TEMAS PARA LA DISCUSION FRUCTIFERA


 

DIOS Y / O LA NATURALEZA

René Descartes cita: "Dios es perfecto, Dios existe, sino existiese no sería perfecto", Immanuel Kant piensa que "no es suficiente que Dios exista; algo que existe se lo debe probar o demostrar". Pascal afirma que "Dios es una experiencia irracional, que va más allá de lo racional". Los escolásticos afirman que "el creer no es razonable, Dios es una experiencia, un sentimiento y no una prueba". Espinosa manifiesta que "todo lo predecible o el contenido que tiene que ver con el destino, es una negación".
Cuando el hombre razona al mismo tiempo que reflexiona, niega, omite o confirma; dependiendo del nivel de razonamiento que él puede alcanzar.

El místico hace experiencias interiores sobre la existencia de Dios, esta experiencia no se la puede describir, Dios tiene un lugar en su vida y existencia. Según la historia de la humanidad, Dios siempre fue la Naturaleza, o es el otro nombre de la Naturaleza. ¡Es Dios un sueño, una ilusión, el amigo imaginario, es la Naturaleza percibible ó una realidad envuelta en diferentes dimensiones que encierran el pasado, el presente y el futuro!
Hay culturas que viven diferentes realidades, los muertos físicos siguen formando parte de su mundo real y hay vivos que rotan entre las diferentes realidades.

Los budistas y los hindúes creen que el Hombre después de la muerte se reencarna en diferentes formas: animal o material; Los Anangu de Australia conciben al hombre como una extensión de Dios o su imagen evidente. Para los cristianos y musulmanes Dios es el centro del mundo, se encuentra entre el cielo y la tierra, se manifiesta como fuente de energía o templo de adoración. Voltaire dice: "como Dios me llaman Naturaleza, en verdad soy Arte, el creador del mundo". La perfección de Dios se lo mide como Platón describía, "a través de la geometría o la perfección de las líneas", o la "proportio divina".

Los Dioses hindúes y americanos viven entre los hombres o vivieron entre los hombres, poseen fuerzas colosales, bailan y se divierten creando el mundo y el ritmo de la vida y la muerte. A Dios se lo representa feliz al momento que crea el mundo.
Friedrich Wilhelm Nietzsche dijo "si creyese en Dios, creería en un Dios capaz de danzar", a pesar que él en su tratados filosóficos declaró la "muerte de Dios".

El médico y filósofo persa Avicena (980 -1037) estudió y conoció los poderes de los "Dioses Verdes", en Irán las plantas medicinales constituyen hasta los tiempos actuales el 70% de sus medicinas.

Si Dios es un danzante, impredecible, extremamente fuerte, generoso, al mismo tiempo severo e implacable; aquí hablamos de la Naturaleza y sus diferentes facetas. Si creemos en Dios, creemos en algo concreto o simplemente decimos
"Dios siempre fue la Naturaleza".

Si a Dios le definimos como a la Naturaleza, partimos del hecho que la Naturaleza no necesita del Hombre, ni de su armonía existencial o material para existir o seguir existiendo. La Naturaleza seguirá existiendo sin la presencia del Hombre.

A la Naturaleza se la ve de diferente manera y se lo aprovecha de diferente forma,
si tomamos como ejemplo un río; bajo los ojos del Indígena el río es vida y fuente de energía, para el pescador es fuente de alimentos; para el agricultor seguro de vida y regadío para sus cultivos; para el niño que se baña y juega, es descanso y placer; para las mineras, petroleras, el río es riqueza y poder; para las ciudades, el agua del río es elemento vital, abastece las poblaciones y se la convierte en potable y acta para el consumo; "El río es un punto cristalino y colorido apto para el descanso y la contemplación". Si analizamos la relación HOMBRE - AGUA y estudiamos su comportamiento, en ese momento la Naturaleza se constituye una unidad psicológica y ecológica. A pesar que existen diversos tipos de intereses hacia la Naturaleza, se tiene que hacer compromisos de no agresión, aceptarla como sujeto de derechos, buscar la armonía con el medio ambiente; escuchar el llamado de la Naturaleza, cuando pide tiempo para regenerarse y renovarse.

Jacob von Uexküll (1864-1954) fue el creador del término "medio ambiente"
"Umwelt" dice: "la historia del medio ambiente es también la historia de la mentalidad humana". Si aceptamos a la Naturaleza como sujeto histórico, aceptamos sus reacciones incontroladas e incalculables. La Naturaleza no es enemiga del Hombre, sino reacciona cuando se siente lesionada o mal utilizada.

Entender a la Naturaleza es observar su conducta y comportamiento, muchas de esas observaciones de siglos se encuentran en los dibujos, relieves o poemas de sus primeros hombres. No se puede minimizar el impacto que ha causado la minería, la reforestación, la agricultura y ganadería industrial.

Sin embargo no se debe analizar a la Naturaleza de forma moralista, ni fanático-ecológica, sino seamos realista, multidisciplinarios, multidimensionales,
multi - perspectivas para evitar desarrollos inesperados.

La Naturaleza no es sólo lo verde y libre de personas, animales y pájaros.
La Naturaleza son territorios con animales domésticos y salvajes. Todo animal, insecto o planta es útil a la naturaleza; "los mosquitos de los pantanos ahuyentaron largo tiempo a los conquistadores, colonizadores y misioneros". Por muchos siglos el excremento de las ovejas fueron los "cascos de oro" para los agricultores y la regeneración de la tierra erosionada; el excremento humano fue por muchos siglos y actualmente en la China abono natural. Las cabras no son solo las depredadoras naturales de todo lo verde, han vivido miles de años en los laderas secas, sin haberlas alterado; ¡su exterminio no es una acción ecológica sino un actitud de interés económico!. Las cabras son los habitantes de la cara seca inaccesible de la naturaleza.

Pretendiendo hacer un bien a la Naturaleza se crearon reservas naturales, expulsando a sus habitantes milenarios, los salvajes, los incivilizados,los sin nombre aquellos que huelen la lluvia a miles de kilómetros, conocen el volcán, su estado de ánimo y predicen sus erupciones, perciben la migracion de los pájaros, escuchan los mensajes de los vientos, leen el color de las aguas y son maestros de sus medio.


Los planificadores de los parques artificiales introdujeron plantas foráneas y exterminaron los animales depredadores como: el lobo, oso y puma, provocando así un desbalance ecológico y una súper-población de flora y fauna, sin enemigos naturales; el caso de los Corzos, conejos y Jabalís. En ciudades como Florida con la expansión de los colonos y sus construcciones, paulatinamente se exterminan a los aligatores y sus habitantes naturales, la caza indiscriminada es casi legal, finalmente terminan convertidos en zapatos y carteras; a pesar de ser conocido que el Alligátor es un indicador ecológico imprescindible.

En Afrika los Masai viven entre Kenia y Tanzania, pueblos nómadas, habitan en las sabanas secas y viven de la ganadería; cuando sacrifican una vaca, utilizan todo el animal, incluido el estiércol para combatir a los mosquitos y cubrir las paredes de sus chozas.

Al sudeste de Camboya se construyen sobre el río casas, jardines y criaderos flotantes; sus habitantes se trasladan de un lugar a otro evitando los monzones, las precipitaciones y las inundaciones; "no abandonan sus casas y construcciones como normalmente lo harían las llamadas civilizaciones". Viven de la cría de serpientes y cocodrilos, la cerpiente es utilizada en su totalidad: los huevos como delicadezas, la carne para venderla ya sea frita o reseca, las vísceras para el consumo personal, la piel como alimento para los cocodrilos. Este es un ejemplo de sostenibilidad, de trabajo conjunto con la Naturaleza, de respeto a las exigencias y bondades del medio. En países europeos como Alemania se utiliza entre el 20% ó el 30% de la vaca o del cerdo, el resto se desecha!

En países civilizados a la lluvia se la considera molestosa e insoportable y no como normalmente lo es, necesaria para el crecimiento de las plantas y flores en los prados, praderas y montañas. "callar y gozar el silencio, escuchar el crecer de las plantas, el cantar de los pájaros y el murmullo de insectos y mariposas".

La naturaleza cambia constantemente, ella exige un adecuado manejo y control de sus bosques y habitantes. No podemos deforestar, secar lo pantanos, desviar o canalizar ríos, imponer el monocultivo, introducir plantas y animales foráneos, extraer sus minerales, contaminar aguas y tierras, expulsar habitantes originarios, cazar indiscriminadamente sin pensar en las consecuencias o alteraciones ecológicas o climáticas. La ruptura de la armonía o manejo inefectivo provoca una catástrofe ecológica y seguidamente una catástrofe social.

No tenemos derecho e manipular a la Naturaleza, más aún cuando sabemos que los transgénicos o alimentos diseñados son alimentos sin memoria genética, imposibles de digerirlos y no son fuente de energía alimenticias; son productos muertos, no aptos para el consumo humano. Lo más macabro de este tipo de productos, es que están destinados y predestinados a los pobres del mundo!

El hombre vive en simbiosis con la Naturaleza. La Naturaleza no es el bosque modelo sino la selva tropical inaccesible, los desiertos, los volcanes, las lluvias monzónicas, la nieve eterna, los ríos, las praderas, los lagos.

El deber del hombre moderno es evitar que la Naturaleza se revele en toda su dimensión, evitar que la humanidad deje de existir demasiado temprano debido a errores continuos, egoísmos desmedidos y ambiciones personales o grupales elitistas.

Artículo y Gráfico por Walter Trujillo, Febrero 2013


ANTROPOLOGÍA DE LA VIOLENCIA A LA MUJER

En los seres humanos rigen, a priori, las leyes de la naturaleza por deriva hasta que se conforma una diferenciación individual o de estatus social.

Un ser humano en concreto al nacer lo primero que hace es seguir a un servilismo biológico por medio de unas funciones o deberes que son inculcadas por sus progenitores; y eso lo produce, de seguida, que adquiera unas capacidades de adaptación social, las cuales actuarán en adelante por automatismo. Esquemáticamente sería así el proceso: una habituación, lo que conlleva una capacidad adaptativa y, ésta, actuará hasta el final por automatismo.

Desde luego, cada individuo está designado a ejercer una autoridad que protege una u otra habituación que, al mismo tiempo, le tensa, le motiva, lo crea necesario -para adaptar el carácter a una resistencia identificativa-. El carácter sexista es, así, condicionado, reducido a una obligatoriedad -capacidad por manifestarse- necesaria porque se ha adquirido.
Ahí la mujer, se condiciona o se deja condicionar "irremediablemente" por la fijación reproductiva, asimila un animismo infantil en su contagio -resonancia emocional- por saciar esa agradable atención a su hijo; por ello, la psicología de la mujer genera agentes o funciones susceptibles al "amor", alimentándose a la vez de la "inutilidad agresiva" que desplaza (término psicológico que significa trasladar pulsiones o emociones como elementos sustitutivos a otras acciones diferentes) a su convivencia social.

En cambio, el hombre se solivianta a la agresión sometido directamente a su instinto de supervivencia, sin verse orientado constantemente por una catarsis que eso evite. Tiene que cazar y, además, guerrear para "imponer" una etnia -lo que subestima la vida como fin propio o como valor-; él se hace sin duda autoritario porque la agresividad conduce a vencer, a resolver la "enemistad anímica" que desplaza a todo acto como recurso de supervivencia. Esto no determina que él no necesite emociones de afecto, sino que están condicionadas a su "a priori", a su dinámica psicológica que no puede soslayar.
Cuando sus puños se levantan contra la mujer no lo hace sólo por intenciones, sino por la impulsividad de un carácter biológico-social que ha adquirido; enfrente suya, la mujer, llorará imitando al niño que fijó porque es su "salida" -su respuesta- como única razón que no revoca o que no ha aprendido a revocar.

Así pues, lo que dijo Rousseau de que el ser humano es bueno -con respecto a la carencia de agresividad- por naturaleza puede ser válido sociológicamente, pero no biológicamente. El ser humano ejecuta en su campo vital sus capacidades funcionales de supervivencia, reacciona para no frustrar sus impulsos o emociones fijadas que ha creado como necesarias, como adaptación.
Sólo en el contexto de la socioterapia -el fortalecimiento de valores y el cambio de funciones sociales como el que se compartan tareas del hogar y del cuidado de los hijos- tiene una eficacia real como contrapartida a lo que ya hay.

Pero, de forma resumida o enumerada, ¿cuáles son las causas para que el hombre trate a la mujer con violencia?

