MIGRACIONES Y FUGA DE CEREBROS: BOLIVIAN STYLE Saul J. Escalera,
Ph.D. Recientemente, el colega, Edwin Pérez Uberhuaga ha escrito un libro de mucho valor que tiene que ver con "Migración Latinoamericana" y donde describe los abatares de muchos profesionales migrantes bolivianos y latinoamericanos en tierras lejanas, añorando volver al terruño para contribuir con su expertise al desarrollo de su patria. Pero, ¿por que y para que volver? Es la pregunta clave que se hacen!. Concediendo que existen muchas empresas e industrias que emplean a profesionales altamente capacitados, y debido a la imposibilidad de cubrir todo el mercado profesional local y nacional, me referiré solamente a las universidades, como instituciones donde un Magister o Doctor debería tener cabida con facilidad. Sin animo de antagonizar a estas instituciones tratare de ser lo mas veraz posible en mi análisis que es el resultado de mi propia experiencia y de experiencias de otros colegas con los que he discutido el tema. 1. BECARIOS QUE RETORNAN AL PAIS Está establecido,
que desde hace más de dos décadas existe un buen número
de países desarrollados (v.g. Canadá, Estados Unidos, Japón,
Alemania, Bélgica Francia y Suiza) que invierten ingentes recursos
financieros becando a bolivianos para realizar estudios de postgrado a
niveles de Maestría y Doctorado. Buena cantidad de jóvenes
bolivianos ha hecho uso de estas becas y han retornado al país. 2. ALGUNAS RAZONES PARA LA FUGA DE CEREBROS Pero, este problema
requiere de un análisis más profundo y parece que la pregunta
crucial es: ¿cuáles son las razones que impulsan a los jóvenes
profesionales bolivianos a preferir emigrar a los países desarrollados
en lugar de quedarse en el país?. Al parecer, estas razones son
muy variadas y sólo podría indicar algunas que parecen ser
importantes. 3. PROBLEMA DE FONDO Al parecer, las universidades públicas y privadas bolivianas, impulsadas especialmente por razones económicas, parecen haber perdido el horizonte de excelencia que debe caracterizar a toda institución de educación superior y están tratando de establecer condiciones académicas inadecuadas para el ejercicio profesional docente de calidad. Porque vemos que con mucha facilidad ellas se deshacen de docentes de alta graduación académica (M.Sc. y Ph.D.) formados en Estados Unidos, Europa y Japón y prefieren a profesionales de baja graduación. Pero, en el último análisis el problema de fondo es que las políticas educativas vigentes, tanto en las universidades públicas como privadas, no han dado respuesta a los problemas básicos de la docencia ni de la permanencia a dedicación exclusiva de docentes en las universidades. Es decir, que la falta de reconocimiento social, poco prestigio y baja remuneración económica de los docentes ha generado una concepción de la docencia como una actividad semiprofesional. Esta situación se refleja en que las universidades prefieren contratar profesores de baja graduación que dedican a su labor educativa sólo una pequeña fracción de su tiempo, apenas lo suficiente para dictar clases, a pesar de que se conoce de sobra que los empleos a tiempo parcial no producen una enseñanza efectiva universitaria. Por otro lado, las universidades bolivianas, en general, no conciben la docencia como una profesión donde deben haber jerarquías de conocimiento y expertise profesional que requieren de un escalafón académico y económico con diferentes escalas, y parten del supuesto de que igual vale un ingeniero o licenciado recién titulado en Bolivia que un magister o doctorado con estudios de postgrado en el exterior. Además, lo más incomprensible es que parece que desde las mismas autoridades universitarias (v.g. rector, vice-rector, decano, etc.) existe un bloqueo sistemático y permanente que impide la organización jerarquizada de los profesores en los puestos de decisión en lo académico o en I&D universitaria, según su nivel de estudios y experiencia profesional. En efecto, estas universidades no le dan al joven científico retornado oportunidades de dirigir centros académicos o de I&D acorde con su preparación y expertise profesionales, generalmente el nombramiento se lo hace por razones más políticas y económicas que académicas. Ya hubo un ex-rector de la UMSS de Cochabamba que dijo: "Aquí no necesitamos doctores". Y recientemente, un rector de una privada inició juicio ordinario a un joven Ph.D. formado en Europa por razones económicas baladies. Es obvio que actitudes como estas, lo único que hacen es permitir que la fuga de cerebros de Bolivia hacia el exterior sea más expedita.
En el libro "Migracion Latinoamericana" mencionado, el prologuista Walter Trujillo, editor de Vulcanus Productions <www.vulcanusweb.de> respecto a como evitar la migracion manifiesta lo siguiente: "se deduce de manera urgente la necesidad de cambiar de manera de pensar y actuar de acuerdo a nuestra realidad local, la cual será un reto y acción continua hasta lograr el desarrollo". Para los ambientes universitarios, deseo añadir que este cambio debería incluir el establecimiento de políticas de oportunidades para que los profesionales de alto nivel académico se interesen en dirigir centros académicos y de I&D con su expertise profesional, garantizando así la calidad de dichos centros. Es que la actividad académico-científica en cualquier universidad debe incluir establecer condiciones mínimas adecuadas en los aspectos fundamentales de I&D que son exigibles para su acreditación como un programa de excelencia. Sin cumplir con estas politicas, las universidades tendrán serias dificultades en conseguir la permanencia de sus profesionales más prestigiosos y Bolivia los perderá irremediablemente. En estos tiempos de globalización y alta competitividad en todos los aspectos de la actividad humana, y cuando los desafíos de desarrollo socioeconómico en cada región del país son de enormes proporciones (v.g. industrializar el gas natural, desarrollar condiciones para lograr mejorar los índices de educación y salud, etc.) Bolivia necesita del concurso de recursos humanos de alta graduación. Por lo tanto, lograr calidad en la educación superior debe ser responsabilidad de todos: autoridades locales y nacionales, docentes, y administradores universitarios. Por lo mismo, nadie debería discutir que el factor crítico en la calidad de educación superior es una planta docente que sea diversa en experiencias profesionales y culturales, que están comprometidos con un aprendizaje y erudición de largo alcance y que ponga énfasis primario en la educación de profesionales eficientes y competitivos. Entonces: "Por qué nuestras universidades bolivianas se deshacen de los mejores académicos que tienen y no se interesan en establecer mejores condiciones de trabajo para mantener en el país a los profesionales de alta graduación? ¿No será que permitiendo la fuga de sus cerebros, Bolivia está cometiendo una especie de "jarakiri académico" que a un plazo más corto que mediano le pesará haberlo hecho?. La palabra la tienen las autoridades nacionales y universitarias de turno, tanto públicas como privadas. ¡BUENOS DIAS! NOTA
DEL EDITOR. Felicitamos a Edwin Pérez Uberhuaga por su excelente
libro. |