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PRIMERA
PARTE
T E S T I M O N I O
EDUARDO
HUGHES GALEANO Nació en Montevideo en 1940. Se inició en periodismo
en el semanario socialista El Sol, publicando dibujos y caricaturas
políticas con el nombre de Gius, en función de su primer apellido.
Fue jefe de redacción del semanario Marcha y director del diario Epoca,
además de otros semanarios en Uruguay y Montevideo. Por convicciones
políticas en 1973 se exilió en la Argentina, donde fundó y dirigió la
revista Crisis. En 1976 vivió exiliado en España y en 1985, regresó
a su país, donde reside actualmente. Ha publicado varios libros,
entre ellos: Las Venas abiertas de América Latina; La Canción de nosotros
1975 y Días y noches de amor y de guerra 1978.
Finalmente ha publicado sus tres volúmenes de la Trilogía del
Fuego: Los nacimientos 1982; la cara y las máscaras 1984 y El siglo
del viento 1987.
Bueno, yo no se qué hacen ustedes aquí? ... Hay una fiesta de samba
por aqui cerquita....,... si yo fuera ustedes, ....estaría ahí.....
En todo caso; prometo no atermentarles demasiado y hasta quizá,... divertirlos
un poquito".
"La mujer y el hombre soñaban que Dios
los
estaba soñando.
Dios
los soñaba, mientras cantaba y
agitaba
sus maracas, envuelto en humo de
tabaco y se sentía feliz y también
estremecido
por la duda y el misterio.
Los
indios maquiritaressaben que si Dios
sueña
con comida, fructifica y da de
comer
y, si Dios sueña con la vida, nace y
da
nacimiento
La
mujer y el hombre soñaban que en el
sueño de Dios aparecía un gran huevo
brillante; dentro del huevo ellos cantaban
y bailaban y armaban mucho alboroto,
porque estaban locos de ganas de nacer.
Y soñaban que en el sueño de Dios,
la
alegria era más fuerte que la duda y el
misterio. Y Dios soñoba, los creaba y
cantando les decía, rompo este huevo y
nacerá el hombre y la mujer, nuevamente,
naceran y volverán a morir y otra vez
naceran y nunca dejaran de nacer,
porque la muerte es mentira".
Eduardo Galeano-Berlin 1997.
Días y noches estuve pegado a las sillas de las bibliotectas públicas,
leyendo libros "insoportables". Fue una continuación de escribir "Las
Venas Abiertas de América Latina". Lo que intento es, ofrecer una contrahistoria,
o sea, contar la historia desde otro punto de vista; desde el punto
de vista de los que tienen la boca amordazada.
No
de "los que no tienen voz", -expresión creo bastante desdichada de la
Teologia de la Liberación-. Todos tenemos voz, todos tenemos algo que
decir a los demás; algo que merece ser celebrado o perdonado. Simplemente
ocurre que los que tienen cosas para decir, que vale la pena escuchar,
tiene la boca amordazada. No tienen el derecho de decir; el derecho
de opinar, los excluídos de la historia; los que no figuran,... porque
la historia oficial tienen sus reflectores puestos en las cumbres.
Entonces las bases yacen en la oscuridad y por eso la historia oficial
en America Latina y no sólo en America Latina, es una historia escrita
por y para los blancos, los machos, los ricos y los militares. ...Yo
soy blanco y macho pero nadie es perfecto".
No
puede mirar la luna sin calcular la distancia,
no puede mirar un árbol sin calcular la leña,
no puede mirar un cuadro sin calcular el precio,
no puede mirar un menú, sin calcular las calorias,
no puede mirar un hombre sin calcular la ventaja,
no puede mirar a una mujer sin calcular el riesgo"
Eduardo Galeano-Berlin 1997.
ECONOMIA DE MERCADO
Quizá, yo no fuí suficientemente claro para expresar mi admiración por
el sistema social. Hay un texto que escribí para celebrar el cumpleaños
de dos instituciones que, yo admiro mucho. Cumplieron 50 años de edad,
éstas organizaciones consagradas a la protección de los pobres y a la
felicidad de los desamparados. Yo me sentí tan conmovido que envie un
texto a Washington D.C, donde funcionan estas instituciones filantrópicas;
el Fondo Monetario Internacional; y, el Banco Mundial. No me contestaron.
Pero como el correo uruguayo anda muy mal, es probable que no haya llegado
esta contribución a la fiesta. La verdad es que me consuelo al saber
que no estoy sólo en esta fustración mía; porque hay un poeta brasileño,
John Cabral de Melometo; que padece de jaquecas y dolor de cabeza, desde
hace 38 años; él escribió un poema esplendido que se llama "Monumento
a las Divinas" y se lo mando a la Bayer para ver si se lo compraba y
nunca lo contestaron, como me paso a mi. Es dura la vida del artista.