  1. El hombre no está diariamente vinculado de forma emocional a los hijos tras la fase pos-reproductiva, sino a sus ritmos congénitos y de poder -control del medio natural y del medio social-.
    Las niñas es la belleza lo que exhiben; los niños, fuerza.
    Las niñas juegan a ser madres; los niños, a competir con otros en cualquier cualidad no sensible.
  2. La sociedad posee generalmente una cultura patriarcal y esto permite una misión de autoridad a favor del hombre: es quien decide las decisiones más importantes y, luego, quiere en consecuencia decidir las de la separación o del divorcio.
  3. La falta de autonomía económica: la mujer al no estar integrada plenamente en el mercado de trabajo depende más del salario de su pareja y se siente "adeudada" en eso emocionalmente.
  4. El sentimiento de propiedad del hombre como organizador de la sociedad patriarcal, pues él siempre ha sido propietario: "mis tierras", "mis obreros", "mi caballo", etc.
    El rey tiene un país, el maestro tiene discípulos, etc.
  5. El lenguaje como inductor de la infravaloración de la mujer, ya que casi todos los "tacos" tienen connotaciones de ningunearla como persona, de ofenderla.
  6. El hombre es quien utiliza las armas, casi siempre va unido socialmente a ellas: él es quien las fabrica y las sublima como medio de poder.
  7. El sentimiento de honor que ha alimentado también socialmente: él es el prestigioso macho que no quiere "mancha" y, ante todos, le irrita una situación de "cornudo".
  8. La carencia de rebeldía emocional en la mujer, puesto que está tratada por la resignación a ser "el sexo débil", "inútil para muchas cosas" e, incluso, en la búsqueda de amor, ella no seduce por miedo a sentirse después mal o al "¿qué dirán?".
    Pasivamente espera a que el macho la conquiste y pasivamente espera a que el macho la determine sexualmente, es decir, le imponga cuándo y el modo de sexualidad. Esto, sí, produce más inseguridad y retraimiento en ella para conseguir sus derechos.

Por último y como exigencia, la sociedad tiene la obligación de remediar que sigan imperando estas causas como "destructivas" -en todas las facetas de sus vidas- para más de la mitad de los seres humanos que la componen. Sólo es, pues, un reto humanitario o de pura o neta dignidad.


José REPISO MOYANO, ESPAÑA, MALAGA


DIÁSPORAS

Foto: Walter Trujillo


José Pablo Quevedo, Aimée G. Bolaños, Ricardo Cuadros Mercado, Eva Navarro Martínez.

JOSÉ PABLO QUEVEDO


Diáspora literaria: Migración y Exilio


El presente trabajo, fue presentado como un primer borrador en el Primer Encuentro Internacional de Escritores en Cuenca, llevado a cabo del 12 al 15 de julio del 2007, en Santa Ana de los Ríos de Cuenca, Ecuador.
El tema se ofreció en dos puntos, y que para el presente artículo de Alhucema he abreviado:

El destierro es redondo:/ un círculo, un anillo,/ le dan vuelta tus pies,/ cruzas la tierra,/ te despierta la luz y / No es la luz: La noche llega: Faltan tus estrellas, hallas hermanos,/ pero no es tu sangre. / Eres como un fantasma/ avergonzado de no amar más/ a los que tanto te aman./ (así es de injusta el alma/ sin raíces. (Pablo Neruda)

1.- Las razones históricas de la emigración de los escritores a Europa, sobre todo a países como Francia, España, Alemania, Suecia, etc., ha sido la persecución política de la inteligencia por las clases gobernantes latinoamericanas, que viene aún desde las recientemente constituidas repúblicas latinoamericanas. Más adelante, con la penetración del capitalismo francés, inglés y norteamericano, se acentuó la dependencia extranjera, y las contradicciones entre el capital y el trabajo, que trajo consigo una radicalización de la inteligencia. El espíritu crítico y de denuncia contra las clases gobernantes pero también contra la política de intromisión de las potencias extranjeras encontró en la migración y el exilio una forma de acallar a esas fuerzas esclarecedoras. Ellos tuvieron de una u otra manera que ser obligados a partir para Europa. El exilio en muchos casos fue obligado, y en otros casos, voluntario por la forma de elegir el país. Esos mismos casos se han mantenido casi hasta los fines del siglo XX.

En los últimos tiempos, por un lado, el declive de las dictaduras de corte fascista en América Latina, de los gobiernos civiles-militares, y de los gobiernos liberales extremadamente conservadores; y por otro lado, el ascenso de las fuerzas de izquierda marxista, partidos progresistas, gobiernos indigenistas, han posibilitado que estos intelectuales se queden y sirvan en sus países de origen bajo otros objetivos determinados. La migración para Europa es, en el caso primero, por razones de estudio o de trabajo.

Esto sin duda no es una regla actual para todos los países que acuñan un sello de política neoliberal y de subordinación a los intereses de los Estados Unidos.
Una excepción, lo sigue siendo Colombia, bajo las razones de la guerra que vive ese país y la continuación de la política neoliberal y pro-estadounidense del presidente Uribe. En diversas conversaciones con intelectuales de esos países que viven en el exilio en Europa, he anotado:

a) Las razones políticas, de exilio obligado, son una parte de la política de los Estados represivos para desembarazarse de posibles opositores y contrarios políticos y para evitar un posible encarcelamiento y una repercusión internacional. En algunos casos los intelectuales son amenazados de muerte y dispuestos a la tortura sicológica, o también vigilados y controlados por la policía, lo que ello implica la creación de un estado de insatisfacción y de constante amenaza a sus existencias que repercute tanto en lo material como en lo espiritual de estos creadores.
Otras razones obedecen al ejercicio de la diplomacia política, en las cuales esos Estados para desembarazarse de sus oponentes, acuden a medios plausibles, a través de diversos cargos diplomáticos, que son ofrecidos en las embajadas extranjeras, o el favorecimiento de estudios o de estadía a través de becas.

b) Hay otras razones de emigración:

El caso de la emigraciones obligadas de nuestra intelectualidad ha derivado, y continúa aún, a través de la dependencia política de nuestros países con respecto a los Estados Unidos y Europa, en base a la dependencia y las políticas liberales y neoliberales que habían sido implantadas por casi la totalidad de nuestros gobernantes hasta fines del siglo XX. Sobre esto, hay que diferenciar que antes de la Primera Guerra Mundial y la Segunda Guerra Mundial, el marcartismo y el anticomunismo de los Estados Unidos se hizo presente no solamente contra la intelectualidad europea, sino también contra la intelectualidad latinoamericana. Y durante el período llamado de la "guerra fría", este marcartismo y anticomunismo se acentuó debido a la Revolución Cubana y a las luchas de liberación de los pueblos de América Latina. Esta revolución trajo muchas expectativas y esperanzas en los intelectuales revolucionarios de América Latina y una efervescencia política hacia posiciones progresistas, y muchos de ellos destacaron estos alcances. El surgimiento de muchos gobiernos militares y conservadores fue la respuesta de los Estados Unidos a este proceso de eclosión social e intelectual.

También, las clases gobernantes de estos países, frente al ascenso de algunos movimientos armados de liberación nacional, acentuaron este proceso de endurecimiento de la política, y muchos intelectuales fueron el objeto de la represión y hasta del terror de Estado. En este período muchos de los intelectuales tuvieron que emigrar a Europa por la amenaza constante y el temor a perder la vida. La estrategia de las clases dirigentes en alianza con los Estados Unidos fue la creación de los cuerpos paramilitares, como en el caso de Colombia, y de los tristemente célebres dictaduras militares de corte fascista establecidas en muchos países de América Latina.

Durante el periodo de derrocamiento de la Unidad Popular en Chile a través del golpe militar fascista de Augusto Pinochet, muchos de los escritores y artistas chilenos tuvieron que ir al exilio, tanto a Europa del oeste como del este. También durante la dictadura civil-militar de Alberto Fuchimori, algunos intelectuales y escritores peruanos se refugiaron en París. En muchos de los países de nuestro continente la situación deteriorada de la vida y de una política nefasta hacia los intelectuales hizo posible esa emigración obligada o voluntaria.

Sobre este exilio, hay comentarios de varios escritores latinoamericanos, y en Europa, han aparecido ya algunos libros sobre el exilio, en especial, a lo que se refiere al exilio de los escritores chilenos. Debemos decir, que muchos países Europeos como Suecia. Alemania, Francia, España acogieron a estos escritores.

Yo personalmente, he conocido a algunos de estos escritores en mis travesías entre uno y otro país europeo. A mi parecer, la Ciudad Luz, sigue siendo la ciudad más atractiva en Europa para los escritores latinoamericanos por la facilidad del lenguaje y de adaptación cultural, amén que esta ciudad cuenta con una gama de medios culturales, una gran tradición intelectual y un acercamiento político a estos creadores.


2- Reflexiones, temas, análisis escriturales de la emigración en las obras de los escritores de la diáspora literaria actual en Berlín y Europa. Algunos criterios de los temas esbozados y que derivan desde la obra de los mismos escritores : Reflexiones sobre el exilio obligado o voluntario

Luis Arias Manzo, chileno, en 1973 tenía 17 años. Debió salir al exterior en marzo de 1975 y sólo volvió al país en febrero de 1991. Sus últimos 12 años como exiliado los vivió en Francia. Es autor de tres libros: 'AGUALUNA', 'MIL AÑOS DE AMOR' e 'INSTANTES' (bajo el sello de Apostrophes Ediciones). Hace parte de numerosas antologías poéticas nacionales e internacionales y ha sido traducido a varios idiomas.
Fue primer vicepresidente de la Asociación Latinoamericana de Poetas hasta el 14 de octubre 2005, desde entonces se ha dedicado a formar el movimiento mundial "POETAS DEL MUNDO", organización que agrupa a más de 2000 poetas de los 5 continentes, del cual es su Secretario General.

Esta noche escribo desde adentro, /Desde nuestro mundo, Pachamama, /Desde el espacio que conocemos, /Donde nos amamos en carne y suspiros. / Es un mundo material con forma real, /Pero todo es real, adentro y afuera, /Afuera y adentro es la misma lucha; /La lucha por la existencia y la vivencia. /Es por eso que a veces me aflijo /Como un niño sin recursos, /Como un inocente sin verdades de labios, /Y como un amante sin realidad que favorece. /Pachamama, mujer que me inspiras, /Y que te entregas a mí sólo porque me gustas, /Eres celestial en mis brazos y en mi sangre, /Eres grandiosa adentro y afuera. /Yo era un combatiente adentro, /Tu lo sabes, un guerrero materialista, /No he cambiado, Amor mío, no he cambiado... Pero mira que curioso, Pachamama, /A ti que te he amado fecundo, /Siempre es la misma pelea, lo quiera o no, /Siempre habrá que luchar con nobleza. /Ahora comprendo más tus palabras inquietas...
O afuera con dolores legendarios, /Siempre, siempre hay que combatir. /Humanidad por la que tanto he luchado, /El cielo no existe, no existe!!! /Jamás existió, todo fue ilusión, /Solo hay de verdadero, un campo de batallas...
Compañeros míos, torturados y quebrantados, /La lucha nunca fue en vano, /Porque las fuerzas del bien y del mal /Siempre se han enfrentado, allá y acá...
Compañeros míos, fusilados y asesinados, /Sois guerreros de siempre, /Ayer moríais por luchas carnales, /¿Dónde lucháis en estos días?...

Pero la lucha siempre es la misma, /Pachamama vino a decírmelo, /Llegó vestida de mujer seductora como ella es, /Me amó, me habló y me enseñó el verbo de la luz.
( Fragmentos de su poema Pachamama, Parte VIII )

Dentro del marco de la Cita de la Poesía: Latinoamérica-Berlín 2005, el escritor Walter Trujillo de Ecuador, nos presentó el Testimonio - de una mujer Ilegal. Walter Trujillo reside en Berlín, y dirige la revista virtual Vulcanus en Berlín. Estos pensamientos importantes son recogidos de la Pág. www.geocities.com/mapadeviento/testi.hatm.

Soy una mujer latinoamericana, que llegó a este país (Alemania), hace algo más de tres años, no tengo permiso de residencia, - es mejor así decirlo-, ya que papeles!, "si los tengo",- los míos-.
Busco vivir, trabajar, estudiar; y todas estas aspiraciones las veo muy difíciles de realizarlas.
No puedo trabajar legalmente, permiso no lo tengo, no puedo estudiar; para eso necesito papeles, siempre los papeles...para vivir, los papeles..! Me gustaría contar cosas bonitas...

El tema que salta a primer plano es el problema de un emigrante y la ilegalidad de una mujer recién llegada a un país como Alemania de cultura y de lengua diferente, es la ilusión que se han trazado muchos latinoamericanos de poder obtener todos los beneficios y las facilidades del trabajo en otra sociedad y no el de una vida dura y difícil, y en cambio, se les presenta desde la llegada con una implacable burocracia y las leyes de la emigración.

Más adelante la mujer reflexiona sobre su situación de emigrante y su frustración ante lo que le acontece: Quién podría pensar que nuestro planeta azulado carmesí, bordado de montañas que besan el cielo y playas bañadas de aguas tibias...exista gente que se llame ilegal, gente sin espacio justo ni lugar cálido.

