ANTITERRORISMO
EN MOSCU
Moscú,
Abril, Vladimir Ramírez.-La
xenofobia, la agresividad, el espíritu sanguinario propio de
gran parte de la población rusa y sobre todo la absoluta falta
de respeto a la vida de la persona por parte del Estado pueden servir
de explicación al terrible desenlace del secuestro de más
de 800 personas en un céntrico teatro de Moscú, ocurrido
a fines de octubre del año 2002.
Para cualquier persona que respeta la vida de los demás, los
cobardes y violentos métodos utilizados por el terrorismo internacional
para asesinar a personas inocentes, no tienen justificativo alguno ya
que son producto de un salvaje fanatismo religioso y étnico
Al mismo tiempo, bajo el pretexto de luchar contra el terrorismo no
solo Rusia, sino también Estados Unidos violan sistemáticamente
cada uno por separado, los más elementales derechos de las personas,
incluyendo el derecho a la vida misma.
Un penoso y claro ejemplo de la falta de respeto a la vida humana es
la terrible decisión de las fuerzas de seguridad e inteligencia
rusos de tomar por asalto el teatro moscovita donde estaban los secuestrados,
utilizando para ello un desconocido gas mortífero que acabó
con la vida de cerca de doscientas personas, incluyendo a los secuestradores.
Es decir, la medicina resultó peor que la enfermedad y en lugar
de salvar vidas humanas se truncó a cientos de ellas.
Antes del asalto habían muerto, al tomar el teatro, dos personas
y si bien había una gran probabilidad de que los secuestradores
iban a volar todo el edificio, nadie puede afirmar con seguridad tal
desenlace (luego se supo que técnicamente no estaban preparados).
El gas utilizado fue tan letal y tuvo consecuencias tan desastrosas
que no se sabe con certeza cuantas personas más morirán
debido a sus secuelas y sobre todo porque nadie explica hasta hoy la
naturaleza del gas y su antídoto ya que para las autoridades
rusas eso cae en el rango de "un secreto militar". Es aterrador
pensar que en pleno centro de Moscú, decenas de espectadores
fueron víctimas de armas químicas y biológicas
secretas sin estar en guerra.
El gobierno y las fuerzas de seguridad rusas calificaron esta operación
como un éxito y según sus cálculos la cantidad
de victimas mortales se encuentra dentro del "porcentaje aceptable"
en estos casos. Recuerdo las palabras de un joven ruso que sin escrúpulos
me dijo. "tendieron (mataron) a doscientas personas y eso es normal
ya que en estos casos la operación se considera un éxito
si estiran la pata menos del 30% de los secuestrados".
A excepción de los medios occidentales, pocos periodistas y personas
en Rusia tienen la capacidad de analizar de una manera fría,
coherente y objetiva los orígenes de la problema en Chechenia
y reconocer que allí existe una guerra despiadada, donde diariamente
mueren en combates jóvenes rusos y chechenios y entre los secuestradores
se encontraban madres que habían perdido sus hijos en esa guerra
y de esa forma pedían el retiro del ejército ruso de esta
región.
La incapacidad de entender la forma de vida democrática que se
tiene en occidente lleva a la población rusa a condenar a todo
aquel que defiende los derechos humanos de las personas ante cualquier
violación y a quien no esta de acuerdo con su forma de pensar.
La Rusia actual se diferencia muy poco de la soviética en cuanto
a los derechos humanos de su población y esta muy lejos de calificarse
como un Estado de Derecho, sino que continúa siendo absolutamente
policiaco. En ningún lugar, el Estado se inmiscuye diariamente
en la vida privada de sus habitantes, violando sistemáticamente
y con abusiva impunidad los más elementales derechos de sus habitantes
como en Rusia
Esa violación se inicia con un obligado registro domiciliario
de todos los habitantes del país, que tiene el nombre de "propiska"
o registro (introducido hace siglos por el régimen del zar para
evitar que los esclavos escapen a las ciudades", pasa por el calvario
burocrático para recibir documentos o autorizaciones para cualquier
actividad y termina en permanentes y abusivas revisiones de documentos
basados en un principio de discriminación de nacionalidades o
color de piel, donde diariamente se violan los derechos de los ciudadanos,
sobre todo extranjeros.
