Lausana, Mayo,Edwin Perez Uberhuaga.- El periodista suizo Etienne Dubuis ha estado en cuatro ocasiones en Afganistán y por eso nadie puede contarle historias sobre el país enigmático al que él, en los últimos veinte años, aprendio a amar, odiar y respetar.
Este profesional de 43 años conoció ese país antes de su guerra contra los
soviéticos, durante ese conflicto, cuando hace siete años los talibanes
tomaron Kabul y cuando los norteamericanos bombardearon Afganistán para
instalar a sus «nuevos amigos» mujhaidines.
Con su credencial del influyente periódico suizo «Le Temps» llegó a
Afganistán en noviembre del 2001, dos meses después del atentado a las
torres de Nueva York y un mes después del principio de los bombardeos en
Afganistán y cuando las tropas occidentales ya habian tomado el control de
ese país en ruinas.
En su casa en Lausana, donde vive con su esposa chilena Catalina y sus dos hijos, Dubuis dejo de armar el pequeno jardin con su hija en su pacífico fin de semana, para sacar recuerdos frescos de esa gente de piel cobriza y de alma tan esquiva, que le inspiraron a escribir su libro "A tierra quemada", que hoy cobra gran actualidad.

P.- Cuál es su balance de lo que pasa en Afganistán?.
R.- Afganistán es un buen ejemplo de un país que fue totalmente olvidado por la prensa internacional, lo que para mi un escandalo. Afganistán fue un
campo de batalla entre el oeste y el este en los 80'. Sirvió mucho a EE.UU.
para derrotar a la URSS y después de la victoria Washington decidió de un
día para otro que no le era más útil. No lo ayudo económica o politicamente, simplemente lo dejo caer.
Era un país con problemas gigantes y paso lo que debia pasar, la
destrucción, porque nadie trato de impedirlo. Después de la guerra contra la Unión Soviética hubo una guerra civil muy cruel que destruyó la capital,
Kabul, que hasta ese tiempo conocia muy poco la violencia.
Solamente despues del atentado contra Nueva York el mundo se interesó de nuevo, pero no por Afganistán, sino por EE.UU.

Por el otro lado, la actual intervención de EE.UU., que si bien no busca una
solución para Afganistán, representa una gran oportunidad para salir del
hoyo donde esta. Tenia la peor alternativa imaginable: la guerra para
siempre entre grupos armados numerosos o el régimen mas oscurantista.
La intervención norteamericana le permite encontrar a mediano plazo la paz
con un gobierno mucho mas abierto al mundo. Hay el interés general porque su situación mejore porque se vió que en un país en caos los grupos terroristas pueden aprovechar para desarrollarse sin ningún control y que eso se puede volver peligroso para los países desarrollados, incluso para EE.UU.
P.- Hay versiones respecto a un supuesto autoatentado norteamericano y que todo es una excusa para controlar Afganistán. Que piensa usted?
R.- Esté fue un atentado de Bin Laden. Para mi no hay ninguna duda.
Servicios secretos como la CIA podrian tener estrategias complejas, donde
pueden matar a norteamericanos, pero nunca a este nivel.
El atentado contra las torres sirvió a los intereses de los norteamericanos,
pero si un jefe de la CIA decidiera hacer algo asi con ese pretexto sería
considerado un loco, porque es muy difícil controlar esta situación, conocer
la reacción de la gente dentro y fuera de EE.UU. y el riesgo es muy grande.
Si se descubriera eso seria el fin no sólo de Bush, sino de todas las
instituciones de EE.UU. Nunca un poder central puede hacer eso. Para la CIA la vida de un norteamericano puede no valer mucho, pero si la vida de cinco mil.
También se sabe que hay grupos similares al de Osama Bin Laden en Oriente próximo que odian a EE.UU. por representar a una cultura dominante que no es la suya (la musulmana), como también un poder político que ataca los intereses arabes.
P.- Cuándo ud. estuvo en Afganistán sus fuentes le confirmaron que Bin Laden era el responsable?.
R.- Era muy dificil hablar con los talibanes en plena retirada. Hago notar
que Bin Laden nunca dijo que no era el y se alegro mucho de lo que paso. Sus
frases permiten pensar que casi lo reivindicaba y no hay que olvidar que
hizo otros atentados. No me parece seguro que el fue el organizador, pero si
el inspirador de los atentados. Su organizacion es llamada por la prensa
occidental Al Khaeda, pero en realidad no tiene nombre, esta muy
descentralizada y sin control de un lider oficial.
P.- Ud. vio algunas vez a Bin Laden ?.
R.- Nunca fue fácil. Hubo un periodista británico que lo vió un par de
veces, pero en general nadie tenía acceso a él.
P.- Cual es el verdadero rostro de Afganistán ?. Debemos creer todo lo que nos dice la prensa internacional ?.
R.- Lo que no se muestra mucho en la prensa es que Afganistán es un país muy musulmán, y que los talibanes no son los que llevaron la ley de Ala. Esta ley existe desde siempre y que incluso los grupos ahora pro americanos como los mujhaidines son muy duros socialmente; por ejemplo, en el trato a las mujeres tienen muy poca diferencia teológica o filosófica con los talibanes.

Hubo escenas muy extrañas en Kabul después de la caida de los talibanes: los periodistas que no conocian el país trataron de convencer a las mujeres de sacarse la burqa (la ropa que les cubre enteramente).
Creian que esta ropa era invención de los talibanes, cuando es el vestido tradicional. Estos periodistas quedarian muy sorprendidos si alguien les explica que la burqa hace un siglo fue un medio de liberación para las mujeres porque les permitio salir de su casa. Con esa ropa que las protegia de la vista de los demás, tuvieron el permiso de sus parientes y esposos de salir a la calle.
En el norte de Afganistán encontré a médicas y enfermeras y les pregunté si esperaban poder sacarse la burqa y dijeron que en verdad no era su principal problema: lo que esperaban era que las niñas pudieran volver a la escuela sea como fuera.

P.- Qué lecciones le deja su experiencia en Afganistán ?.
R.- En Afganistán pase por etapas de pesismo y optimismo muy grandes. Lo que más me sorprendió del ejemplo afgano es la capacidad humana de destruir y de matar, pero también de volver a vivir y seguir adelante.
Es el ejemplo de un país completamente destruido, donde la gente tiene la
fuerza de empezar desde cero.

P.- Qué pasara en el futuro ?.
R.- Es difícil saberlo, pero hay que prestar atención a otros protagonistas.
En 1988 en el noroeste de Afganistán conocí a uno de los jefes de la
rebelión contra la ex URSS: Ismail Khan y que hoy es el hombre más
importante en el oeste del pais.
Ahora el gobierno central controla poco las provincias y Khan es uno de los
lideres de la principal.
Su historia es espectacular: fue jefe de toda la guerrilla en el oeste
afgano. Luego de vencer a la ex URSS siguió luchando contra los comunistas afganos que se quedaron en el poder. En 1995 fue vencido por los talibanes, huyo hasta Irán y luego volvió para seguir luchando. Se escapo de prisión, perdió una pierna y ahora es uno de principales enemigos de EE.UU. porque esta en el Norte y tiene muy buenas relaciones con Irán y se opone al actual gobierno central afgano.

Todo hace ver que la historia de Afganistán todavia no termina.