Esa desilusión vuelca a muchos latinoamericanos a reparar sobre su identidad y su pasado. En el poema Dónde está mi Dudu, Walter Trujillo, percibe en la duda esa identidad pasada en sus versos: Donde están mis miedos antiguos y lacerados, /quién ha robado mi ilusión incierta, /quién cambio mi futuro incierto, /quién bebió de mi sufrir y /quien se hastió de mis sueños y pesadillas.


El mismo tono del desencanto y el laconismo de la vida en el exilio obligado, es mostrado por el poeta chileno Juan Pablo Melo (JUAMPA), aunque usando un tono sarcástico y ambivalente en el que se debate su espíritu por salir de esa exclusión que es propia de las sociedades de consumo. Sus poesías señalan los dos lados contrarios sobre la vida que asume dentro de la marginalidad, y su confrontación con ella misma en lo que está y no está permitido. En sus intentos literarios, en que vive JUAMPA aún en proceso de búsquedas, como lo explica el poeta Víctor Bueno Román, "el autor se vale de la anáfora o repetición de palabras en similar estructura sintáctica". Juan Pablo Melo, escribe: Oficialmente no he sido incluido/ no he sido invitado,/ oficialmente no he sido excluido/ no he sido considerado/ extraoficialmente he sido notificado/ he sido invitado extraoficialmente/ extraoficialmente / se me ha considerado/ consideradamente se ha reconsiderado/ tomando en cuenta/ sobrelacuenta/ que extraoficialmente/ no he sido/ oficialmente tomado en cuenta/ por lo menos, aun quedan cuentas/ y...tomadores de cuentas/ ...claro que podrian ser:/ tomadores de la cuenta de luz/ o del agua en cuenta/ derramada mas de la cuenta/ o, de la cuenta del gas/ aunque no se,/ si serán también /tomadores de pelo/ o,/ saludablemente, inocentemente/ ...(entre-nos)/ ...etílicos tomadores /sin comentario... no tengo moral/ Enfermo; cualquier momento, cualquier lugar/ causa quiera, cualquier no,/ cualquier corto o laaaargo tiempo/ excluidos de exclusiones/ de oportunistas oportunos/ de idas y venidas/ de una/ extraoficialmente /tomadura en cuenta.

En Biografía reducida, con destino: París, publicada en la Antología Sismo Poético Resistente, Cita de la Poesía 2000, leemos lo que nos dice JUAMPA: La poesía la he tratado en forma esporádica, tanto en mi vida en contacto-relación : entre la capital , Santiago y el mar, Cartagena y en otros, de la costa central de Chile...hasta mi actual paradero específicamente en Berlín.Y ha sido en Berlín donde precisamente han re-aflorado mis motivaciones, al participar en grupos literarios multi-nacionales, también al ser invitado a participar en lecturas y antologías y así sacar a luz lo que por tanto tiempo he mantenido guardado en papeles archivados en carpetas o cajones; donde algunas de mis vivencias escritas fueron quedando en constancia. Entonces, esta urgencia presente, quizás derivada, producto de la lejanía y la ausencia de los lugares propios de mi pasado. Cartagena-Chile / Berlín , Junio 2000


En su exilio obligado, en la ciudad de Madrid, el poeta colombiano Arturo Prado Lima, con su magma de escritor reconocido, con sus afanes de creación contestataria social, asume una posición cultural frente a ese exilio obligado, en sus reflexiones históricas entre la América Latina y España, tratando con su pluma el fondo de esos problemas, y contradiciendo lo que se ha vertido desde algunos siglos sobre nuestros países, mostrando ese drama histórico de la marginalidad, que es recogida en su voz astillada de húmero, para obtener aunque sea un trozo de esa identidad, humana desde la Literatura:

Hay una España muriéndose en mi hombro,/ madre,/ si tú vinieras y miraras por las rendijas/ del pobre barro peninsular/ una España que agoniza / sin haber leído un triste verso de Lorca/ o haber osado derribar del todo los nobles molinos de Cervantes. /Tienen el mismo rostro del tío Bertulfo /y se ríen con sus palabrotas acuchilladas/ de cagarse en Dios y en las madres que los parieron/ y fuman largamente/ mientras sus perros se cagan en los parques./ ¡Qué alboroto de huesos y señales / en sus lenguas, madre!/ Hay otra España que aun asiste/ al entierro de Franco, el generalísimo,/ y van de luto riguroso y muerte en pecho./ Y otra España que se desangra/ sin futuro y sin historia./ Y otra, Madre,/ que sueña y desueña un destino distinto,/ que sabe de las Nanas de las Cebollas/ y las penitencias rotundas de Miguel Hernández,/ y las pesadillas de Picasso/ y los fusilamientos de los sueños,/ como lo hacen ahora en nuestro país, Madre./ Por estas calles paso recordándote, Madre,/ entrando a los locutorios, / acordándome de tu viudez callada, / de la esperanza hecho ya canas/ en la noble cabeza de quererte.

El exilio obligado trae una infinita nostalgia, recicla los recuerdos vividos en la América Total, traza nuevas coordenadas de comparaciones, agudiza las reflexiones entre lo vivido y lo que se vive. Lo que el destino nos obliga a mutar en un país que creemos que es el de nuestra aspiraciones y el que abandonamos es recepcionado siempre por un tono de nostalgia. Continuemos con Arturo Prado Lima: Cada día la pena será menos sagrada/ ahora que me vaya de los huesos,/ ahora que una búlgara de hierba triste/ compra dos cervezas/ para remojar sus labios de papel./ Cada hora que pasa diciendo adiós/ a cada edad / la nostalgia se vuelve más nostalgia/ en los acantilados del lejano país/ varado en los huecos del alma y de la carne...

Arturo Prado Lima, en su dimensión de poeta no solamente ve solamente ese exilio que rodea su mundo y que es el de los latinoamericanos, sino también la vida de otros emigrantes, que ahora, vienen desde el oeste. El escribe: Una rumana delgada y vegetal/ viene por perejil todas las tardes/ con el recuerdo soviético en los ojos./ Sus cejas tienen prisa/ y su falda es triste como el pan de ayer/ y su dichoso cuello/ huele a una joven España pasajera. El último verso trae la connotación que el exilio obligado siempre será pasajero al voluntario, al que uno se ha permitido decidir concientemente.


No era tan diferente el tema de mis poemas, en 1990,cuando a poco de los cambios en la RDA y de la Reunificación alemana , escribía hacia los emigrantes de otros países. Ahora que Bekelé, emigrante sudanés se ha ido,/ imagino su barba en la densa niebla berlinesa,/ ahogada de sueños y cigarros./ Le dije: El país de los pinos no podrás amar./ Los molinos que antaño cribaban el trigo/ están rotos./ Los vientos nocturnos los hacen ahuyantes./ La ciudad tritura el despertar de los viajeros./ Los carnavales de los ríos de tu país son inigualables./ El paisaje caliente está en tu corazón./ El hielo es dentado y pone tus pies en partida./ No creas en sirenas, porque ellas te atan / a las proas de sus naves, / y aunque pongas cera a tus oídos,/ señalaran siempre la partida./ La ciudad tritura el despertar, tu piel marcada de arena./ Alemania no es país para emigrantes.

Tampoco, lo fue, ahora, a lo observado por Arturo Prado Lima, cuando por los años ochenta, me detuve ante el corazón de la nueva ciudad que conocía, el West Berlín, como llamamos, en ese entonces, a la zona colindante con la capital de la RDA. Allí pude ver la lógica que constituía y que imprimía el movimiento de esa ciudad, adecuada, en ese tiempo, a los valores de vida comercial y de la gente... Me da vértigo el transitar de los anuncios./ Los peatones vienen y van. Se detienen. / El neón ilumina bocas y tórax/ en la intimidad pornográfica./ Me digo, si alguien ha descubierto/ su propio retrato en una esquina,/ si ha compartido esa sensación cuadrumana/ del revólver que alguien sostiene en una funda./ La memoria parece perder en un anuncio/ su propio instinto, su propia historia./ Ku-damm. Miro la calle hasta perderme./ Me digo: Este acento no es el mío./ Aprieto mis puños contra una piedra.


El escritor peruano, Víctor Bueno Román, también se hizo al camino a Alemania a través de la migración voluntaria, trazó su aprendizaje de la lengua alemana en ese país sajón, y después de realizar estudios en Heidelberg pasó a radicar a Berlín. Tiene dos hijos, aquí escribe y opina, y envía sus mensajes a nuestro continente. Muchos de sus escritos están elaborados en la lengua alemana. El vive aún de las reminiscencias de su mundo de origen, los cuales las medita permanentemente en sus poesías. El ha escrito un bello libro de poesías Camina el Autor. Y en este libro, su autor, muestra el proceso de contradicciones culturales y los de integración en estos mundos, más aún, en un terreno determinado por la globalización. El mismo vive las consecuencias de esos dos mundos, a pesar de dominar perfectamente la lengua alemana y conocer perfectamente el país que lo ha acogido. Él no se subsume a esta metamorfosis de integración y su obra poética hermética e intimista nos muestra estas facetas. Leamos algunos fragmentos del libro : "Camina el autor".

La aurora se detuvo ante el bohío, /cuando la campesina y el campesino,/ lejos de aquél rearmaban su destino. /En tal coyuntura, de poncho iba la tarde /y por el Bosque de Piedras fueteaba duro el frío.

La edad y las diferencias se hicieron agua clara./ No tentaron más ni el olor ni el color de sábana /y la crisis rompió diques durante una Paskana. /Llegado al cruce se escuchó Qayaminchakama, /cuando era muy adolescente la tierna Sara.

Qayaminchakama se dijo a la quincha de amor /y el árbol quedó sin sus viejos labradores /del maíz, de la papa y de los camotes. /Ahí más tropiezos daría la alborada /y del río vecino se ausentaría el fragor.

Al centro de la bifurcada vía, /verdea el rico pasto sin manada. /Con el árbol toparon tarde /un ave de ala quebrada /y un Hombre, hecho antes del día...


También esas evocaciones y nostalgias asociadas a la acción escritural, es como el remanente de una ola perpetua, cuyas crestas aún golpean los recuerdos, de una u otra manera a quienes hayan estado sumergidos dentro de este drama del exilio. Para podernos situar mejor dentro de ello, también pongo como ejemplo, lo que escribe el poeta iraquí, Karim Aschbili Al-Asadi, nacido en 1958 in Nazaria, el cual vino al exilio obligado por razones políticas para Alemania y que trabaja actualmente sobre el área de la Literatura y de Ciencias Islámicas.


Yo desearía tomar algo bajo el brazo/ dulce y todo amor, /por ejemplo, un mundo de viento /o una media luna mojada, que desnuda /se evada a los precipicios del mar /o un viejo cuaderno roto. /Yo desearía tomar algo bajo el brazo/ y por el camino hacia casa hacer un puente /igual uno, que con todos los ríos del planeta
regresaría a su red /en un día de verano. /Yo desearía tomar algo bajo el brazo /y regresar a mediodía cuando las mujeres /esperan en los peldaños de las puertas de las casas /el regreso de los hijos... /Cuando yo veo a mi madre, /esbelta, de luto, /toda dulzura, todo amor, /que pudiera decir: tu hijo /regresó con los mares lejanos, bajo el brazo. /Pura y blanca mentira, /dulzura y todo amor /que se llama: mundo. Poema, Tomar algo bajo el brazo.


La poeta boliviana, Martha Gantier, vivió en Berlín, algunos años trabajó libremente. De su transitar, nos dejó un recuerdo imborrable, sobre todo, a los poetas latinoamericanos que compartimos algunas lecturas y veladas literarias en esta ciudad berlinesa, y también en su participación en la Cita de la Poesía: Berlín-Latinoamérica.
Ella trajo consigo una voz madura, una experiencia literaria avanzada, sumada a su impulso lírico y del lenguaje sobresaliente. Su sensibilidad de poeta, la vertió en una forma sintética de definir lo cotidiano, lo arraigado hacia su geografía andina y hacia sus hombres ancestrales en sus mitos y su panteísmo.

En esta gran ciudad, a través del desdoblamiento de su psiquis, Martha Gantier pudo entender y recepcionar los procesos nuevos que se dan con este choque cultural. Y la poeta los plasmó en su poesías con imágenes reales y vitales de su observación, los que reflejan el interior del mundo berlinés en el cual nos fuimos de una u otra manera introduciendo.
En su poema en ritmo de Tango la poeta nos muestra uno de los tantos personajes alemanes que acompañan nuestras secuencias cotidianas cuando tomamos el metro y viajamos por la ciudad. El metro, este vehículo necesario le sirve de medio para hacer esa observación y mostrar asimismo el comportamiento de este personaje y de la gente que viaja en este medio.