Debido a que la sociedad rusa nunca vivió bajo un régimen
verdaderamente democrático, sus habitantes no tienen en claro
cuales son sus derechos en cualquier área de la actividad humana
y mucho menos saben defenderlos. La milicia y los órganos punitivos
rusos siguen actuando con impunidad y abuso arrestando, revisando y
maltratando a los habitantes de sus ciudades sin ningún basamento
jurídico.
Esta brutal política es aún más cruel con relación
a las minorías nacionales y habitantes del Caucaso, cuya población
tiene rasgos muy diferentes a los eslavos.
En la actualidad existen grupos de jóvenes racistas desaforados,
"Los cabezas rapadas", que abiertamente bajo un encubierto
apoyo de los corruptísimos órganos de seguridad, difunden
una política de odio hacia los extranjeros y personas no rusas
y golpean e incluso asesinan a cualquier extranjero que encuentran en
la calle. Su lema es Rusia para los rusos y Moscú para los moscovitas.
Esta intolerancia y la cruel forma de solucionar los problemas en la
sociedad rusa se pierden en lo más profundo de su cruenta historia.
Rusia vivió casi toda su historia bajo un absolutismo zarista
que tenía en sus manos la vida de sus habitantes y luego en el
periodo soviético esta sojuzgación continuó en
su más aterradora forma bajo el mando de José Stalin (quién
no era ruso), que eliminó a millones de sus habitantes simplemente
porque no estaban de acuerdo con su forma de pensar y esta política
continuó hasta la desaparición de la Unión Soviética.
Rusia necesitará todavía muchos años, talvez generaciones
para cambiar esta mentalidad y vivir civilizadamente, para entender
que la persona nace libre y puede gozar de sus derechos constitucionales
en la práctica y solo cuando el Estado deje de inmiscuirse en
su vida privada tendrá el derecho de decidir por sí solo
porqué, donde y cómo vivir.
Burocracia
a lo ruso
Los
tormentosos trámites en la Rusia actual
Moscú,
Abril, Vladimir Ramírez.-Realizar cualquier trámite ya
sea para obtener una identificación, un pasaporte, cualquier
certificado o la residencia en la actual Rusia es un asunto por demás
traumático y engorroso para los interesados.
Los funcionarios rusos son talvez los más hábiles del
mundo para convertir un sencillo trámite en una interminable
telaraña de obstáculos y requisitos absurdos.
Por ejemplo, para que una pareja de esposos obtenga una residencia sea
temporal o permanente, el sentido común y la lógica nos
dice que el requisito suficiente es que uno de los cónyuges tenga
la nacionalidad del país donde se dispone a vivir.
Sin embargo, en Rusia la lógica, el sentido común y lo
racional están ausentes en la vida diaria y este requisito no
se constituye en condición sine quanum para la pesadísima
burocracia rusa, sino más bien en un papel insignificante de
los embrollados e inconcebibles certificados que tendrá que reunir
para ser "aceptado"legalmente en el país del cónyuge.
Si un ciudadano extranjero, cuya esposa tiene la nacionalidad rusa,
necesita obtener la residencia solo temporal tendrá que reunir
la siguiente lista de documentos:
Una "autobiografía", es decir una detallada relación
de lo que hizo la persona durante su vida, algo así como una
especie de auto validación de la existencia. Esta es una costumbre
vieja de los servicios de inteligencia rusos que seguramente necesitan
de un seguimiento de la vida de la persona para cotejarla con los datos
reunidos por ellos.
Un certificado del dueño de la residencia donde vivirá
el tramitante. Solo en Rusia existe el consabido registro domiciliario,
una excepcional forma de control de los ciudadanos por parte del gobierno.
Mediante este mecanismo el Estado puede favorecer, negar, chantajear
o decidir el destino mismo de cada uno de sus habitantes.
Una descripción detallada del departamento o lugar donde vive
el dueño, donde consta la cantidad de cuartos, metros cuadrados
y cualquier detalle insignificante del inmueble.
En Rusia cada habitante, hasta antes de la privatización de parte
de las viviendas, tenía opción a 8 metros cuadrados de
espacio vital. Estos datos los tiene una organización estatal
denominada Oficina de Explotación de la Vivienda, donde una vez
más todos los habitantes están registrados.
