EN BERLIN GUERRA A LA POLICIA !


Nosotros nos quedamos aquí!

 

Ocho millones de cigarrillos se venden ilicitamente. Pese a la inclemencia del clima, con un invierno de menos 12 grados cent¡grados y una vigilancia policial permanente, más de dos mil vietnamitas se lanzan a las calles de Berlín a la venta ilícita de cigarrillos, desafiando los controles más estrictos y arriesgando sus vidas, dentro del mundo del ilegal comercio.

Un poco antes de la unificación alemana vinieron vietnamitas, especialmente a la ex-Alemania Oriental, como una especie de "máquinas de trabajo". La RDA hab¡a ayudado mucho a la República Socialista Popular de Vietnam y a cambio Vietnam, enviaba mano de obra barata, -algo incre¡ble dentro del socialismo, -cambiar ayuda por mano de obra-.

Sin embargo, esa gente alcanzó trabajo en la Alemania Oriental y erán muy apreciados por ser buenos trabajadores. Después de la caída del muro (noviembre 1989), una parte de ellos se regreso a su país y otra parte se quedó. Estos vietnamitas, aprendieron a ser muy hábiles en los negocios, aunque también hac¡an lo mismo que los polacos, vender cigarrillos sin sellos de impuestos, o cigarrillos de marcas occidentales, pero falsificando los sellos y evadiendo impuestos.

Algunos lograron establecer algunos negocios legales, principalmente de gastronom¡a, tiendas y bazares, con grandes ganancias.

Estudios recientes dan cuenta que los volúmenes de venta de cigarrillos diaria de estos informales, supera fácilmente el millón de marcos. Sin embargo, pese al riesgo del ¡licito, los vendedores vietnamitas sólo alcanzan a ganar 60 a 80 marcos diarios.

La mayor parte de la ganancia lo absorven los contrabandista, que en su mayor¡a son polacos, turcos y alemanes. El producto lo adquieren a precios más bajo fuera de la frotera alemana, especialmente en los paises del oriente europeo, cuyas economías son fácilmente vulnerables, porque se encuentrán en un proceso de cambio, del sistema económico.

El precio en el mercado oficial de un cartón de cigarrillos es de , aproximadamente 50DM, mientras que en el mercado il¡cito se consigue a 25 DM, dependiendo de la marca, del cliente y del riesgo del negocio.

La Estación Schönhauser Allee, sector en el Este de Berlin es el sitió predilecto de la venta del cigarrillo il¡cito. Son las siete de la mañana, veinte o treinta vietnamitas recorren las calles, camuflando los paquetes de cigarrillo. Tambien el negocio ilícito se extiende a otras estaciones de trenes como: Schönhauser Alle, Samariterstr., Frankfurter Alle, Pankow, Lichtenberg, donde grupos de vietamitas diariamente participan del negocio de la calle, pese a los estr¡ctos controles policiales.

Pero el público aleman consume lo más comveniente para su bolsillo. Autos, transeuntes, grupos, etc. Se concentran en en comercio ilegal como parte de su convivir diario. CIGARRILLOS A DOMICILIO. La policia con sus agentes de civil y uniformado vigilan las calles.

Con los primeros claros del día, por el sector aparecen grupos de 10 vietnamitas, algunos cargados, dentro de sus sacos y chompas, los cartones de cigarrillos y otros hacen como grupos de paseantes. La ubicacion diaria es la misma, algunos se ubican en las esquinas de las calles, como campanas y otros inician su labor de venta. Empiezan sacando dos cartones de West o Marlboro, o HJ, que son ofrecidos publicamente a los alemanes...Cigarret, cigarret.

Una gran mayor¡a de alemanes se han acostumbrado al cigarrillo ilícito y adquieren en cantidades considerables, pese a la prohibicion de compar cigarrillo ilícito y una multa de mil marcos.

Vienen en sus autos, estacionan, hablan con un vietamita y de inmediato el negocio se hizo. No hay recibos, ni facturas, el producto se vendio. En esta tarea, mujeres y hombres vietnamitas participan de la venta; algunos han sido sorprendidos por la policia y otros han sido horrorosamente masacrados por mafias, cuyos paraderos no se conoce aun. Pero el cigarrillo se vende, incluso cerca de los supermercados o tabaquer¡as existentes.

La policia elabora sus planes de accion para contrarrestar este "mal negocio". Ubica sus hombres de la mejor manera. Los vietnamitas venden movilizandose en sig sag por las calles De pronto la accion policial comenzo, carreras por aqu¡, por alla, sirenas policiales y carros con muchos uniformados salen en busca de los vendedores. La accion termina 5 vietamitas detenidos portando dos cartones de cigarrillos cada uno. Son esposados y conducidos a prision.

El publico transeunte es un simple observador, pero mira atónito el poco cargamento de venta ilicita confiscada por la policia. El parte policial dira : cinco vietnamitas fueron sorprendidos en la venta il¡cita de cigarrillos en Schönhauser alle, cada uno portando dos cartones de cigarrillos.

Algunos días pasaran detenidos, pagaran la multa correspondiente y seguiran en la venta del cigarrillo. Las batidas continuarán, al igual que la prisión para los contrabandistas, pero continuará la venta, unas veces con el producto camuflado en las cercanías de la estaciones de trenes y otras por venta directa en las casas y departamentos.

Lo importante de la estacion de venta, es la forma como despistan a la polic¡a; los jardines y plazoletas son las caletas de los cigarrilllos y el movil de la sobrevivencia berlinesa.

MANOLO PALACIOS P