En un vagón del metro /hablando un ebrio a solas /maloliente, triste y /desgarbado, /impregnado el alma de
alcohol y soledad. /Hastiado de su monólogo /miró a los viajantes /soñando realizar el milagro /de la comunicación, /los rostros de mármol / temerosos de semejante /atropello /se refugiaron entre las líneas /de sus libros y periódicos /y en el chicchic de sus /audífonos /Desconcertado el borracho /habló en un idioma /bárbaro /cosas inentendibles /de guerra, hambre / y torturas.../El borracho volviendo /a su realidad /preguntó en idioma /conocido /Saben lo que he dicho? /Qué hago, aquí? /Was mache ich /eingentlich hier? (Poema: En ritmo de tango)


La chilena Patricia Cerda-Hegerl que vive desde 1996 en Alemania, y además es docente de historia y geografía, ha recepcionado ese hecho de vivir en el extranjero. En su poema Luna Wai - Wai, nos muestra el tema repetitivo de la nostalgia, reflejada en una parte del mito histórico de la América ancestral: ...En tiempos remotos,/ cuando la Luna Wai - Wuai daba órdenes,/ cuando los hombres preparaban el pan de mandioca/ y acarreaban el agua del río, cuando las flautas sagradas, aquellas, que declaraban el amor, pertenecían a las féminas/ y ellas reinaban en el mundo;/ el sol fecundó a Jurupari/ con el jugo de las hojas de los árboles./ Así desde el vientre mundano de una virgen/ nació un niño. Jurupari trajo muchos secretos:/ emparentó a los hombres con el trueno,/ el tigre y los volcanes/ y les enseño el arte de guerrear./ Un día les llevó también las flautas sagradas,/ el derecho de declarar el amor/ y de impartir las órdenes./ La Luna Wai - Wuai se quedó en silencio./ La mujeres andan buscando/ las flautas sagradas/ desde entonces.

La colombiana Sonia Solarte Orejuela, Co-fundadora de la Asociación de Mujeres Latinoamericanas Xochicuicatl e.V, en Berlín, en su poema Colonización y olvido, de otra manera a la de Arturo Prado Lima, nos permite ingresar a estos dos grandes contrastes sociales históricos frente al drama de un mundo dividido y de diferencias polares que existen bajo las formas de las dependencias del desarrollo y del subdesarrollo: Vengo del sur/ del río nací e hice una travesía/ por el sol de las montañas. Tenía un nombre, una casa/ una lucha interna que amaba y defendía./ Yerbas violentas incubaron sus huevos por doquier/ perdí el principio de las cosas/ que antes evitaban las catástrofes./ Una vorágine fría, perversa, gigantesca, multiplicó la tristeza/ el desorden, la desposesión/ e inauguró el horror sus destrozos/entre las redes de mis sueños./ Para no ser víctima prematura/ de las fuerzas innobles de un nuevo orden/ cedí los imperativos de mi sangre/ a una estafa disfrazada de progreso,/ me fui olvidando de mis muertos/ de sus huellas que fundaron/ mi amor por los caminos./ Otra cu7ltura imantó mi deseo/ y exigió cada día la renuncia/ a la pronunciación de la palabra futuro./ Para personas como yo no había futuro/ eso estaba establecido/ antes que arribara a estas tierras/ y estaba escrito en los espejos/ en sus trenes, en sus puertas/ en el titilar incierto/ de sus miradas esquivas....(Fragmento)


3.- Algunas voces sensualistas de la poesía latinoamericana. El nacimiento de "Café Berlín".

El exilio voluntario o obligado necesita lavar mentalmente esas cadenas de injusticias que trajo al poeta argonauta a estas tierras alemanas. Otros poetas mas sensualistas en su espíritu han podido llegar a esos dominios, para ello es necesario: una buena dosis de humor escéptico, nada corrosivo, un impulso de ironía, algo que a veces nos falta para compensar esa vida de soslayo que se lleva y para recrearse con el sol cuando este nos alumbre. También se necesita de una musa (s), que nos deje adecuar el tiempo en ese equilibrio del caos y del orden que se vive, entre las cosas que se han idealizado y las cosas que son reales. Ella no trasladará a los planos de las reflexiones ideales y no nos desgastará al tratar de construir lo antes sucedido. Tratar de recomponer este tiempo o apenas tratar de compararlo sería entregarse al lamento y a la nostalgia, máxime en la hora de los cambios que estrangulan hasta los bolsillos del poeta.

Jaime de la Gracia, el poeta colombiano de la dispersión, en su poesía del exilio voluntario, en tierras alemanas tiene otro carácter diferente a Arturo Prado Lima, tal vez, porque Berlín es una ciudad más abierta a todos los espíritus que vienen de todas partes del planeta, una ciudad donde existe la emancipación de la mujer, y también los movimientos anarquistas, y el liberalismo; y el socialismo tienen su asidero, no solamente en las cosas espirituales, sino es una mentalidad en lo material y lo espiritual. El socialismo vive cada día en las controversias y nuevos afanes de exponer una política mas adecuada con nuestros tiempos. Aquí, en Berlín, hasta los partidos conservadores mudan de piel con las vaivenes de la política actual, en la balanza de las componendas sociales después del término de la llamada guerra fría. Aquí la inteligencia tiene algo que decir, la inteligencia es innovadora y una fuerza que ridiculiza hasta las fuerzas más conservadoras.

Leamos lo que el poeta escribe en el Poema 29, desde la gran ciudad berlinesa: Aquí estuvo/ La mujer/ (Y allá la ventana / Y la puerta de la casa/) Ella maquillaba peces / Que aquí estuvo/ Que soltaba bajo la lluvia/ Los echaba a andar/ Sobre un mapa/ Señalaba con un dedo/ La profundidad de su ombligo/ ( Otra vez al viento) Cantó para los sordos/ Sé que no mentía (La he visto super/ Veces)

También en el Poema 45, escribe: Tierra/ Firme/ Manantial amargo de aguas dulces/ Guerra de todas las guerras/ que me trae la Paz/ Cántaro de arcilla milenaria/ Capaz de contenerme/ En su vientre /Fresco y húmedo/ Tigre de mil rayas/ Ese amor.

Los caminos del simbolismo son guiados por líneas luminosas y por los diversos laberintos en un mundo que se debe de parecer al infierno en la satisfacción espiritual, en donde el poeta recorre toda esa variedad multicultural de voces, las repúblicas diferentes del Arte y de la poesía erótica, la recreadora y reflexionadora de la vida, "No es fatiga el peso de tu peso / No me canso de tu nota / Me gustas cuando aguajeas / Cuando te anudas embrullada."

En su libro "Poemas de la Dispersión"-poesías minimalistas o miniaturas poéticas- fluyen las voces de un Yo intimista y sintético, y advierto este desenvolvimiento que engendra al paso de uno a otro estado entre "el caos y el orden", entre los disímiles colores de la Luz: "El río que pasa dos veces es el verdadero." O también, como de la Gracia en otros versos escribe: "Los ríos no van al mar / Los caminos no pasan por Roma / Ella hoy se va a la biblioteca." Esta suma - resta óptima o dialéctica binarista en su dinámica nos permite entender al proceso de desarrollo de contrarios de una generalidad real-existente como idea ya fija de la Humanidad de nuestro tiempo, pero él la adecua a otro movimiento, es decir, desarrolla la regresión de la contradicción como el producto de las realidades diversas y como antípodas frente a las metáforas lineales y férreas de los arquetipos clásicos. Y ello el poeta lo logra por oposición: "Si aparece el sol / Lo hará por sustracción." Es decir, la provocación y el encanto que engendra la palabra en su caída, con su perfume nocturno, con sus mariposas diversas de sueño, con sus alas de Ángel y de Demonio, con sus advertencias y crucigramas, con su diálogo de Río y de Luna, y su acecho de jaguar en una rama esperando que la sombra de la Luna cubra al mundo. "El cielo debe ser un lugar / De purgación / Porque es el sitio al que / Aspiran los astutos." Y como nos damos cuenta, el poeta no persigue a las imágenes, ellas vienen a él como los escarabajos o las mariposas a la flor, atraídos por el perfume del Orinoco, vivo como una serpiente de piel que transpira al color de la tierra fecunda: "Las piernas blancas / Dentro de la flores blancas / Paisaje erótico creciendo / Con sol gordo entre tus piernas."

Jaime de la Gracia no tiene mecenas que le apoyen sus proyectos culturales, pero tiene a las Nereidas, y ellas lo rodean y les sirven como fuentes de inspiración y son sus acompañantes por todos esos caminos ariscos y cortantes, pues él sabe que hasta la provocadora Circe, sobre esa isla Aia, siempre lo estará esperando, o como el poeta escribe con marcado sensualismo:" La ropa secándose / colgada del alambre dulce."

También Jaime de la Gracia tiene una adquisición de hace tres años, como una pintura a lo Claude Monet o como un manantial-afluente del gran Orinoco: "¡Café Berlín!" , que sale como revista y en las páginas de internet. Y él es audaz y osado, pues lograr esa obra de talento y continuar trabajando por amor, ya se lo hemos repetido, "eso no es una empresa para diletantes." La literatura, especialmente la poesía y el arte pictórico del mundo latinoamericano en Berlín, es como la pasión por el deporte, al que hay que saber quererlo y tratarlo cuando se quiere que los espectadores lo gocen espiritualmente y lo sientan con todos los sentidos. Pues, quien desea exponer su obra en una galería berlinesa, no se debe apoyar sobre una firma o sobre un mecenas. El espacio berlinés es su descubrimiento y su conquista , y en este terreno, hay que saber conquistarlo, o como él dice: "Hay que saber jugarse el pellejo", sobre todo, en un país donde todas esas posibilidades parecen ya agotadas.

Otra muestra de la poesía erótica, hecha en Alemania, con el giro de un lenguaje directo, mas descarnado, pero al mismo tiempo mas sincero, es el libro de la poeta peruana Sui Yun, Soy un animal con el misterio de un ángel. Este libro, impreso en el Callao, Perú 2001, nos permite ver lo que impregna el carácter del poeta, pues, su contenido refleja una alma activa en sus propias andanzas, consumida en sus grandes pasiones, oscilante siempre en sus búsquedas entre la soledad y la añoranza.
Polar ya es la metáfora del título, y creo, que solamente ha podido escribirse inspirado bajo otra filosofía, bajo la igualdad de condiciones de sexos y de las relaciones, pero hecho desde el polo del pensamiento extremo.

Hay oculto también debajo del lenguaje una expresión de nostalgia, que el lector, no puede ver , sino a menera que se introduce en el libro y al hacer del mismo una reflexión total. Lo que es y lo que debe de ser
según los sentimientos y ambiciones y obcesiones frente al amor. Pues la realidad son mundos diferentes o varias, y no acuden así como los deseamos en la medida de las ambiciones personales.

Creo, que en esta esfera, Sui Yun, refleja en el plano de lo personal, la existencia de esos dos mundos Alemania/Perú. En el mundo que se vive y al que venimos para renovarnos. Ellos se contradicen en la realidad y el pensamiento, como vivir entre sueños y las mismas pasiones.

Sé / que me amarás esta noche/ de tus encuentros con otras mujeres/ la pastilla bordeando sus cantos/ de sirena embrujada/ mientras/ al amanecer/ otro humo, otro rostro/ ensombrecerá tu fémur/ entre carnes y monturas blancas/ en oscuras noches de delirio. No/ no podrás ensangrentar ante el recuerdo/ y sin embargo/ tu pulso te detendrá en el tiempo/ en que me amabas/ mientras/ poseías otras ninfas/ loco por olvidarme.

También: Tu semen ha abierto mi pubis en/ luna/ de agua/ Porque en el cielo de Amancay,/ pronto/ hubo un conjuro de estrellas/ y/ no eran tus labios mojados,ni tus/párpados húmedos que amasan/ la tierra// es la historia de Chavín que/ conjurando estrellas/ y atravesando muros indomables/ por la/ historia/ quiebra el fémur,/ la óptica desleinable/ incesta./ Abancay no se viste de perlas y/ s desnuda como el viento en/ un sol de cuaresmas: recorre las/ iconografías de las piedras y es/ ella en canto ditirámbico de la estela.

4.- La poesía Existencialista de Mario Markus

Mario Markus, vive en su exilio voluntario en Alemania, en su Ser, mitad chileno-mitad alemán, él es un experto en fisiología molecular del Instituto Max-Planck de Alemania y tiene el espíritu de un renacentista moderno, pues además de creer en la fuerza de la ciencia cree en el poder del arte y de la palabra. Entre la ecuación racional de la ciencia y del sentimiento humano, el hombre es integral y guarda un equilibro humano y verdadero. Su poesía es existencialista, cargada de ironía y de humor corrosivo, sus gestos y su forma teatral de ver las cosas así denuncian el caracter de ver las cosas en las sociedades de consumo, sea cualquier país de Europa.