Una copia notariada del certificado de matrimonio, que pasa a ser un
requisito más y no el más importante.
Además de ello, se necesita un certificado de las personas que
están registradas en el departamento o vivienda. Todo ciudadano,
ruso o extranjero, que viva o quiera vivir en su territorio tendrá
que cumplir este requisito, El ciudadano que no tiene este registro
es considerado ilegal y sujeto a detención y a cualquier abuso
por parte de la milicia (policía)o de cualquier instancia gubernamental.
Un certificado notariado de conformidad del dueño o dueños
de la vivienda. Para cualquier persona razonable se sobreentiende que
existe esta conformidad, para los burócratas es necesario un
papel firmado. Además de todo ello se necesitan otra serie de
documentos como la traducción del pasaporte, fotografías,
fólderes, sobres etc.
Sin embargo, a medida que uno va presentando los documentos requeridos,
van aumentando las exigencias de los burócratas y que están
generalmente fuera de lugar como ser un punto mal puesto, una raya indebida,
etc.
Existen requisitos tan absurdos que ofenden y humillan la dignidad de
las personas como por ejemplo, escribir detalladamente toda la vida
conyugal de la madre o padre dueño del departamento, de los hijos
mayores, etc. Otros requisitos ya caen en el ámbito de lo ridículo,
como ser el describir detalladamente el lugar, fecha y motivo del fallecimiento
de los padres (si ese es el caso) de alguno de los conjugues. Un poco
más y se pedirá que los mismos difuntos firmen su historia
medica.
Aquí involuntariamente surge la pregunta, para que necesitan
estos datos los funcionarios estatales rusos? Si los padres del osado
"pretendiente" nunca vivieron en Rusia y además vivieron,
murieron y fueron sepultados en el extranjero. Tal despropósito
ingresaría con facilidad por su irracionalidad en el libro de
los record de lo absurdo.
La abierta y descarada intromisión del Estado ruso en la vida
privada de sus ciudadanos se denota con mas crudeza al realizar trámites
de cualquier tipo ante un insensible, brutalmente grosero e inconmovible
personal que atiende la administración pública.
Miles de atormentados ciudadanos rusos, en su mayoría ancianos,
todos los días durante todo el año, haga calor o en el
helado invierno, forman largas colas en pequeños, insalubres
e incómodos recintos para recabar, cual si fuera limosna y no
derecho ciudadano, la emisión de un certificado, una identificación
personal.
Un pasaporte, demorará, en el mejor de los casos, dos meses en
ser emitido si cumple todos los requisitos y si no califican de secreta
la actividad que cumple, en cuyo caso nunca podrá salir del país.
(En la Rusia soviética, la emisión de un pasaporte demoraba
de 6 a 9 meses, dependiendo de la "complejidad del caso").
Debido a que no existen oficinas de información al público
en ninguna repartición estatal, la espera simplemente para consultar
sobre un trámite se prolonga a veces horas.
En las organizaciones estatales la impunidad y mala gana del funcionario
público sobrepasa todo límite. Ahí usted esta solo
frente a la todopoderosa maquinaria burocrática rusa, está
a merced de la voracidad y torpeza del funcionario, de su estado de
ánimo, que a menudo llega a mellar la dignidad del atormentado
ciudadano de la actual Rusia, quien ni siquiera sabe de la existencia
de sus derechos y mucho menos podrá defenderlos porque toda la
historia de Rusia esta plagada de violaciones a los más elementales
derechos del ciudadano.
La era de la computación todavía no llegó a las
instancias gubernamentales de Rusia, los propios ciudadanos deben darse
modos para llenar a mano y sin error alguno una gran cantidad de formularios,
impresos en papel periódico con un tipo de letra diminuto y pegar
sus fotos (en blanco y negro), formar fila tanto para recogerlos, como
para entregarlos etc.
Si tenemos en cuenta que los pequeños recintos donde se hace
estas operaciones no tienen ni mesas, ni sillas y solo se tienen cuatro
paredes y una de ellas están escritas todos los requisitos, imagínese
la dificultad que atraviesan los ancianos, que apenas pueden mantenerse
de pie, para poder llenar estos formularios. No existen tramitadores.
Similar sistema existe en los bancos estatales y en toda la administración
pública.
