París, Febrero, Edwin Pérez Uberhuaga (CEM).- Desafortunadamente Europa y Estados
Unidos todavía no han aprendido las lecciones del Holocausto y de dos guerras
mundiales, porque de una manera tal vez mas sutil repiten los mismos esquemas
de xenofobia, que hoy no destruye los cuerpos, sino la personalidad de los
extranjeros y las minorías.
La opinión fue expresada por el Vicario de la Misión Católica en Lengua Española
en París, P. Jorge Benavides, en una semana en que los medios de comunicación
difunden documentales que muestran los 60 años de la liberación de los prisioneros
judíos del campo de concentración de Auschwitz (Polonia).

?Es doloroso que muchos no han aprendido la lección y por eso corremos el
riesgo de repetir la historia?, dijo el sacerdote, preocupado por la creciente
ola de explotación laboral, expulsiones y malos tratos a los latinos y migrantes
en general.
Hizo notar que hay muchos europeos que son solidarios y que muestran respeto
por otras culturas, pero hay otros que hoy no pueden lesionar el cuerpo de
los extranjeros, pero si su autoestima y su estabilidad emocional.

?Me encontré con migrantes con un grave complejo de inferioridad por no saber
expresarse bien en francés?, dijo el sacerdote costarricense al hacer notar
que cuando los extranjeros van a Latinoamérica se les disculpa sus graves
errores de pronunciación.
Manifestó que, a pesar de las nuevas barreras, muchos latinos siguen llegando
a Francia empujados por la pobreza en el mundo globalizado y por la influencia
de los medios de comunicación que muestran a los países industrializados
como un paraíso, cuando la realidad es otra.
Por la inestabilidad política y económica que sufren, se ha incrementado
el numero de migrantes que provienen de Venezuela, Ecuador, Argentina y Bolivia
cuya suerte es muy diversa ya que encuentran trabajo o son expulsados.
El P. Benavidez menciono el caso de mujeres bolivianas que vendieron su casa,
llegaron al aeropuerto de París, no encontraron a quien prometió esperarles,
tampoco pudieron trabajar y dos semanas mas tarde se volvieron más pobres
a su país.

?Hay ocho personas que viven hacinadas en cinco metros cuadrados y que para
descansar deben salir de su casa, cuando debería ser al revés?, dijo el sacerdote,
que visito Latinoamérica en años pasados.
También se han descubierto casos en que mujeres jóvenes fueron engañadas
con la promesa de cuidar niños o ancianos en Europa, pero en realidad deben
ejercer la prostitución.

SOLIDARIDAD

El P. Benvidez hizo notar que, en medio de esa situación conflictiva, se
nota la solidaridad entre los más pobres y el apoyo reciproco de los migrantes
con otros que acaban de llegar.
Este corresponsal en persona conoció el esfuerzo de la Asociación ?La pequeña
América?, integrada por una francesa y un boliviano, que prestan ayuda de
todo tipo a los migrantes de varias nacionalidades y que se encuentran en
precariedad.
Ambos, que pidieron no ser identificados, están reemplazando las tareas de
asociaciones de bolivianos y latinos que prefieren estar entre ?legales?,
olvidándose que hace unos años ellos llegaron sin papeles y se casaron para
legalizarse.
La Misión Católica en Lengua Española en París también presta importantes
servicios de asistencia jurídica, entrega de vestimenta y orientación para
los migrantes, cuya cantidad se ha incrementado.

* Edwin Pérez U. es coordinador en Suiza del centro de Estudios en Migraciones
(CEM)Visite y opine en www.revistamigrante.com, www.vulcanusweb.de