"En el poema "En viaje a España", la trama existencial ironiza los cambios históricos en las agujas de los relojes de un tiempo presente, en el viaje de un día que se le presenta corrosivo, que describe la marcha cotidiana de los peregrimos y los turistas que transitan a través de la grandes ciudades en busca de nuevas imágenes que satisfagan sus ansiedades desmedidas por el agotamiento y el stress, pues a ellos les agobia la insatisen facción de sus deseos. Los cambios activos de imágenes también de las ciudades nos recuerda a cada hoja impresa que sale de sus diagramas visuales en su movimiento y ritmo. En los últimos versos, se muestra el escenario de un boulevard donde el poeta descubre esa contrariedad: "azúcar, leche, semblante triste./ Enorme está el sol hoy día... y frío." Y ese boulevard me recuerda a una gran plaza de la Grecia antigua, con un gran movimiento de gente en la cual, de pronto, emerge la figura del filósofo Diógenes, quien vivía en un tonel, gritando a los presentes o para sí mismo sobre los problemas de la existencia humana. Aquí la figura es la de un ebrio que dice: ¡La soledad no existe!

Cambio de tren en Avignon, /dos horas entre Norte y Sur. /Marcha obligada al palacio papal, inmenso ataúd amarillo y vacío. /Un café en el boulevard: azúcar, leche, semblante triste. /Enorme está el sol hoy día... y frío. /Un ebrio grita en la calle: /¡La soledad no existe!(Poema En viaje a España)

En el poema "El país sin nombre", el poeta en diálogo directo con su interlocutor, nos muestra las diversas caras de una paradoja cultural histórica, de una identidad artificial ganada por hombres que han descubierto la apariencia como un modelo de vida para poder subsistir en el mundo de las infinitas posibilidades, es decir, un modelo permeable y absurdo a un estilo de vida humana.

El país sin nombre

- ¿De dónde viene Ud?
- "De los Estados Unidos"
-¿Estados Unidos de Brasil, de Venezuela?
- "No de Norteamérica"
- !Ah, de los Estados Unidos de México!
-"No, de América"
-Si, ¿pero de qué país?
-"De los Estados Unidos"
-¡Ah, entonces ya sé cómo se llama usted! ¿ No cree que lo sepa, eh?
Pues se llama usted "hombre".
¿Y sabe cómo lo adiviné?
Usted y su país están por encima de todo
que no necesitan nombre.



5.- Latinoamericanidad en Alemania

Los escritores latinoamericanos forman una minoría como extranjeros en Alemania, y están dispersos por todas las ciudades de este país. Hay una búsqueda de una identidad cultural a través de la palabra. El idioma rompe las barreras culturales de los países donde venimos y así mismo nos ayuda a comunicarnos en el país donde residimos, ya que las causas de la emigración son por índole forzada, voluntaria o razones económicas y sociales.

El lenguaje castizo es el vínculo de comunicación de los escritores latinoamericanos pero también lo es como forma escritural y de expresión necesaria. Hay además, una línea individual y colectiva de trabajos escritos y publicaciones, y de lecturas en diversos escenarios y en encuentros culturales. Todo es rotante en este mundo de la velocidad y del consumo.
El lenguaje castellano permite ese vinculo y la aceptación entre los miembros de las comunidades latinoamericanas, sobre todo, entre los intelectuales. Algunos escritores de los diversos países de América Latina, se integran así mismo en círculos, hacen grupos, tratan temas y difunden así las historias y las tradiciones de nuestros pueblos. Pero no todos mantienen vínculos con los otros relacionados a sus trabajos intelectuales.

Hay otros escritores que hacen reuniones a través de países y otros han formado círculos. Existen, por ejemplo, en Berlín, la asociación Gabriela Mistral, conformada por chilenos; Canto de Flores, Berlín, un círculo de mujeres latinoamericanas, MeloPoeFant, Berlín, un grupo mixto pero que realiza su trabajo con alemanes). Destaca también ALA (Asociación de Escritores Latinoamericanos).
Funcionan asímismo la revista Ila cuyo Director es el peruano Walter Lingán, la revista virtual Café Berlín, que dirige Jaime de la Gracia de Colombia, la revista virtual VULCANUS, que dirige Walter Trujillo. Entre los Eventos más importantes está la Cita de la Poesía: Berlín- Latinoamérica que se realiza en la primavera berlinesa.

También existe una forma de refugio del escritor y la no ampliación de su comunicación a la sociedad alemana. Este proceso es menos complejo en España, ya que aquí la comunicación se ve facilitada a través del idioma castellano.


6.- Los temas que aborda el autor en los trabajos sobre la diáspora en algunos poetas estudiados

El proceso de trabajo y tematización de lo propio y lo ajeno es el proceso de confrontación cultural en la llamada fase de "integración", y la recepción de otra cultura y de sus valores. En ello hay una dialéctica de rechazo, de aceptación, de adaptación, o de búsqueda de nuevas variantes temáticas o mentales de acuerdo a los objetivos ideológicos del escritor.

En este proceso mental se abren hondas reflexiones sobre los países de origen, que sobre todo se sustenta en el arraigo autobiográfico y la confrontación real con el país donde se reside. Esta evocación, o añoranza que afloran en los recuerdos es una forma de conciencia que puede denominarse como una "identidad consistente" con el lugar del origen, en donde el escritor trata de hallar los puntos de conexión o el rechazo a muchos de los valores occidentales.
La esquematización particular de estas características comunes de arraigo, son la nostalgia por la tierra del lugar de origen, las vivencias mentales. También los son, los recuerdos familiares y las costumbres de vida que afloran desde el subconsciente.

Como hemos visto, en los ejemplos de arriba, los poetas, muchas veces, no se circunscriben a la reglas escritas, o sencillamente, no acepta los procesos de "integración" que vienen de las leyes de un Estado. Ellos trasmutan sus reglas de vida y valores.
Los casos confrontación surgen frente a las nuevas experiencias y que pueden darse en diversos planos de lo racional, de lo afectivo, de las tradiciones y las costumbres, pero también pueden ser ser razones históricas y de mentalidad. En otros casos, son un resultado contrario y como una crítica a las imágenes que fueron idealizadas en los países de origen, ideas que contrastan con otra realidad sobre los cual les toca vivir, describir o poetizar.

También el escritor escribe sobre los procesos de enajenación mental, que se vive en las grandes urbes europeas a consecuencia de los procesos de una integración contradictoria, y en un mundo no acorde a sus valores, dentro del cual el toma una forma de vida nueva, quiera o no lo quiera. Y ello, deviene en un proceso contradictorio.

También los procesos de enajenación que se viven en las grandes urbes europeas, derivan muchas veces, en la búsqueda de una estrategia del poeta o escritor para subsistir a consecuencia de una "integración formal", determinada por las leyes de una sociedad en las cuales el poeta y escritor no vive en conformidad o armonía. A veces, estas leyes en su formalidad, le son adversas. Hay también procesos de "integración, y nuevas formas de vida que son aceptadas, pero ellas forman algunas excepciones.

Los procesos de creación escritural y de reflexión de los poetas latinoamericanos están condicionados por la seguridad del trabajo o no, por la profesionalidad o no, y sus estrategias son diferentes, de la misma manera los modos de vida que ellos mismos han trazados, también son diferentes. Todo ello, no refleja la totalidad de los modos de vida de los poetas en forma uniforme. Las razones de la existencia de vida es diversa, también sus mundos mentales, y su acción escritural en cuanto al trato de algunos problemas necesarios. Muchos poetas también incluyen en sus trabajos temas sobre la vida alemana y de otros países europeos y los generalizan en los rubros de sus experiencias.

También el modo de vida de "integración", es decir, el paso por el mundo real donde uno se ubica, crea las nuevas imágenes que se van integrando a la acción escritural a través de procesos creativos en la poesía y en lo narrativo. En algunos poetas se imprime un estilo hacia lo breve y lo sintético de lo que recepcionan de los dos mundos con los cuales se confrontan, y en algunos casos, hay poetas, que tratan directamente hasta los problemas europeos.

Ejemplo: El poemario Ort/U-Bhan, de Canto de Flores. Los poemas nos dicen de lo que acontece en un metro urbano, donde las poetas recogieron sus experiencias de viaje. La realidad es aquí lo más saltante.

En otros escritores hay un impulso hacia la dialéctica en regresión, es decir, se ha creado un espacio ya no lineal y que tiene que ver con temas poéticos más sintéticos de alcances elevados, que reflejan una totalidad de temas globales, históricos, sociales, y que nacen y forman los nuevos impulsos de ver la unidad de las leyes de la naturaleza y la sociedad en su conjunto. Esto posibilita una nueva literatura de Vanguardia en esa diáspora.

Se nota dentro de estos poetas el manejo de un lenguaje más racional, mas abreviado por la metáfora, y el manejo de expresiones visuales y acústicas como un complemento de expresión. Estas imágenes metafóricas surgen de una manera de interpretar la vida global diferente, de la simbiosis de no solamente detenerse pasivamente, sino participar y activar sobre una realidad, y comprender al mismo tiempo a otras realidades, produciéndose, a veces, una simbiosis de dos mundos, en donde se mezclan identidades de una y otra cultura. Ello es también un reflejo de los procesos que se viven en el mundo entero, actualmente.

7.- Temas sobre la diversidad literaria existente


En la poesía, hay ejemplos de sensualismo, un producto de las llamadas emancipaciones del individuo, que sumerge a algunos poetas latinoamericanos a refugiarse en la llamada emancipación de la vida sexual, haciendo un ego solamente de este mundo.
Aquí la realidad descrita y hecha en metáfora, pareciera inverosímil a nuestros países, pero lo es en lo que ocurre en los países liberales. El gozo solamente por el gozo y la recreación del cuerpo es el canto del poeta, la vida se asemeja a un reloj de tiempo que gira sobre nuestras costillas, donde el corazón vive dando saltos. Las poesías del colombiano Jaime de la Gracia, la poeta peruana Sui Yun, refleja ese grado de sensualismo. Las imágenes cargadas de viva sensualidad, son partes constituyentes de la poesía erótica. También se nota ello, en la poesía simbolista del poeta colombiano, Arturo Bolaños, que radica en Barcelona.

Este no es el caso de Arturo Prado Lima, poeta colombiano que radica en Madrid. El viene de un país que vive una guerra y el escritor vive en el exilio obligado con su esposa e hijos.
Hay notas de pesimismo en su poesía donde se observa el comportamiento verdadero y la frustración del país donde reside. Su poesía refleja la imagen verdadera de un país al cual fuimos asimilados colonialmente y en su poesía refleja ese comportamiento de España como el de una conquista.

El mismo tono contradictorio lo asume la poeta boliviana Martha Ganthier. Ella traza coordenadas referentes a la mentalidad alemana. Ella vivió mucho tiempo en Berlín, y participó en el círculo MeloPoeFant. Berlín, tampoco le cayó bien, y se fue a vivir a Colombia.

En otros casos, esta confrontación nos invita a la búsqueda de nuevas reflexiones culturales. La búsqueda de nuevos horizontes de pluralidad y de interculturalidad, como es mostrada por el poeta peruano, Víctor Bueno Román, que se esmera en mostrar un lenguaje universal acorde a todas los países.

También otros trabajos poéticos sobre Alemania y España abordan los temas sobre la xenofobia y sobre el rasismo alemán y español.

Hay temas que muestran un contenido patriótico latinoamericano, temas de reflexión histórica cultural, pero también reflexiones filosóficas.



8.- Conclusiones

Hay una poesía de vanguardia que se viene fomentando en Europa.

Hay círculos que se reúnen periódicamente y sus actividades y eventos las realizan en casas y centros culturales. Hay círculos literarios que han redactado hasta manifiestos y hacen periódicamente publicaciones y lecturas tanto individuales como de grupo en diversos escenarios.

Hay poetas que acreditan sus obras y publicaciones de libros e impresos, en páginas webs. Algunos de estos escritores y poetas fomentan la crítica literaria, se entrelazan a otros círculos y movimientos culturales de Latinoamérica y hacen promoción cultural.

Hay poetas que hacen su accionar en los círculos literarios; en cambio otros mantienen su personalidad en estado de independencia. Muchos de los poetas que integran círculos han creado hasta un propio ideario literario.

Hay poetas mujeres que se han organizado en círculos literarios como "Cantos de Flores", en Berlín, y mantienen una amplia difusión literaria, asó como MeloPoeFant, que trabaja conjuntamente con poetas alemanes y fomentan la llamada Cita de la Poesía: Berlín-América Latina .