Y si usted no es ruso y quisiera simplemente visitar el país,
necesariamente tendrá que formar parte de un grupo turístico
y pagar mucho dinero porque para Rusia no existe el turismo individual.
Para poder visitar este país por unos cuantos días tendrá
que recibir una "invitación" de algún ciudadano
ruso o empresa. El trámite de esa invitación se prolonga
por lo menos dos meses y una vez recibido de la institución correspondiente
deberá ser físicamente enviado al interesado. Para los
consulados rusos en el exterior, ni el fax, ni el correo electrónico,
ni una llamada telefónica son tomados como medios de comunicación
válidos para este y otros casos.
Vladimir Ramírez
ovladir@yahoo.com
Características
de la Televisión Rusa
Por
Vladimir Ramírez
Una
de las características de la televisión rusa que la diferencian
totalmente de la televisión occidental es la falta de programas
infantiles, de deporte y de música para los jóvenes como
es habitual en otras latitudes.
La televisión rusa esta plagada de telenovelas, talk shows y
programas de concursos de todos los tipos y principalmente de series
o películas norteamericanas y obviamente rusas que generalmente
tienen argumentos muy violentos, muerte y asesinatos que a diferencia
de las películas extranjeras son reflejo de la propia realidad
de este país que vive en una constante ola de asesinatos y rendición
violenta de cuentas.
Pero lo más sorprendente es que todo el material extranjero difundido
por la televisión rusa: películas, series, telenovelas,
etc, no tiene un doblaje sincronizado al idioma ruso y simplemente se
recurre a una traducción verbal detrás del cuadro lo que
despoja al material de todo su sentido artístico, emocional y
hasta técnico.
Por todo ello es muy difícil ver las películas o series
extranjeras por la imposibilidad de concentración cuando el audio
de fondo se escucha en la lengua original y la traducción esta
sobrepuesta causando una confusión de dos audios simultáneos.
Además, la calidad de la traducción de todos esos materiales
difundidos deja mucho que desear por la falta de profesionalismo y conocimiento
exacto de las peculiaridades del idioma y de la idiosincrasia del país
de donde procede el material.
La falta de sentido común de quienes dirigen este tema es tal
que incluso existen casos donde una voz masculina dobla a una femenina
y viceversa y por supuesto la persona que dobla tiene un total desconocimiento
de las características de la voz o la pronunciación del
artista que a menudo son una parte importante para entender el material,
sin hablar de que existe pleno desconocimiento del país productor
de la serie.
Por todo ello, las películas y series y todo el material que
se emite pierde mucha de su creatividad y su calidad al ser dobladas
de esa forma que, seguramente, es fruto de la falta de medios económicos
para poder emitirlas en forma mas adecuada.
Imagínese al simpático Extraterrestre, Alf o al gato Garfield
hablando en ruso, con una voz fría, sin la simpatía característica
y sin su acostumbrado timbre de voz . Lógicamente se distorsiona
todo el personaje, convirtiéndolo en algo sin sentido ni gracia.
Otra detalle de la programación de la televisión rusa
es el lenguaje totalmente enajenado que se utiliza y causa curiosidad
la forma de emisión de la publicidad ya que al pasar de un bloque
a otro en medio de un programa se emite una cortina con el rótulo
"publicidad", como una especie de guía al televidente
para que se oriente donde empieza y donde termina una tanda publicitaria.
Esto talvez se explica por el hecho de que en el periodo soviético
la televisión no era comercial y por lo tanto no se emitía
ningún tipo de publicidad y hoy el televidente ruso debe acostumbrarse
a esta nueva forma de emisión.
Ver un noticiero de la televisión rusa es equivalente a ver una
crónica roja llena de conflictos armados, asesinatos de empresarios
y autoridades de gobierno, asaltos, secuestros, accidentes y un poco
de política y deporte.
Rusia: nuevo
sistema, vieja mentalidad
Por
Vladimir Ramírez
Rusia transita actualmente
por un momento muy delicado. Está pasando por una decadencia coyuntural,
generada por un estado de confusión en sus habitantes y un marcado
desajuste entre las reformas económicas y las políticas
y sociales. Rusia ha ingresado de repente en un capitalismo salvaje, sin
haber adecuado previamente sus estructuras políticas y sociales
ni educado a su pueblo y donde la conocida frase "el hombre es el
lobo del hombre" se la lleva a la práctica con brutal ferocidad.
