VULCANUS.- La pobreza ha rebaso los límites de miseria, ahora tenemos supra-pobreza, la injusticia social y económica han alcanzado niveles patológicos, la medicina se ha convertido en mito para la gente pobre y los países llamados desarrollados están hundiéndose en la desocupación excesiva, la falacia de las multinacionales, la nueva pobreza infantil y la desesperación espiritual. La globalización es la ultima fase de destrucción del planeta, sólo nos queda retomar enseñanzas milenarias, que si no se las rescata y utiliza ahora, se perderán con la polución y la contaminación para siempre.


EUROPEOS PREOCUPADOS POR OBESIDAD Y LOS AFRICANOS
PORQUE NO TIENEN COMIDA

Madrid, Noviembre, Edwin Pérez Uberhuaga (CEM).- Los europeos están preocupados por la obesidad, problemas cardiacos y diabetes, generados por el exagerado consumo de alimentos, mientras que los latinoamericanos y sobre todo africanos se alarman porque cada vez es más difícil tener un alimento, sano o no sano, en la mesa de millones de hogares.
Son los dos extremos de la realidad actual, a seis años de haber cruzado el umbral del "civilizado" siglo XXI, que reflejan el dramático desequilibrio de un mundo donde, además, se produce el calentamiento global, la desaparición de especies valiosas y la sobre explotación de los recursos humanos y naturales, todo dentro de una maquinaria perversa.
Hoy en Europa se puede ver una radiografía de esa situación crítica, en el rostro de latinoamericanos y africanos, víctimas del moderno "exilio ecológico", porque sus tierras ya no son suyas o son sobreexplotadas y que hoy llegan para trabajar a veces en la precariedad y para enviar dinero a sus países, donde la política económica ha fracasado o ha sido incompleta.

LUJO Y MISERIA

Casos en los que cada miembro de una familia europea tiene un vehículo para ir a cualquier lado y la dolorosa y rutinaria caminata de una mujer africana, con su niño de brazos, para recoger agua de un pozo a diez kilómetros de distancia de su choza, fueron mostrados durante el IV Foro Protección de la Naturaleza y la Salud, organizado por Greenaccord en Roma, del 4 al 7 de octubre.

Mientras un expositor mostraba niveles relativamente tolerables de contaminación de alimentos consumidos por los europeos, una periodista africana, comentó: "en mi región mi gente ya no se pregunta si la carne o la fruta que consume está contaminada, simplemente la consume, porque sabe que tal vez mañana no habrá nada en la mesa".
Esa frase dio lugar a una silenciosa reflexión de los asistentes, mas de un centenar de periodistas africanos, Arabes, latinoamericanos y europeos, invitados por Greenaccord (Acuerdo Verde), por cuarto año consecutivo para fortalecer el compromiso profesional de preservar la naturaleza y así defender la existencia del genero humano.

Fotografías mostraron los contrastes de un mundo cada vez mas difícil de entender, en el que los países poderosos gastan miles de millones de dolares para producir armas de destrucción masiva, mientras que los países pobres están obligados a comprar esas armas, aun no pueden eliminar sus grandes obstáculos geográficos para acceder al agua o a la escuela.

Los países europeos acumulan los récord de una cantidad enorme de cirugías estéticas, mientras que en Africa y Latinoamérica aun hay gente que muere por el cólera o infecciones gástricas y en sus hospitales solo hay aspirinas para combatir el SIDA.

SE PASA LA FACTURA

Pero el desequilibrio ecológico causado por el hombre en un mundo sobrepoblado, ahora pasa la factura a todos porque, directa o indirectamente, han provocado una ruptura casi irreversible en su ecosistema. Huracanes, tifones, sequía e inundaciones, son pruebas de ello.
Serias dudas sobre los alimentos modificados genéticamente, alergias, el cáncer, la diabetes, la anorexia y bulimia, sin mencionar los suicidios y el estres, se ciernen sobre los supuestos " poderosos ".

Por su parte, los países pobres sufren el atraso por no haber podido superar los desafíos humanos y naturales y ser protagonistas de la corrupción y la incapacidad de generar tecnología propia que responda a sus necesidades.
En los dos lados del mundo, las víctimas, vestidas en trajes de lujo o en harapos, son los mismos: mujeres y niños. Sobre ellos cae el peso del desequilibrio ambiental, pero también las leyes injustas que empujan a desarrollar trabajos inapropiados para su edad o género.

MIEDO Y VALENTIA

La Fundación WWF, en su informe "Living planet 2006", ha concluido que el año 2050 la población necesitara dos planetas para abastecerse y que hoy se consumen más recursos de los que la Tierra puede reponer.
En el Foro de Greenaccord se coincidió en que las mayores amenazas son el consumo exagerado de combustibles fósiles, como el petróleo, carbón y gas, la reforestación del Amazonas y los vehículos contaminantes.

Mientras varios investigadores postularon en Roma el uso del transporte público para combatir esos problemas, este corresponsal hizo notar que la "industria del miedo" generada por presuntas amenazas terroristas o índices delincuenciales manipulados, hacen que algunos medios de comunicación motiven a la gente a no caminar, a usar siempre su propio vehículo " por seguridad " y a comprarse alarmas que consumen la energía las 24 horas.

Como en el mundo existen guerras por recursos naturales, también hay ciertos medios que estimulan los nacionalismos cuando los países buscan proteger "sus" recursos naturales y en sus noticias no aportan en la búsqueda conjunta de soluciones.
En el Foro fue esclarecedor el informe del periodista uruguayo Alvaro González, respecto al conflicto con Argentina por las plantas de celulosa . La colega argentina, Claudia Mazzeo, dijo que el tema fue enfocado con un matiz técnico y no político, lo que permite conocer mejor el problema, sin caer en apasionamiento.

OPTIMISMO, PESE A TODO

Luego de intensas jornadas con traducciones en castellano, ingles e italiano y el calor humano de los anfitriones, cada uno de los periodistas presentes ha dejado Roma con una sensación de frustración, pero también con la idea de que el desafío de conservar el planeta exige respuestas urgentes.

En medio de un mundo de muchas manipulaciones y manejos políticos sin ética, ha quedado clara la misión de ser una voz de alerta y de reflexión para recordar que lo que hagamos bien o mal hoy, servirá para darle mas vida a nuestros hijos, que no merecen un trato irresponsable a nuestra " Pachamama " (madre tierra, en idioma aymara/quechua).