José Pablo Quevedo

Poeta, Escritor y Crítico Literatura

 

 

AIMÉE G. BOLAÑOS

Poesía y diáspora: tres cubanas viajeras

En el contexto de la diáspora y preguntándome sobre el sujeto ficcional que crea y es creado por la poesía, leo a Juana Rosa Pita, Alina Galliano y Carlota Caulfield[1] en su experiencia viajera. La lectura que sigue es asumidamente personal, de autoesclarecimiento, al relacionar textos para intentar una trama[2].
Según Jesús J. Barquet, iniciada en 1959 y conocida con nombres diversos y polémicos como exilio, emigración o destierro posrevolucionario, la diáspora cubana cuenta con un vasto corpus poético dinámico y multiforme, con focos dispersos por el mundo (Estado Unidos, España, México, Francia, Venezuela, Chile, República Dominicana, Puerto Rico, Colombia, Suiza, Sudáfrica, Inglaterra, Suecia), corpus que desde los años setenta vive en constante enriquecimiento producto de las sucesivas emigraciones de poetas formados en la Isla y los formados literariamente fuera del país o que publican sus primeros libros ya en el destierro. (Barquet, 2002: 20).
Odette Alonso argumenta que nuestra diáspora contemporánea está dividida en tres grupos: los que dejaron la Isla durante los primeros años de la Revolución, el éxodo de El Mariel en 1980 y las migraciones desde fines de la década del ochenta hasta hoy. Sin embargo, en las mujeres poetas esta división da un salto temporal. Después de la gran migración de los años sesenta y setenta, la hornada más significativa sobreviene a finales de los ochenta y las décadas siguientes, de manera que, para su estudio, es fácil identificar sólo dos grupos: años sesenta y setenta, y de finales del ochenta hasta hoy [3].
Al entrar en la poesía de la diáspora, destacaría la recurrencia de las escrituras de sí mismo que funcionan como operadores con vida propia del sujeto de la enunciación inscrito en sus espejos-libros. Ciertamente, las poetas de la diáspora cubana se miran en el espejo, a la par, proyectan sus espejos en los espacios de las múltiples culturas donde se travisten y traducen. Especialmente revelador es el poema "Londres, cualquier día", de Carlota Caulfield, por su configuración de una artista viajera transcultural, viviendo su pasión por las palabras:
Me he paseado por todo Londres
con mi viejo abrigo de cuero negro
y un sombrerito de tela, torcido en los bordes.
De mí nadie sabe nada, sólo que soy una poeta en tránsito,
que hablo inglés con cierto acento indefinido,
Y que mi nacionalidad es confusa
[…]
Lo que quiero es empaparme de arquitecturas y panoramas.
Ver cómo la gente se amontona en los cruces de calles,
cómo los monumentos cambian de forma,
y cómo reúno fuerzas para poder regresar a mi hotel,
y cambiarme de ropa en diez minutos y volver a hablar de poesía.
(Caulfield, 2003: VII)

El viaje simbólico abierto a significaciones sin fin, tan expresivo de la conciencia diaspórica, se deja leer en vínculo profundo con el yo inagotable de la poética de Alina Galliano:
Escribo para decirte que he comenzado el viaje
con esta acción se rompe todo lo ya previsto,
así que he regalado mis recuerdos, las prisas de mis pies,
las puertas que he cruzado,
los marcos de ventanas donde colgué mis ojos
retomando paisajes de rostros y estructuras,
robándole perfiles a todas las ciudades
que nunca se sintieron de ti favorecidas
al escuchar tus cantos trepar los edificios a modo de escalera
para irrumpir de pronto y trastocar atmósferas.
Ahora reconozco que no hay lugar ni puerto
que pueda contenerme, [...]
(Galliano, 2007: 187)

En las rescrituras míticas de Juana Rosa Pita, el sujeto diaspórico aparece con proliferantes signos de identidad. La autora inventa a Penélope y, como piensa Reinaldo Arenas (Pita, 2007: 136), al iluminarla se ve a través de ella en su esencial condición de poeta, transformadas en un solo personaje, infinito en el canto. Su viaje interior tiene la constitución metaficcional de la escritura que, en medio de las pérdidas, defiende el poder genésico y liberador de la imagen:
No basta con tejer para la espera
es preciso viajar: volar la pluma
por la ternura encuadernada en sueños:
chalupa más sutil
cóncava y ágil
que las viriles naves de Ulises
intermitentemente prisionero.

Madre isla que estás venida a remos
convertida en solar de pretendientes:
infundiendo los viajes
¿quién guardará tus playas de naufragio?
"Penélope no está: queda su imagen"
(Pita, 2003: 59)

Y cabe pensar que si toda diáspora implica, al menos, un viaje; el viaje, como clásica metáfora de la modernidad, no resulta necesariamente una experiencia diaspórica. En el caso del sujeto diaspórico se transforma en viaje transcultural, síntesis simbólica de un conjunto de experiencias viajeras, modificando el sujeto también los espacios que transita. En este orden de pensamiento, Caren Kaplan llama la atención sobre diferentes entendimientos de viaje y desplazamiento, modalidades discursivas metafóricas vinculadas a etapas de desarrollo de la modernidad tardía y precisa que la noción del sujeto cosmopolita de la diáspora emerge a partir de los años 80 (Kaplan, 1996: 122). Atvar Brah piensa la diáspora postcolonial como expresión de movimientos migratorios generalizados, inherentes a las nuevas configuraciones transnacionales del capitalismo tardío, en los que no siempre la idea del retorno al país natal es determinante. El deseo de hogar no equivale al deseo de volver al lugar de partida. Interesa no solo de donde se partió, sino las formas de desplazamiento y la proyección en comunidades imaginadas que se integran en interrelación con otras prácticas culturales (Brah, 1998: 179). Por su parte, Stuart Hall investiga las configuraciones de identidad en la diáspora caribeña: diáspora sobre diáspora. Su visión arroja luz sobre las estrategias de abertura y sincréticas de la estética diaspórica, cuyos centros no tienen lugar fijo, trasegando los artistas variadas influencias y fuentes de inspiración al desarticular y rearticular sentidos simbólicos. En su lectura de prácticas creativas de la diáspora actual, concluye que la cultura no es apenas un viaje de redescubrimiento o de retorno, sino de producción. No es una cuestión de ontología, de ser, sino de tornarse (Hall, 2003: 44).
En la poesía de la diáspora cubana, sus figuras se reconocen poetas en tránsito. Como tales circulan en diferentes zonas del saber y entre variadas culturas, pueden estar entre de donde se partió y adonde aún no se ha llegado. En ese rico y contradictorio intervalo, en ese estar entre se forman como seres itinerantes, viajeras memoriosas que tejen los numerosos imaginarios en el matizado telar de su diáspora.
Al inventar espacios y desmarcar fronteras, las poetas trazan una singular cartografía en la que los mapas exteriores e interiores se presuponen. De ahí la presencia también protagónica del espacio, topo no solo de encuentros y anagnórisis, sino de dramáticas vivencias de soledad y desarraigo, propias del oficio y el exilio, refugios del imaginario donde los sujetos diaspóricos se encuentran en una memoria compartida, habitada desde adentro por las más complejas ficciones de identidad.
En esta cartografía, las ciudades, de variado formato y tesitura imaginal, funcionan como figuraciones cosmológicas. Ciudades que, a su vez, encapsulan las casas de la historia familiar, piezas claves en un imaginario de presencia-ausencia. El tropo de la casa, como modo de nombrar familia, estirpe, espacios originarios, recurre en la poesía. En esas casas antropocósmicas hay vida espiritual, están habitadas por la historia, son el teatro de los perfomances personales. Casa y viaje dialogan con renovados significados en Carlota Caulfield:
Aimée y yo no hemos encontrado el primer laúd del mundo,
aunque lo hemos buscado minuciosamente,
yo en mi francés infantil, y ella con su suelta lengua belga.
Pero sí hemos descubierto un tesoro arquitectónico y sentimental:
casa de mi abuelo, alta blanca, huesuda como un animal prehistórico
en buena forma.

Y como yo soy casi especialista en reliquias
una sentimental casi de telenovela, me puse a llorar de alegría;
casa, morada, palacio señorial que albergó la diáspora de los míos,
en un París de excepciones y gestos.
(Caulfield, 2003: XV)

A diferencia del flaneur de la modernidad, y aunque comparta su genésica mirada, el vagabundeo del yo de "Rue de la Messine 10" le permite recuperar restos de su biografía y, con ello, dejar su huella en la trama metropolitana. La autoficción, inclusiva de la parodia del sujeto sentimental del romanticismo, descansa en una genealogía que descubre pertenencias en el desplazamiento y transforma la anomia del paisaje metropolitano. La mujer que habla, observadora del movimiento de la ciudad fulgurante, encuentra no cualquier morada, sino la de su diáspora. Esta casa, donde conviven la diseminación y la fijeza, está animada de un doble movimiento: excéntrico hacia el mundo y de convergencia, a la búsqueda de hogares fuera del hogar. Finalmente la errancia deviene una compleja experiencia de postexilio, no responde más a la ortodoxia de un signo cultural o memoria única, es un significado abierto a las percepciones y saberes del sujeto en diáspora.
Y con la casa, aparece el cuerpo de las autofundaciones, que se alimenta del yo viajero e inscribe el espacio íntimo en las dimensiones vastas de los trasiegos de culturas. Así Alina Galliano crea singulares mapas eróticos-culturales. Su libro, En el vientre del trópico, al actualizar fuentes originarias, corporifica la falta en una experiencia sensual y espiritual de esplendor formal. Enunciación metafórica y metamorfosis conviven en el poema II:
Por semanas enteras he tratado
de sostener
entre saliva y lengua
las posibilidades de un caimito,
pero los dientes
carecen de memorias,
viven en desidencia
con el trópico,
son incapaces de atravesar
los meridianos del sabor, su furia,
que trajinando el paladar
conversa con un proyecto de pulpa
en coito perfecto
con mis muelas.
Entonces desde aquí
soy la otra boca en mutación
que puede lo mismo
que un manglar bordear la Isla,
definiendo los paralelos del olor,
marcando
la zona donde el hambre come espejos.
(Galliano, 1994: 24)
La memoria crea múltiples formas del yo en sus mimesis y metamorfosis. Al identificarse con las formas del movimiento autogenerativo, no importa si fantástico o icónico, la poesía recuerda imaginariamente y hace ficción con la memoria. La voz autoral crea una ambivalente existencia especular: autoexpresiva y contextual, de introspección y exteriorista, más allá del narcisismo autorreferente. El discurso ficcionaliza el paso lúcido y delirante hacia todas partes. Reminiscencias y prospecciones, desde el presente de la enunciación, hacen del poema un jardín de senderos bifurcados, donde transita el sujeto transnarcisista, aquel que con sus máscaras autoficcionales, y hasta heterónimas, se proyecta en su trabajo creador, de cura y renacimiento a través de la escritura. No por causalidad, Vicent Colonna al caracterizar la autoficción especular, privilegia la metáfora del espejo que, al reflejar la figura autoral, forma una imagen de la escritura como trabajo, de su maquinaria y emociones, también de su vértigo (2004: 119). En la poesía de la diáspora, la figura de la autora-escriba aparece habitada por la obra en progreso, no pocas veces, sorprendida al inscribir y escribir con autonomía, hasta de sí misma, sus signos identificadores en el libro de la memoria, registrando las formas fluctuantes de su ser creador, como pudiéramos ver en "La furia de la cámara", cuando la poeta se retrata:
Ella es una mujer.
Está aquí
(y escribe poemas)
Ella se arma
(y se desarma)
como en un rompecabezas.
Ella mira hacia la cámara
(y oprime el obturador)
(Caulfield, 2003: 67)
De manera original, la autoficción subvierte el autorretrato clásico. Más que representarse, el sujeto poético fabula el paso de lo visible a lo invisible, de la existencia a la visión, en una autoficción especular contentiva de imágenes reversibles y multifacetadas, que funcionan como aberturas en abismo, reflejos especulares de la mujer artista. El yo constituye una propuesta en abierto, debe más a Proteo que a Narciso en la ficcionalización de la persona que habla y escribe. Pero este dispositivo autoficcional está también abierto a la alteridad, contiene una pluralidad de visiones y experiencias, a modo de autorretrato en ojo ajeno. De esas trayectorias cruzadas entre el yo y los otros, resulta el juego de identidad y alteridad, inclusivo de la diferencia, tan presente en la poética de la diáspora. Las fronteras veladas no separan, son también lugares de pasaje (Hall, 2003: 33).
Evidentemente se trata de una estética que va más allá de la concepción binaria de la diferencia de predominante referente nacional. La propia condición diaspórica, en su productiva tensión entre dispersión y orígenes, no puede ser el polo opuesto de la nación y la nacionalidad, pero establece otras formas de pertenencia; no supone distancia o pérdida irrecuperables, sino un signo de movimiento multiforme que hace sentido en la diáspora, marcado por contradicciones y antagonismos. En la busca de nuevos significados metafóricos del viaje transcultural, la poética no es de redescubrimiento arqueológico o restauración; por el contrario, se constituye como de producción cultural. Patria, tradiciones, cultura matriz no están apagadas. Junto a la memoria realista y mitologizante, patente en la recurrencia del paisaje y la sociedad insulares, la lengua, la infancia, la familia, las relecturas de las culturas de origen, se desenvuelven otras formas de figuración expresivas de la consumación del luto por la pérdida del "lugar" originario. Como autoras migrantes redefinen continuamente su identidad sin momento fijo de nacimiento, experimentan una incesante regeneración, reinterpretando la pertenencia en términos de transformación. Por eso, Juana Rosa Pita dice emblemáticamente en un poema de síntesis:
Se nace en un país
y en otro se renace.
Nos cría un fulgor sin fronteras.
(Pita, 2003: 133)

El sujeto poético se emancipa de su origen y primera identidad, va más allá de sí, desbordando sus fronteras. Más que en el retorno a sí, se escribe en un nuevo devenir. En este espíritu, un poema como "Ciudadanía sutil" parece dialogar con el anterior al contrastar celebración y desasido entendimiento. El exilio se abre a otros significados alusivos a la trashumancia simbólica, tan propia de la aventura humana:
Cualquier sitio es un distrito del exilio
total de la existencia a oscuras.
La patria es solamente un espejismo
precoz, y persiste reverberando
con gracias mil de oasis,
aunque ya degradada, en el recuerdo.