"El admirable sistema que programa la computadora,
que alarma al banquero,
que alerta al Embajador,
que
cena con el General,
que emplaza al Presidente,
que intima al Ministro,
que amenaza al Director General,
que humilla al Gerente,
que grita al Jefe,
que prepotea al empleado,
que desprecia al obrero,
que maltrata a la mujer,
que golpea al hijo,
que patea al perro."
Eduardo
Galeano-Berlin1997.
Por ejemplo, en esta tentativa del rescate de la memoria negada; de
la memoria escondida, yo hablo sobre un personaje muy lindo del siglo
19, Simón Rodriguez, muy poca gente lo conoce, se lo conoce un poquito
en Venezuela donde nació y en gran medida por haber sido maestro de
Simón Bolivar. Pero no se lo conoce a Simón Rodríguez por lo mucho que
hizo y pensó; su nombre no resuena absolutamente en ninguna parte.
Es quiza, una prueba más, entre muchas pruebas, de que en nuestras tierras
las estatuas que faltan, son casi tantas como las que sobran. No entro
al parnaso de los caballos de bronce con héroes que desenvainan la espada
y mueren pronunciando frases larguísimas.
Simón Rodríguez fue original, un hombre que pensó con su propia cabeza
y que acusó a los dueños del poder, les increpaba, les decía: Ustedes
copian todo, copian todo lo que viene de Europa, de los Estados Unidos,
porque no copian lo mas importante, que es la originalidad...
Rodríguez es el autor de la primera gran experiencia educativa en América;
él quizo una educación que enseñara a pensar y por eso, en su escuela,
que era escuela piloto, se mezclaban el pobre y el rico, hembras y varones,
trabajadores intelectuales y trabajadores manuales. Lo cancelaron al
año. Lo canceló el general Antonio José de Sucre, que de artes militares
sabía mucho, pero poco de todo lo demás. Así fue como don Simón fue
condenado al olvido. Anduvo por los años 1827 en adelante, por los caminos
de America. Murió muy viejo y muy sólo.
En lugar de pensar en medos, en persas, en egipcios,pensemos
en los indios, más cuenta nos tienen entender a un indio que a Ovidio.Emprenda
su Escuela con indios señor Rector. Simón Rodriguez ofrece sus consejosal
Colegio de la Lataunga en Ecuador, que una cátedra de lengua quechua
sustituya a la de latín y,que
se enseñe física en lugar de teologia; que el colegio levante una fábrica
de loza y otra de vidrio,se
se implante maestranzas de albañeleria, carpinteria y herreria.Las
costas del Pacífico y las montañas de los Andes, de pueblo en pueblo
peregrina don Simón,el
núnca quizo ser árbol, sino viento, lleva un cuarto de siglo levantando
polvo por los caminos de América,desde
que Sucre le hecho de Chuquisaca. A fundado muchas escuelas y fábricas
de velas y a publicadoun
par de libros que nadie leyo. Con sus propias manos compuso los libros,
letra a letra,porque
no hay tipografo que pueda con tantas llaves y cuadros sinópticos.Este
viejo vagabundo, calvo y feo y barrigón curtido por los soles, lleva
a cuestas su baúllleno
de manuscritos condenados por la absoluta falta de dinero y de lector,Bolivar
le decía mi maestro, usted a moldeado mi corazón para lo grande y lo
hermoso.
La gente aprieta los dientes para no reirse cuando el loco Rodríguez
lanza sus peroratassobre el trágico destino de estas tierras hispanoamericanas.
Estamos ciegos, casi nadie lo escucha,nadie le cree. Lo tienen por jodido,
porque va regando hijos por donde pasa y no los bautizacon nombres de
santos, sino que los llama choclos, sapallos, zanahorias y otras eregías,a
cambiado tres veces de apellido y dice que nació en Caracas, pero tambien
dice que nació en Filadelfiay en San Lucas de Barrameda. Se rumorea
que una de sus escuelas, la de Concepción en Chile,fue arrasada por
una anatomía paseándose en cueros ante los alumnos: Cada dia esta más
sólo don Simón,el más audaz, el más brillante de los pensadores de América
cada día está más sólo y a los ochenta años describe: Yo quice
hacer de la tierra un paraiso, pero fue un infierno para mi.
Eduardo
Galeano/Berlin 1997
Por:
Manolo Palacios
Fotos: Manolo Palacios
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