La Rusia actual vive en una especie de hiperliberalismo y degradación
moral, en una cultura donde para los nuevos "empresarios" impera
la filosofía de la rápida y desmesurada ganancia a cualquier
precio y para la mayoría de la población el trabajo del
mínimo esfuerzo, es decir, sólo para la sobrevivencia. Los
salarios son ridículos y los precios demasiado altos.
No existe una mentalidad empresarial verdadera enfocada a recibir ganancias
de las ventas o el servicio ofertado. Los pocos que la tienen se desmotivan
rápidamente por los altos porcentajes de beneficios que se ven
obligados a pagar a las organizaciones mafiosas (ya conocidas internacionalmente)
o a la altamente corrupta burocracia estatal. La fórmula es sencilla:
o paga a la mafia y al Estado una parte leonina de las ganancias o terminará
siendo asesinado a sangre fría, si están en juego sumas
millonarias.
La desaparición o la muerte violenta de empresarios o altos funcionarios
del Estado, tiene el nombre de "asesinato encargado" en la terminología
de los medios de comunicación rusos y dejó de ser una novedad
para el ciudadano común.
Pero como se llegó a semejante barbarie?
Luego de la desaparición de la Unión
Soviética y de la disolución del Partido Comunista llevada
a cabo su ex alto dirigente Boris Yeltsin en 1991, empezó el periodo
de privatización de miles de empresas estatales y el principal
beneficiario de este proceso de acumulación de capital en manos
privadas fue precisamente la clase dirigente del Partido Comunista y de
las Juventudes Comunistas, quienes tenían a su disposición
no solo toda economía de este gigantesco país, sino el destino
de sus ciudadanos.
Los antes enemigos acérrimos del capitalismo occidental de pronto,
sin ninguna formación ni experiencia, se convirtieron en empresarios
millonarios y hoy son los máximos defensores del capital que lograron
apoderarse, valiéndose de su posición política.
La clase media languidece y los nuevos rusos siguen engordando sus cuentas
en Suiza o comprando bienes por todo el mundo. La vieja nomenclatura comunista
defiende su nivel de vida y mantiene los jardines de sus "dachas"
florecidos con los beneficios de la venta de bienes del Estado, armamento,
uranio, plutonio y otros componentes nucleares. Otros burócratas
comercian con impunidad los aviones de caza Migs o sofisticadas armas
de destrucción masiva. La infraestructura pública está
en total decadencia y numerosos edificios con fachadas espectaculares
se encuentran en su interior en deplorable estado. En San Petersburgo,
un edificio de departamentos se desmoronó hace poco debido a la
falta de mantenimiento.
Ese es el origen de los millonarios rusos, hoy denominados "nuevos
rusos " que, como se deduce, sus millones son fruto de la usurpación
despiadada de los bienes del Estado y se fundan en la total ausencia de
principios morales, políticos o de cualquier otra índole
La misma vida que llevan demuestra su falta de escrúpulos, principios
y educació elementales: ostentan su dinero mal habido a diestra
y siniestra y en la forma mas burda posible, se compran lujosas mansiones
en el exterior, viajan de vacaciones a los mejores balnearios, se desplazan
a toda velocidad por las calles en lujosos automóviles de ultimo
modelo, etc, etc.
Algunos lectores afirmarán que una vida parecida llevan los millonarios
occidentales y es cierto, pero a diferencia del occidente, donde los grandes
empresarios poseen fortunas, producto de largos años de trabajo
y recibieron alguna formación y educación, en cambio en
Rusia la clase pudiente, empresarial o los denominados "nuevos rusos"(el
5 % de la población) nació millonaria y en poco mas de 10
años alcanzó, por el nivel de fortunas que poseen, a los
magnates de países occidentales con muchísimos años
de trabajo y experiencia bajo el capitalismo.
Todo esto en una sociedad donde por ejemplo, millones de ancianos y personas
con mas de 50 años (la mayor parte de la población rusa),
está abandonada a su suerte y su jubilación no alcanza a
50 dólares mensuales, además de ser marginados tanto por
la pesada burocracia estatal, como también por la población
joven.