Pertenencia raigal da el aire nuestro:
pan de nosotros, de la estrella el vino.
Secreto nuestro rastro por la vida
como el de garzas y gacelas.
Nadie ni nadie puede separarnos:
todo exilio menor es ilusión.
(Pita, 2005: 30)

De filiación postmetafísica, la poética del tránsito crea nuevos modos de tercera posición inclusiva, de identidades transversas. Los textos funcionan por asociación y transformación, modelan una lectura que transcurre en zonas de contactos. Las poéticas autorales contribuyen a transformaciones de género, sobre todo, relativas a la ficción cultural de sujetos poéticos memoriosos y viajeros, inédita autoficción de la mujer artista en la que la escritura tal vez sea la única matria. Esta mujer artista no se constituye en la oposición de lo metropolitano y marginal, se reconoce y celebra como confluencia de modos de ser y percibir el mundo que fluyen en la contradictoria armonía de la poesía. De ahí, la metapoesía performativa que focaliza el instante de la escritura y la figura autoral, con sus numerosos espejos, en una dominante textura metaficcional y autorreflexiva. La ficción intensa y asumida forma una red que conecta a las autoras en un discurso poético y de poética de notable pluralidad tonal y múltiples identidades artísticas.
Considerando que la experiencia diaspórica postcolonial no es una excepción, sino corre paralela a variados procesos de identificación y sin querer transformar los márgenes en un nuevo centro que perpetúe el pensar dicotómico y jerarquizante, es posible entrar en otros mundos de la literatura cubana actual y acceder a diversos cánones, no a un canon hegemónico "nacional" en permanente tensión con la diáspora.
Para escribir esas multiformes travesías, la visión es transgresiva. Postnacional y postfeminista parece ser. Así, los estudios literarios tienen mucho que decir en la desconstrucción de las concepciones ontoteleológicas, sobre todo, en lo que respecta a esencialismos y prácticas de exclusión. Tomando las palabras de Edward Said, valdría la pena imaginar la libertad académica como un convite a desistir de la identidad en la esperanza de comprender y tal vez asumir más de una (Said, 2003: 207).
Inmersas en su errancia, las poetas ensayan otros accesos epistemológicos al conocimiento del mundo en su viaje transcultural, convidándonos a leernos en los desplazamientos, disyunciones y confluencias que nos constituyen al descentralizar los orígenes, para Gayatri Spivak, tarea fundamental de la diáspora contemporánea (Spivak, 2003: 102).
Y en ese movimiento, también autocreativo, para terminar invoco la palabra de Alina Galliano en el umbral de Litografías a partir del aire, cuando ficcionaliza una experiencia de vasta resonancia en el imaginario de la diáspora y de la cultura cubana:
Estoy en libertad,
ahora comienzo a saborear ese arte del viento
cuando acaricia las piedras y las transforma
al crear sobre sus superficies la memoria del viaje,
lo versátil de vivir sin fronteras,
de saber que nadie lleva consigo sus pertenencias
y que la vida es una pasión de amor incontenible.
(Galliano, 2007: 184)

Referencias

ALONSO, Odette. Poetas cubanas del exilio y la diáspora. Bastiones de un mismo borrón. Comunicación presentada en la XVI Conferencia Anual de la Asociación Internacional de Literatura Femenina Hispánica "Feminismo: canon y marginalidad", Tegucigalpa, Honduras, 19-22 de octubre, 2005.
BARQUET, Jesús J. Nueve criterios para armar y una conclusión esperanzada. En: BARQUET, Jesús J.; Norberto Codina (orgs.). Poesía cubana del siglo XX. Antología., México D. F.: Fondo de Cultura Económica, 2002. p. 7-39.
BOLAÑOS, Aimée G. Poesía insular de signo Infinito. Una lectura de poetas cubanas de la diáspora. Madrid: Betania, 2008.
BRAH, Avtar. Cartographies of Diaspora. Contesting identities. Routtledge: London/NewYork, 1998.
CAPLAN, Karen. Questions of Travel: Postmodern Discourses of Displacement. Durham: Duke UP, 1996.
CAULFIELD, Carlota. Movimientos metálicos para juguetes abandonados. Gobierno de Canarias, Islas Canarias, 2003.
-----------. A Mapmaker's Diary. Selected Poems. Translated by Mary Berg in collaboration with the author. Prologue [M.G. B.]. Carlota Caulfield, Poet in Transit by Aimée G. Bolaños. New York/Buffalo: White Pine Press, 2007.
COLONNA, Vincent. Autofiction & autres mythomanies littéraires. Paris: Tristram, 2004.
GALLIANO, Alina. En el vientre del trópico. New York: Serena Baus Books, 1994.
------------. Otro fuego a liturgia. Prólogo de Aimée G. Bolaños. Epílogo de Octavio de la Suarée, Madrid: Betania, 2007.
HALL, Stuart. Da diáspora: identidades e mediações culturais. Belo Horizonte: Ed. UFMG, 2003.
PITA, Juana Rosa. Cantar de Isla. Selección y prólogo de Virgilio López Lemus. La Habana: Letras Cubanas, 2003.
-------------------. Pensamiento del tiempo. Miami: Amatori, 2005.
------------------. Viajes de Penélope/ I viaggi di Penelope. Prefazione di Martha L. Canfield. Postfazione di Reinaldo Arenas. Pasian di Prato: Campanotto Editore, 2007.
SAID, Edward. Reflexões sobre o Exílio e outros ensaios. São Paulo: Companhia das Letras, 2003.
SPIVAK, Gayatri. Death of a discipline. New York: Columbia University Press, 2003.

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RICARDO CUADROS MERCADO
(Chile-Holanda)

¿Dónde perdí mi Itaca?

Cuando nos encontramos con extranjeros siempre es fácil asumir que tienen un hogar. Todos tenemos un hogar, un lugar especial e íntimo en alguna ciudad o pueblo, adonde nos apetece regresar. Algunos escritores y artistas tienen una respuesta algo más sofisticada y aseguran que el verdadero hogar es la infancia, el tiempo de la inocencia y la imaginación sin límites. Lo que necesitamos sin excepción es creer que existe un lugar donde todo encaja con nuestros deseos, y cuando ese lugar no existe, lo inventamos. Una de las representaciones más bellas de lo que intento decir es Alicia en el país de las maravillas, de Lewis Carroll. En el universo del escritor inglés Alicia puede pasar de la furia a la ternura o el desencanto sin necesidad de justificar sus bruscos cambios de ánimo, y sin parecer una pequeña histérica ante los ojos del lector. Las reglas del juego fantástico le permiten también a Alicia conversar con plantas y animales, tragar píldoras sin receta médica y mostrarse ingeniosa hasta el punto de hacerse detestable. El mundo de Alicia está libre de los rigores de la ley civil, de la lógica cartesiana, del "qué dirán". Me parece la representación ideal de la edad de la inocencia, justo antes del enfrentamiento con niños extraños en la escuela, con los rigores de la disciplina social.

Conocí mi propio País de las Maravillas en un pueblo cordillerano en el sur de Chile, San Fabián de Alico, donde nació mi madre. Vivíamos en una ciudad cerca del mar, Concepción, pero pasábamos los veranos en San Fabián y en cuanto llegábamos, a comienzos de enero, yo me convertía en un pequeño buen salvaje. Podía conversar largamente, de temas diversos, con caballos y patos, traducir al español el lenguaje de los pájaros, recorrer países enteros en un espacio que según los adultos no excedía el kilómetro cuadrado. No recuerdo haberme aburrido nunca y mi única tristeza era la del día en que la familia hacía las maletas para regresar a la ciudad. En aquellos veranos de infancia mi cuerpo y mente se fundían con la naturaleza y la vida cotidiana de los campesinos. De manera instintiva, feliz, me sentía en casa.

¿Cómo perdí ese País de las Maravillas? ¿Cómo sucedió esa expulsión del paraíso? Simplemente por naturaleza, por el paso inapelable de los años. Al final de su aventura, cuando las cosas se están poniendo feas, Alicia enfrenta la autoridad de la reina como lo haría un adulto: no acepta su lógica absurda - la sentencia primero, después el veredicto - y rompe la magia con un grito de puro sentido común: ¡Pero si ustedes no son más que un mazo de naipes! Siempre me ha gustado esta metáfora de Carroll: La infancia y su encanto son un tesoro parecido a un sueño del que uno despierta justo antes que le corten la cabeza.

El exilio es un castigo político que cuyo objetivo es mantener el orden mediante la expulsión de disidentes, revolucionarios, apóstatas y otras encarnaciones de la diferencia como peligro. El exilio convierte al miembro natural de una comunidad en un extraño, en una persona non grata. El decreto de exilio transforma el propio país en un lugar prohibido. "Vete de aquí, no te queremos ver más, ya no eres uno de los nuestros". Este es el mensaje que recibieron de los poderosos poetas como Dante Alighieri y el filósofo Baruch o Benedicto Spinoza. Lo mismo ha sucedido más recientemente en Latinoamérica, Irán o China.

Formo parte del amplio grupo de intelectuales latinoamericanos que huyó de las dictaduras en los años setenta y ochenta, pero mis motivos para dejar Chile no fueron estrictamente políticos. No era miembro de un partido, no combatí la imbecilidad criminal de la dictadura con las armas; a lo más, hice algún acto de encubrimiento de amigos en peligro, movido por el afecto, no por el heroísmo. Quería vivir una vida decente y libre, eso era todo, y cada día aumentaba mi furia y el peligro de terminar acribillado por un militar o policía más furioso que yo, o taponado de calmantes en una clínica siquiátrica. Nadie me forzó a salir de mi país. De alguna manera se podría decir que elegí el exilio, pero en rigor mis alternativas eran pocas: la muerte civil, quizás la muerte violenta, o el destierro.

Perdí el paraíso de la infancia por el paso natural de los años. Perdí mi barrio natal a causa de un proceso político que desembocó en un golpe de Estado y una dictadura que duró casi veinte años. ¿Qué he ganado a cambio? Soy un escritor de lengua española que ha vivido los últimos treinta años, más de la mitad de su vida, en un país de lengua distinta, como es Holanda. ¿Cómo podría resumir esta experiencia? La respuesta es que he aprendido a encontrar mi hogar en la lengua. Lo aprendí de Homero, Kafka o Vallejo. En un momento de gran lucidez, Heiddeger llegó a decir que la casa del ser es el lenguaje. Creo que Heiddeger hablaba del "ser alemán" y de la lengua alemana, pero lo cierto es que habló del ser en general y del lenguaje como hecho universal.

La pregunta sigue en pie. ¿Existe un lugar en el mundo que pueda llamar con propiedad "hogar"? Mi respuesta es no. Me puedo sentir cómodo o completamente fuera de lugar en Amsterdam, Marraquesh o la ciudad donde nací, Concepción. Tengo un pequeño departamento donde me esperan mis libros y discos en Amsterdam y siento un afecto entrañable por esta ciudad de exiliados, pero en el fondo del corazón solo me siento en casa cuando entro en los espacios de la literatura y el arte. Especialmente, cuando pienso y escribo en mi lengua madre, el español.

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EVA NAVARRO MARTÍNEZ

(Desde) un país propio

Una mañana temprano me despierto. Es una mañana de invierno y está lloviendo. Estoy en Amsterdam y estoy sola. Me quedo un rato en la cama tumbada boca arriba, mirando al techo y pensando: "Estoy sola en un país extranjero… Todavía aquí después de tantos años…" Y luego me pregunto qué es lo que he perdido y lo que he ganado después de estos años… "¿Qué es lo que aún conservo de mi pasado, aquí, conmigo?"
"Los recuerdos", es la única respuesta. "Los recuerdos, la memoria, es lo único que conservo de la persona que era. Pero, ¿qué pasa entonces con el olvido? ¿Perdemos algo de nosotros mismos, de nuestra identidad cuando perdemos los recuerdos, cuando olvidamos el pasado?" Y entonces me viene a la cabeza uno verso del poeta cubano Raúl Ribero, de su libro Recuerdos olvidados, que dice: "cuando camino con los puños cerrados lo que llevo en mis puños es el pasado". Y este verso pasará a ser el primero del libro de poemas que empiezo esa mañana de lluvia, sola, en Amsterdam, a miles de kilómetros de casa (de la que era mi casa, mi casa del pasado). Un libro escrito, naturalmente, en español y titulado Imperfecta geometría del olvido, que empieza así:
Cuando camino con los puños cerrados
lo que llevo en mis manos es el pasado
tierra seca
cuando intento simplemente acariciarlo
El pasado que olvidé o decidió olvidarme
Antiguos tesoros extraviados.

