de valores y actitudes de un
pueblo
- Promoción de cooperativas agrícolas, organizaciones de
desarrollo comunitario y otras asociaciones basadas en el interés
mutuo.
- Proyectos que estimulen el diálogo entre los grupos de trabajo,
comerciales e intelectuales y entre los partidos políticos
- Proyectos que identifiquen y entrenen líderes
- Programas de educación e instrucción que expongan a la
gente culturas más progresistas
- Esfuerzos para descentralizar el poder gubernamental y la adopción
de decisiones.
Un excelente ejemplo
de un programa de desarrollo bien llevado es el realizado en una cooperativa
lechera en la India (en el Estado de Gujarat), denominado Anand, que ha
modernizado las actitudes y valores de la gente.
Un grupo de productores de leche que buscaba protegerse de los intermediarios
formó una cooperativa que creció hasta abarcar a cientos
de miles pequeños productores (la mayoría tenía no
más de una o dos cabezas de ganado). Los productores, ayudados
por sus esposas e hijos, llevan la leche a los centros de acopio convenidos
dos veces al día. La cantidad de leche, su pureza y su contenido
en grasa se miden utilizando instrumentos modernos y se les paga diariamente
a los productores. También se les proporciona comida científicamente
preparada para sus animales a precios razonables y reciben asistencia
técnica de veterinarios calificados. La cooperativa mantiene un
consorcio de criadores de ganado de alta calidad y los productores utilizan
ampliamente la inseminación artificial. Esto es absolutamente increíble
teniendo en cuenta que en la India la vaca es un animal sagrado.
Los miembros de esas cooperativas han experimentado un sustancial aumento
en sus ingresos y cada día se producen cambios en la forma en que
estos campesinos ven el mundo, una nueva lección de tecnología
moderna y de juego limpio y cada día hay una mejor recompensa para
el trabajo arduo e inteligente.
La participación de las cooperativas al nivel de aldea constituye
una enseñanza práctica de democracia. Las actitudes sobre
salud, nutrición y dimensiones familiares han cambiado. Los antiguos
patrones sociales se han quebrado: hace unos veinte años los intocables
formaban filas separadas; hoy en día las filas separadas no existen.
Hoy Anand es un floreciente complejo de actividades, produce una amplia
variedad de productos, que incluye alimentos de alto valor proteínico
para niños, chocolate. Ha engendrado además una prometedora
cooperativa de semillas oleaginosas, un programa de cuidados de salud
primarios, una escuela para graduados en administración rural.
Invierten dinero en lecherías gubernamentales deficitarias y las
convierten en modernas, eficaces y rentables.
Esto demuestra que el cambio cultural puede ser el resultado de actividades
de desarrollo que comprometen a sus participantes en formas progresistas
de organizar la empresa humana.
Las Prácticas
Administrativas
La industrialización,
objetivo nacional en la mayoría de los países pobres, puede
ser también de por sí un poderoso instrumento de cambio
cultural. Dentro de ese marco, el administrador que explique más
que ordenar, que aliente la comunicación en su organización
y recompense la iniciativa, puede crear un medio en el cual los trabajadores
sientan que son reconocidos por sus superiores; las responsabilidades
y un cierto grado de autonomía son de verdad delegadas por todos
los niveles de la administración; todos los niveles del personal
se identifican con sus puestos, con la empresa y con sus objetivos; los
trabajadores cooperan entre sí de buen grado y con todos los niveles
de administración en la búsqueda de ventajas materiales
personales, pero colectivas. Los individuos son libres de discutir los
problemas que surgen en sus trabajos con los superiores y sus compañeros
y aprovechan las oportunidades.
Pero, los pueblos de cultura española que se ven expuestos por
primera vez a una administración democrática moderna no
experimentan cambios importantes en sus valores, cultura y mentalidad
pero su ansiedad, rencor, su rabia y represión forzada durante
las horas de trabajo pueden haber disminuido considerablemente. Sobre
todo la gente no necesitará descargar sus temores, rabia y agresión
sobre sus subordinados o hijos.
Las prácticas
de crianza infantil
Cualquier cambio en
los valores y actitudes de los padres introducido por los dirigentes políticos,
las iglesias, la escuela y los medios de comunicación, etc., deberían
ser sustancialmente transmitidos a sus hijos de esta forma. Pero el progenitor
socializa al niño de otra forma que puede ser mucho más
importante para el cambio cultural y mucho menos susceptible de modificación.
En opinión de psicólogos y sociólogos, la forma en
que el padre se comunica con el hijo puede ser más importante que
lo que quiere decir. La forma en que la madre y el padre tratan al hijo
puede ser el principal determinante de la propia imagen y de la confianza
en sí mismo que adquiere el niño, de la estabilidad emocional,
del juicio, del grado de optimismo, de la capacidad y motivación
para el éxito y de un sentido de confianza. Todas esas características
son de trascendental importancia para los individuos como para las sociedades.
En Bolivia una poderosa inercia mantiene las técnicas de los padres
de una generación a la siguiente y por ende el niño consciente
o inconscientemente está preparado de la misma forma para el papel
de progenitores que tendrá que asumir más tarde, si es que
llega a sobrevivir. Puede que haya una visión muy diferente del
mundo entre una generación y la siguiente, pero el carácter
entre padre e hijo es muy similar por razones genéticas y debido
a la inercia que le transmite el padre. Por lo tanto, la creatividad,
la adaptabilidad social y el juicio tiene mucho que ver con la forma en
que funciona la sociedad en la realidad. No es en absoluto extraño
que alguien que cree en las relaciones interpersonales democráticas
sea autoritario debido al daño emocional y psíquico heredado
por padres autoritarios.
Si bien todos necesitan estudiar más a fondo el problema de la
educación paternal exitosa, existe evidencia de que las prácticas
de crianza de niños influyen mucho en la cultura, que ningún
país preocupado por el progreso de su sociedad puede permitirse
ignorar esta cuestión.
Además de lo
expuesto anteriormente, se tiene que tener muy en cuenta que el desarrollo
de los países se ve afectado también por factores no culturales
y dificultades monumentales que son necesarias de superar para acelerar
un cambio cultural constructivo.
Sin embargo, si como vimos, el desarrollo es en gran medida un estado
mental, una forma de concepción del mundo, una mentalidad, si se
quiere progresar no hay más elección que por lo menos intentar
el cambio.
Vladimir Ramírez
T.
Periodista boliviano
vladiramt@yahoo.com
vladiramt@hotmail.com
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