La desproporción de los ingresos en la Rusia actual es tan brutal
que existen millonarios jóvenes, sobre todo en la empresa gasífera,
cuyo ingreso es hasta 200 veces mayor que el de la mayoría de la
población
Claro que en medio de tanto caos, sobreviven, no se sabe hasta cuando,
algunas conquistas sociales de la época soviética como una
efervescente y sofisticada actividad cultural (conciertos, teatro, opera,
ballet, etc.), aunque ya no de tan fácil acceso, debido sus precios
elevados y el transporte público; sobre todo el metro y los trolebuses,
porque Moscú es la única ciudad del mundo donde no existe
un servicio de taxis.
La nueva clase forma parte de la misma privilegiada nomenclatura partidaria
del anterior sistema y como entonces, mantiene el poder económico
y político al que estaban acostumbrados desde 1917, pero esta vez
bajo un sistema que podría denominarse "capitalismo salvaje
con mentalidad soviética".
Talvez las continuas guerras y limitaciones de todo tipo, en toda época,
convirtieron a la mayoría de los habitantes de Rusia en gente recelosa
en extremo, irritable, casi insensible al sufrimiento humano. Los jóvenes
son muy belicosos y agresivos y todos se "comunican" en tonos
elevados.
Esas características de la forma de ser del ruso se pueden ver
diariamente en las reparticiones estatales, donde el respeto a la persona,
a su dignidad y amor propio son melladas con brutal grosería.
Para que ningún país caiga en semejantes condiciones y relaciones
sociales es preciso conocer cómo vive actualmente el ciudadano
común ruso, sus preocupaciones, los problemas que atraviesa la
sociedad rusa, de la forma en que el Estado continua inmiscuyéndose
en la vida privada de sus ciudadanos, de la impunidad, abuso y arbitrariedad
de las autoridades rusas para con su población, de la terrible
falta de valores morales sobre todo de la juventud, de la impactante insensibilidad
social de la actual población rusa, de la xenofobia y el racismo
reinante en la población, de la ola delincuencial contra los extranjeros.
etc, etc, pero esos son temas de próximos materiales.
El transporte y
otros "fenómenos" típicamente rusos
Moscú
no tiene servicio de taxis
Moscú, Abril,
Vladimir Ramírez.-Increíble,
pero cierto. Nadie sabe explicar el porqué, pero en Moscú
no hay un servicio regular de taxis! Si usted llega al aeropuerto o simplemente
quiere trasladarse de un lugar u otro en esta gigantesca ciudad de diez
millones de habitantes no podrá hacerlo salvo que hable bien el
idioma ruso y domine los trucos para poder "encontrar" un taxi.
Debido a la difícil situación económica que atraviesan
los moscovitas, cualquier automóvil privado le trasladará
como taxi en cualquier momento y lugar. Para ello se debe extender la
mano y esperar pacientemente algunos minutos hasta que alguno se detenga
o caso contrario, la espera suele prolongarse mucho. Una vez detenido
el "taxi", el chofer esperará que usted abra la puerta
para rogarle que lo traslade a su destino porque, según la distorsionada
forma de interpretar las cosas en Rusia, no es el cliente quien hace el
favor de comprar un servicio, sino al contrario, a usted "le hacen
el favor" de venderle u ofrecerle un servicio. Luego deberá
preguntar si puede llevarlo y cuanto le costará (como no hay un
servicio normal de taxis ni ningún código que norme su trabajo
y las tarifas, usted esta en absoluta dependencia de la voluntad del improvisado
taxista).
Si usted quiere trasladarse del principal aeropuerto hasta la ciudad (cerca
de 30 Km.) la suma a cobrarle oscilara entre 60 a 100 dólares americanos,
dependiendo del automóvil y de la codicia del taxista o de la mafia
que los organiza.
Dentro del área metropolitana los precios varían de acuerdo
a la distancia, pero trasladarse en taxi por Moscú es por lo general
muy caro, mínimo un dólar y medio por un tramo corto de
no más de un Km.
Moscú es una ciudad gigantesca y peligrosa, existen casos de desaparición
de turistas que fueron despojados de sus pertenencias camino del aeropuerto
y luego "eliminados", según la terminología de
la milicia (policía) moscovita.