¿Es la necesidad de (re)descubrir quién era yo tan acuciante sólo por el hecho de hallarme en una cultura, en un contexto y en un espacio extranjeros? Quizá. Quizá lo es en el sentido de que estoy usando la memoria como raíz y, también, como casa. Raíz en el tiempo, raíz en el espacio y raíz en la cultura.
Todo el mundo es pasado y presente. Somos nuestras memorias y las cosas que olvidamos. Los recuerdos que queremos mantener. Los deseos y las experiencias, cotidianas o especiales. Y, por supuesto, somos también el resultado de nuestro contacto con el otro. Un "otro" que, en muchas ocasiones, y en especial cuando se vive fuera, viene de una cultura totalmente diferente.
Yo soy ahora un producto resultado de mi origen español y de mis experiencias como extranjera en otro país de Europa. Y aquí surgen el sentimiento que comparten, creo, muchos emigrantes, exiliados o los habitantes en una cultura que no es la suya original, sea cual sea su causa: la sensación casi diaria de ser un extranjero en todas partes. Sigo siendo extranjera en Amsterdam (aunque, al mismo tiempo, se haya vuelto mi casa) y me he vuelto una extranjera, en cierto modo, en España, en Granada concretamente, que es a donde suelo volver. Y es que vivir en un país extranjero cambia al sujeto al añadirle algo nuevo: un aspecto bicultural; un estatus o una conciencia intercultural, que es al mismo tiempo la conciencia de no estar en ninguna parte. Al menos, ese es mi sentimiento: siempre sopesando las dos culturas y siempre viviendo entre dos formas (bastante diferentes, a veces opuestas) de expresión, entre dos maneras de situarse ante la vida, de interpretar los hechos, etc. Por tanto, el esfuerzo que todo ser humano ha de hacer para comunicarse con los que le rodean o para ser entendido, se vuelve mucho mayor al no estar en el "contexto original". Un "contexto original" que, por otro lado, tampoco es ya mi contexto diario. Además de esto, yo tampoco espero ser identificada todo el rato, especialmente, no en el sentido "típico" o estereotipado de española. Ser española, para mí es más una circunstancia que un carácter y constituye más bien un instrumento de "re-emplazamiento" dentro de un sentimiento de identidad, especialmente, cuando quiero tomar distancia de la cultura holandesa (o norteuropea).
Por todo esto, el resultado, o la "solución" a este conflicto de identidad es la construcción de un país propio: un país subjetivo y metafórico que tiene elementos de las dos culturas que comparto: la holandesa y la española, o, concretizando aún más, la amsterdamer (y Amsterdam es una de las ciudades de Europa donde se encuentra la mayor variedad de nacionalidades del mundo) y la andaluza. En este sentido estoy tocando la noción de "homme pluriel" del teórico B. Lahire; quien define al actual sujeto postmoderno como parte de lo que se viene llamando la "sociedad individualizada". Este "hombre plural" según Lahire actuaría antes según su inclusión en subsistemas (acorde a sus circunstancias personales) que por estar envuelto en actividades de integración o identificación con una cultura nacional dada. En mi caso, (ya que Lahire utiliza el políticamente incorrecto término de "hombre" para referirse al ser humano en general) tengo que hablar de la noción de "mujer plural", habitando un "país propio", un país subjetivo construido según mis circunstancias interculturales. Este contexto y esta situación forman la condición desde la que escribo. La atalaya desde la que observar y experimentar y registrar el mundo que me rodea: el presente y el pasado.
Si la literatura, de entrada, puede entenderse como una isla en la que instalarse (como escritor o lector) o refugiarse del mundo. En la que exiliarse. Escribir en una lengua distinta a la que te rodea, creo que añade algo más a esa sensación de a-isla-miento (y permítanme el juego). Escribir se convierte no solo en un refugio construido con palabras, sino que es un parapeto elevado con palabras distintas a las que se usan cada día, un refugio mismo de las palabras cotidianas, y un diálogo con ellas o enfrentamiento. Yo escribo, principalmente, en español, y sólo a veces he jugado con el holandés, o el inglés, como lenguas literarias (que es diferente a usarlas en la calle o en el ámbito académico). Sólo en el ultimo año he hecho intentos más serios de escribir (creación literaria) en estos idiomas. Me gusta hacerlo, pero la sensación que experimento con ello es la de haberme puesto para escribir un traje prestado, un traje que no es mío y que por tanto no termina de encajarme: unas veces me queda corto de algunas partes y largo de otras, las mangas no me llegan, las sisas me hacen daño o me hace bochas por algunos lados… No obstante, al mismo tiempo puede ser un disfraz divertido, incluso eficaz, en ese rol de parapetarme, de huir del propio registro, de pasar desapercibida, con este estrambótico disfraz, hasta de una misma. Porque funciona, porque constituye el vehículo del doble viaje que supone pensar y escribir en otra lengua que la materna.

Amsterdam is killing me es una especie de diario que escribo en holandés, sobre mis impresiones de Holanda, de Amsterdam. Ese "Amsterdam me está matando", sin embargo, no alude a una sensación negativa frente a la ciudad, sino a cómo la vida aquí me ha ido cambiando, así que ese diario es también una exploración en esas transformaciones, una "recopilación" de esos elementos que ayudan a construir ese país propio al que he aludido, y esa idea de la "mujer plural". Son fragmentos pequeños, entre el poema y el relato, y el primero de ellos habla de la dificultad de manejarse en holandés y de intentar escribir en esta lengua:
"Esta lengua no es mía. Salta sobre mi lengua. Me confunde… Esta lengua no es mía.
Amsterdam tampoco. Aunque un poco sí. Amsterdam me busca a veces y yo también a ella. Yo también. Pero es escurridiza. Es suave y es muy dura. Es pesada. Me corta, me golpea, me perfora, cae sobre mí como un cuchillo. Es amenazante y otras veces huye, como un exiliado. Y corre muy rápido.
No es mía. Y al mismo tiempo sí lo es. A veces viene a buscarme a casa: la ciudad, la lengua, y yo me escondo tras ellas y ellas hablan por mí. No soy yo. Es ella la que habla, la lengua, no yo.
Esta lengua no es mía. Yo solo juego con ella, la busco, la pienso, la fuerzo, la odio, la tiro a la basura. Intento seducirla. Me protejo de ella: la lengua. La ciudad."

He intentado traducir este fragmento a español y lo que ha salido es un texto totalmente diferente al original. He tenido que reescribirlo porque el texto holandés simplemente no funciona traducido en español literalmente. Porque son dos registros, dos formas de pensar y de organizar la información, totalmente diferentes. Y esa es la situación con la que lidiamos cada día: estar en la frontera de dos (o más) lenguas y culturas diferentes. Flotar, o ahogarse, en dos aguas.

Yo no vine a Holanda por obligación. No soy exiliada política, ni siquiera me consideré nunca una emigrante. Aunque tal vez sí lo soy. Mi salida de Granada fue voluntaria, como también lo ha sido decidir quedarme aquí tantos años (aunque las causas de las decisiones son siempre muy relativas). Por tanto, yo no puedo hablar de exilio en un sentido literal de la palabra, sino, como es el caso de mucha gente, en un sentido figurado. Creo que todos los humanos lo somos de algún modo. Todos buscamos por diferentes medios ese paraíso perdido, o más bien, no hallado aún. La metáfora de los "paraísos artificiales" de Baudelaire era eso, "lugares" a los que exiliarse. En mi caso, ese paraíso es la creación artística, y en concreto la escritura: "isla aisladísima", llena de recovecos, de laberintos donde perderse o de inmensas llanuras vacías. Ya lo sabemos. Islas donde el náufrago llega de forma voluntaria: hace falta el naufragio, querer saltar del barco para alcanzar la orilla y adentrarse luego en la isla o simplemente sentarse en su orilla, de cara al mar, viendo llegar las olas. Y como todos los náufragos, uno manda mensajes, porque escribir, también lo sabemos, no es sólo catarsis o ejercicio lingüístico, reflexivo, etc., sino que parte de un deseo, a veces desesperado, de comunicación. Y creo que esto es tal vez lo más duro de escribir en una lengua distinta a la del entorno en el que se vive: que se acumulan las botellas en la orilla porque no hay mar donde lanzarlas; o las olas las traen devueltas porque no siempre hay quien las reciba. Y lo que ocurre entonces es que los que somos náufragos de una misma lengua en este mar del Norte, nos lanzamos unos a otros nuestras botellas. Es una de las salidas (la otra es aprender a tirar muy lejos), pero nuestro mar es pequeño y el tráfico de nuestras botellas no siempre transciende sus fronteras.
Maria Teresa León, que sí sufrió el destierro y el exilio político, escribió Memoria de la melancolía: bello paseo por los recuerdos y la melancolía, suyos y de esa parte de un pueblo arrancado de sus raíces, censurado en la palabra, y en la memoria ("que recuerden los que olvidaron" escribe). Ella tuvo el (doble) drama (¿o es tal vez un privilegio?) de no volver a reencontrar su paraíso perdido, porque su memoria se extinguió justo después de volver a España. ¿Dónde va la memoria cuando nos abandona? (¿Irá al mismo lugar que el amor olvidado por el que preguntaba nuestro poeta?) Perder la memoria es el exilio más absoluto, pienso, porque significa apartarse completamente del mundo que habitamos, incluido uno mismo. El exilio sin retorno de lo que uno fue, de lo que uno es, certificado por la memoria. Ser desterrados del paraíso de la memoria significa, tal vez, pasar a habitar el paraíso (quiero pensar que es un paraíso) del olvido. El olvido como exilio absoluto de la propia historia.
Si la memoria es lo que nos une al origen, a la tierra y al pasado, recorrerla literariamente es una tabla de náufrago, tal vez fetichizada, para no sucumbir y perderse totalmente en el mar del olvido; y es una brújula para orientarse, a veces, en momentos de nostalgia y melancolía, en el bosque de esa otra lengua, de otra cultura
y así con mi maleta mal hecha
de olvidos imperfectos
de recuerdos a duras penas olvidados
y con los puños cerrados
me encuentro inmóvil
en este imposible cruce de caminos
y me descubro llorando
porque no consigo recordar qué vine a hacer aquí
si no será
que equivoqué los pasos…


Amsterdam, noviembre


inicio

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[1] Entre sus libros más representativos se encuentran la antología Cantar de Isla (2003), Pensamiento del tiempo (2005) y Viajes de Penélope/ I viaggi di Penelope (2007, primera publicación 1980) de Juana Rosa Pita; En el vientre del trópico (1995) y Otro fuego a liturgia (2007) de Alina Galiano; Autorretrato en ojo ajeno (2001), Movimientos metálicos para juguetes abandonados (2003) y A Mapmaker's Diary (2007) de Carlota Caulfield.
[2] Este artículo es una versión de "Un fulgor sin fronteras" del libro Poesía insular de signo Infinito. Una lectura de poetas cubanas de la diáspora. Madrid: Betania, 2008.

[3] Odette Alonso presenta su elenco en sucesión temporal:
Antes de la Revolución y década de los sesenta y setenta: Pura del Prado, Ana Rosa Núñez, Amelia del Castillo, Juana Rosa Pita, Mercedes Cortázar, Rita Geada, Gladys Zaldívar, Mireya Robles, Marta Padilla, Nivaria Tejera, Uva de Aragón, Lourdes Gil, Maya Islas, Alina Galliano, Irradia Iturralde, Isel Rivero, María Elena Blanco, Magali Alabau, Lilliam Moro, Laura Ymayo Tartakoff, Carlota Caulfield y Belkis Cuza Malé, entre otras.
De finales de los ochenta hasta hoy: Minerva Salado, Chely Lima, Daína Chaviano, Cira Andrés, María Elena Cruz Varela, Elena Tamargo, Damaris Calderón, María Elena Hernández Caballero, Sonia Díaz Corrales, Odette Alonso, Zoé Valdés, Aimée González Bolaños, Lucía Ballester, Rita Martín, Alessandra Molina y Lídice Alemán, entre otras.
En medio de ellas, como puente, las cubanoamericanas, que por su complejidad identitaria merecen un estudio individualizado. Entre ellas, Lourdes Casals, Ruth Behar, Achy Obejas y Carolina Hospital. (Alonso, 2005)

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