Si esta pensando visitar Moscú en calidad de turista prepárese
mentalmente a pasar éstas y las más increíbles y
desagradables peripecias, impensables en cualquier otra ciudad de Europa.
Sus sorpresas se iniciaran en el principal aeropuerto de Rusia "Sheremetievo-2",
un viejo y lúgubre lugar, donde le darán la "bienvenida"
los agriados milicianos o agentes de civil (policías) que no le
quitaran la vista de encima hasta que usted se haya alejado de su área
y ello dependerá de la rapidez para pasar el control de su pasaporte
que generalmente es por lo menos una hora.
Luego, un funcionario de migración realizará un largo, tedioso
y minucioso análisis de sus documentos y de sus facciones cual
si fuera un experimento psicológico, fijando su vista en usted
y en sus documentos alternadamente y durante varios minutos (para el colmo,
los funcionarios que controlan los pasaportes muy rara vez saben lenguas
extranjeras).
Pero ahí no termina el suplicio, si algo para ellos no esta claro
irá personalmente y con desesperante parsimonia y aparatosidad
a preguntar a "alguien" más entendido. Mientras tanto
usted queda ahí parado, evidentemente nervioso, tratando de adivinar
cual es el problema y si pasa la revisión por poco no le arrojarán
con sus documentos en la cara y podrá ingresar al país,
caso contrario tendrá que pasar un verdadero suplicio y narrar
toda su vida a groseros y no muy bien educados agentes de migración.
También pondrán a prueba sus nervios y su paciencia al revisar
minuciosa y abusivamente todas las pertenencias, porque en la aduana de
Rusia no hay leyes ni reglas que se cumplan y los funcionarios se caracterizan
por su falta de respeto y consideración para con el pasajero. En
Rusia no existe ningún mecanismo para detener o denunciar semejante
arbitrariedad y es más hace poco el propio Parlamento ruso aprobó
una normativa que autoriza a los funcionarios de la aduana en los aeropuertos
y las fronteras a revisar cosa por cosa las pertenencias de quienes ingresan
a Rusia. En cuanto a los derechos de los pasajeros no se dice nada.
Pero, volvamos a lo nuestro, una vez fuera del aeropuerto lo primero que
salta a la vista o al olfato en este caso, es el fuerte olor a gasolina
mal refinada y la impresionante contaminación sobre la ciudad,
lo segundo es la falta de normas de urbanidad de la mayoría de
los habitantes de esta gigantesca ciudad.
Particularidades del transporte en Rusia
El transporte se caracteriza por su inoperancia, mala organización
y un pésimo servicio. Existen regiones enteras donde no llega el
transporte urbano. El único consuelo es que aun hoy el servicio
de transporte urbano es todavía accesible en comparación
con otras ciudades del mundo ya que no llega a costar ni 40 centavos de
dólar.
En Moscú aún circulan viejos trolebuses, tranvías
y autobuses, algunos de los años 70 y obviamente la falta de comodidad
en el transporte es otro problema común.
En realidad en Rusia nadie vela ni por la seguridad y mucho menos por
la comodidad de los pasajeros. Los conductores transportan a la gente
como si llevaran ganado y esperar un mínimo de delicadeza y cortesía
es como pedir peras al olmo.
Uno de los más eficientes, baratos y relativamente rápidos
medios del transporte es el bullicioso metro moscovita que en la actualidad
se convirtió además en una especie de basurero de botellas
de cerveza, recorrido de mendigos y lugar preferido de miles de vendedores.
Debido a que la población rusa esta prácticamente alcoholizada
(una lata de cerveza cuesta no mas de un tercio de dólar), los
adolescentes de ambos sexos implantaron la costumbre de tomar cerveza
en botellas o en latas de medio litro en todo lugar: en las oficinas,
en la calle, dentro de los vagones del metro, en cualquier medio de transporte,
etc., dejando los envases por doquier.
El metro es también el lugar preferido de los mendigos quienes,
quienes recorren los vagones pidiendo limosna. Entre ellos pueden haber
desde jovencitas madres solteras, pasando por ancianos inválidos,
hasta jóvenes ex soldados de las guerras de Afganistán y
Chechenia que fueron mutilados y luego abandonados a su suerte por el
ejército y el país al cual sirvieron. La vida en la Rusia
actual es tan difícil y dura que, según algunos medios de
comunicación, incluso los mendigos son víctimas de mafias
que los organizan y distribuyen por toda la ciudad para explotarlos económicamente
y si alguno se atreve a salir de su circulo de poder serán extorsionados,
chantajeados, golpeados y hasta eliminados impunemente ya que nadie saldrá
en defensa de ellos.
En los pasillos del metro moscovita se puede ver con frecuencia ancianitas
que apenas se mantienen de pie pidiendo alguna moneda para sobrevivir,
la otra forma de ganarse la vida es recogiendo botellas en los basureros
para luego venderlas a un mísero precio.
El metro también es el centro preferido de revisión de documentos
por parte de la policía, acción que se realiza en todo lugar
y momento y sin que medie motivo alguno, es más, los milicianos
rusos (policías) se caracterizan por su poca educación y
grosería cuando llevan a cabo esta infame costumbre, implantada
gracias a los actos terroristas ocurridos en esta ciudad y en otros países.
La
xenofobia en Rusia
Históricamente Rusia siempre tuvo
un especial recelo, animadversión y discriminación hacia
los extranjeros y hacia las minorías sojuzgadas.
La guerra desatada por Rusia en Chechenia y derivadas de ella la ola
de atentados terroristas que suceden en las ciudades trajeron consigo
toda una tendencia peligrosa de chauvinismo y nacionalismo extremos,
apoyada solapadamente por los propios órganos de seguridad del
Estado como la policía y el ejército.
Periódicamente por las calles de Moscú y de otras ciudades
de Rusia circulan grupos de jovenzuelos neofascistas, generalmente drogados
u alcoholizados que difunden abiertamente su racismo y hostigan a los
extranjeros, especialmente a quienes tienen la tez morena y los golpean
brutalmente sin motivo alguno (existen varios casos de muerte entre
ellos).
Para el colmo, los milicianos (policías rusos ) en lugar de protegerlos
tratan a los extranjeros como si fueran personas de tercera categoría
y se dirigen a ellos tuteándolos y sin cortesía alguna
cuando al revisar documentos en cualquier lugar en que ellos se encuentren
y muy a menudo los ofenden.
La mayoría de los rusos son por naturaleza burdos en el trato
a las personas y carecen de las más elementales normas de urbanidad
y delicadeza.
Debido a su pasado dictatorial la sociedad rusa no puede todavía
desenvolverse sin dejar de lado el paternalismo del Estado. En todas
los establecimientos, organismos, instituciones, en la calle, etc, se
encuentran innumerables avisos que generalmente prohíben hacer
antes que permitir. Por ello en Rusia son más las cosas prohibidas
que las que se pueden hacer, mientras que en otros países se
puede hacer todo lo que no esta prohibido.
Por todo
el país como un reguero de pólvora se extiende la xenofobia,
la violencia y la discriminación a los no rusos, en un país
que esta poblado por más de cien nacionalidades lo que genera un
potencial peligro de incalculables consecuencias.
En Rusia actualmente existe gente aparentemente normal, no drogada ni
ebria que asesina a cualquier persona simplemente porque encuentra placer
al quitarle la vida.
Algunos especialistas en psicología afirman que por naturaleza
los rusos son agresivos, violentos y carecen del sentido de prudencia
y control sobre si mismos y por sobre todo se caracterizan por su falta
de piedad hacia su contrincante.
En muchos detalles del diario vivir se puede constatar que los rusos en
la mayoría son gente con actitudes extremistas y les es casi imposible
hallar un punto intermedio o de moderación. Si deciden ganar dinero
tiene que ser en grandes cantidades, mejor si es inmediatamente y para
ello recurren a cualquier forma de engaño, chantaje y hasta el
asesinato para conseguirlo, sin preocuparse por las consecuencias. Fruto
de la decepción al no poder conseguir lo anhelado surgen asesinos,
drogadictos, embaucadores y chantajistas de los cuales esta plagado el
país.
Y en todos los campos la conducta es similar, para los rusos existe solo
el color blanco o el negro, el gris no se considera valedero. Es decir
para su mentalidad es muy difícil entender lo relativo, lo que
hoy puede ser una cosa y mañana otra debido a las circunstancias.
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